Hípica
Kalu, el potro superviviente
El alma de NMV Horses se ha convertido en un ejemplo de superación después de nacer con sólo 18 kilos
Kalu es un potro que se ha convertido en un ejemplo de superación. Nació prematura, su madre fue operada de un cólico estando preñada de él y al nacer apenas pesaba 18 kilos y presentaba una evidente inmadurez. "Nació dismaduro, pero todos sus órganos y su desarrollo estaban bien. Por eso en el hospital nos animaron a que siguiéramos para adelante con él", asegura su propietaria Natalia Méndez.
Kalu debió luchar desde el principio contra una severa hipotermia y permaneció ingresado junto a su madre durante un mes. "Nada más nacer le tuvimos que llevar al hospital porque nació con hipotermia y durante el mes que estuvo ingresado se regularon perfectamente sus parámetros de crecimiento, de temperatura y de todo", comenta Natalia.
Normalmente, un potro nace rondando los 40 kilos. Sus problemas no fueron únicamente de dismadurez. Antes de abandonar el hospital contrajo una bacteria que afectó gravemente al crecimiento de una de sus manos delanteras y eso desató una cadena de complicaciones que provocó casi dos años de tratamientos y cirugías. "Unos días antes de irnos, cogió una bacteria. Se suelen coger este tipo de bacterias en caballos que están flojitos. Le afectó al crecimiento de la mano y es lo que nos ha derivado todo el proceso que hemos tenido que estar trabajando durante casi dos años", apunta su propietaria. Kalu muestra una buena evolución: "Actualmente está muy bien. La mano operada ha quedado perfecta, aunque ahora la otra mano está sufriendo las consecuencias del sobreesfuerzo".
El potro sigue una estricta rutina de cuidados que incluye revisiones mensuales y tratamientos podológicos especiales. Todo ello siempre orientado a garantizar su calidad de vida y evitar el dolor. El primer día tras la cirugía fue especial para Natalia. "El momento más difícil fue verlo levantarse, sabiendo los riesgos que implicaba. Cuando finalmente se puso en pie, la emoción fue indescriptible. Sentí alivio, alegría y gratitud inmensa hacia todo el equipo que lo hizo posible", recuerda. Y añade: "Una vez se levantó, vi que el equipo de veterinarios estaban más que satisfechos. Me quedé muy tranquila, y me puse a llorar de emoción después de la tensión".
La pérdida más dura para Natalia llegó dos días antes del destete de Kalu, cuando la madre de este, "Ipsi Olmaz", falleció tras un cólico: "Fue devastador. Perdí a mi compañera de vida y competición y tuve que enfrentarme sola al proceso de destete de Kalu. Para mí eso ha sido muy duro. De hecho, cuando lo pienso se me pone un nudo en la garganta sólo de recordarlo, porque son momentos difíciles que nadie entiende si no lo ha vivido".
La historia de Kalu conmovió a muchas personas que apoyaron económicamente la operación del potro a través de un crowdfunding. " Gracias a cada una de esas personas, Kalu está vivo. No tengo palabras suficientes para expresar la gratitud que siento. La gente decía 'pero es que son sólo cinco euros'. Cada euro contó para poder pagar parte de una operación, que si no hubiera sido inviable".
Una cirugía de un caballo es muy costosa y Natalia es una emprendedora que vive al día y dedica su tiempo y sus conocimientos a la enseñanza de jóvenes promesas de la equitación. "Esta situación me ha hecho crecer. Me ha hecho darme cuenta de que el ser humano muchas veces es egoísta, muchas veces somos como no nos gustaría ser, pero la gente, por norma general, tiene buen corazón".
Inspirada por su experiencia con el potro, Natalia creado la "Fundación Kalu" con la que desea dar una segunda oportunidad a otros caballos que lo necesitan: "Me gustaría crear la Fundación Kalu dedicada al rescate de caballos. Ya hemos sacado adelante dos de Valencia y me he traído una yegua que venía en circunstancias deplorables y actualmente está preciosa. También tengo varios caballos en la finca que han venido a recuperarse".
"Desde que han operado a Kalu, se han operado dos potros más porque al ver que ha habido una operación con éxito, hay gente que se anima a hacer nuevas cosas, a investigar, veterinarios que se animan a seguir estudiando y ampliando. Muchas gracias a todos los profesionales que nos han acompañado durante todo el proceso: José Nicolás Chicote, Fabrice Rosignoll, Enma, Juan Muñoz, Celia, Juan Carlos, María y todo el equipo del Hospital ClínicoVeterinario Virgen de las Nieves". Y añade: "Me gustaría dar un altavoz a los veterinarios que están aprendiendo y animarlos a que no se queden con lo que ya se sabe, sino que crezcan y quieran ser mejores cada día. Ojalá no tengamos que ir fuera de España para estos tratamientos". Kalu es el alma de NMV Horses.