Copa del Rey

Fútbol

La primera noche con Vini

Fue titular con el Real Madrid y el más activo del equipo. Asistió a Asensio en el segundo gol y estrelló un balón en el palo.

Solari se puso traje y corbata para estrenarse como técnico del primer equipo blanco
Solari se puso traje y corbata para estrenarse como técnico del primer equipo blancolarazon

Fue titular con el Real Madrid y el más activo del equipo. Asistió a Asensio en el segundo gol y estrelló un balón en el palo.

Tenía ganas el madridismo de ver a Vinicius. Y no sólo la afición. En los despachos donde se toman decisiones también querían que el brasileño tuviera un partido completo y no un puñado de minutos sueltos en momentos complicados. Es una apuesta fuerte de futuro su fichaje, pero existe la convicción de que el talento del chaval puede empezar pronto a ser importante. A Lopetegui le costó mucho confiar en el chico, porque todavía le quedaba un «tiempo de cocción». Por eso decidió que jugase con el Castilla y quizá le faltó decisión para darle alguna oportunidad más. En un Madrid pletórico hubiera sido más entendible, pero ante los problemas de forma de varios futbolistas, Vini hubiese podido colarse más frecuentemente en las alineaciones.

Doce minutos dio Julen al ex del Flamengo. Los tres últimos del derbi madrileño ante el Atlético y nueve en Mendizorroza. Dos momentos muy concretos y con la obligación de abrir partidos que estaban difíciles. Ayer en Melilla, con menos responsabilidad, Vinicius fue titular por primera vez con el club de sus sueños y, menos marcar, que estuvo cerca, hizo de todo, hasta una rabona.

Solari lo conoce de estos meses en el Castilla y lo puso desde el comienzo en uno de esos pocos días que los no titulares tienen a su disposición para demostrar cosas. «Acaba de cumplir dieciocho añitos. Está adaptándose a un nuevo mundo, como es el Madrid. El talento lo vemos todos, pero el fútbol lo componen mas cosas», dijo el técnico del brasileño, que tiró al larguero en la segunda parte y asistió a Asensio en la jugada del 0-2. Era un rival de Segunda B, sí, y el chico sólo cuenta dieciocho años, también. Pero nadie puede negar que todo lo que hace sobre el césped tiene sentido. Juega siempre con la cabeza levantada y, si es posible, lo hace a un toque. Esto, en un equipo con problemas de desequilibrio como este Madrid, es un soplo de aire fresco. Es rápido, pero no es sólo eso en lo que basa sus cualidades. Solari lo puso bien pegado a la línea de cal izquierda, con Odriozola ampliando el campo por el otro lado. Desde su costado, sin necesidad de tomar el centro, fue influyente y por momentos movió a los suyos. Se intuyó cierta complicidad con Benzema, otro futbolista que piensa un poco más rápido que el resto. No se corta el chico, aunque todavía tenga dorsal del equipo filial. «No me importa lo del número, es un detalle en el que no pienso», dijo en su presentación, que fue una mezcla perfecta de ambición y prudencia.

Dio las gracias a todos los que le habían permitido llegar a cumplir su sueño y reconoció que tendría que ir despacio por su edad, pero también dejó claro que su objetivo era triunfar y estaba preparado para ello. Los que han estado cerca de él este tiempo aseguran que es una esponja, que se fija en todo lo que sucede a su alrededor y lo usa para progresar. Personalidad no le falta, es decidido, como en la acción del tercer tanto, que casi le quitó la pelota a Reguilón para luego dársela de tacón en profundidad. Otra vez estuvo cerca de marcar, pero el que remachó el balón fue Odriozola. El sábado volverán los que descansaron ayer, pero Vinicius ya avisa de que va devorar cada minuto que le dé Solari o el que venga después.