Euroliga
Llull sella la Undécima Copa de Europa de un Real Madrid heroico ante el Olympiacos (78-79)
Una canasta del capitán a tres segundos del final dio el título a los blancos. Sergio Rodríguez fue decisivo en la remontada del equipo de Chus Mateo
El Real Madrid ganó la Undécima Copa de Europa en una final memorable que es el colofón a unas semanas de película para el equipo blanco. Una canasta de Llull a tres segundos del final acabó con la encomiable resistencia del Olympiacos.
Lo mejor para el Madrid en los dos primeros cuartos es que la "Tavaresdependencia" no existió y eso después de lo vivido en las dos últimas semanas ya era importante. Hubo muchos jugadores que sin necesidad de estar mucho tiempo en pista estuvieron implicados desde el primer segundo. Y eso con la explosiva salida que tuvo Olympiacos fue un factor relevante. Los griegos empezaron a lo grande. Y eso que la nueva apuesta de Chus Mateo por Ndiaye en el quinteto titular pareció funcionar... al menos de salida. Después de "bailar" con Leday y Mirotic tocaba Vezenkov, el MVP de la primera fase. El ala-pívot canterano se soltó con un triple y un par de buenas defensas en las que se mezclaron el buen trabajo atrás y la ansiedad del búlgaro. Vezenkov empezó tapado, pero se animó en cuanto los tiradores del Olympiacos desenfundaron. Entre Canaan y Papanikolaou se marcaron cinco triples en el primer cuarto y el Olympiacos doblaba en el marcador al Madrid (24-12).
Pero no todo eran malas sensaciones. Fall, en su empeño por detener a Tavares, había cometido dos faltas. En los griegos sólo habían anotado tres jugadores y la defensa zonal del Madrid dio pistas de que podía incomodar los ataques de los del Pireo. Olympiacos mandaba gracias a su notable acierto exterior de salida, pero mantener un porcentaje elevado desde la larga distancia en un partido tan exigente no es sencillo. Por eso el Madrid insistió con la zona. Los lanzamientos no eran precipitados ni mal seleccionados, pero la puntería cambió de bando. Chus Mateo ordenó a Hezonja atacar a Vezenkov. Se trataba de que la gran amenaza en ataque de los griegos tuviera que trabajar en defensa. La actividad y acierto del croata impulsaron al Madrid que contó con la aportación de todo el banquillo. Aparecieron Causeur, el Chacho y hasta Randolph (40-45) para anotar media docena de triples en el segundo cuarto. Olympiacos se agarró a la intensidad de McKissic para evitar la escapada del equipo de Chus Mateo al descanso (45-45).
Y regresó con la fórmula que tan buen resultado le había dado al principio. Entre Canaan y Vezenkov desactivaron la defensa del Madrid. Al MVP se le esperaba, pero la importancia del escolta estadounidense empezó a resultar excesiva. Su máxima anotación de la temporada habían sido 20 puntos y mediado el tercer cuarto ya sumaba 18. Los triples caían con una facilidad inquietante (59-54). Y ahí apareció otro de los jugadores clave del Madrid en las últimas semanas, Williams-Goss. El base estadounidense, con el equipo sufriendo en ataque, se encargó de que la situación no empeorara (63-59).
Lo hizo en el arranque del último cuarto. El Madrid siguió cobijándose en la zona y Vezenkov se inventó un triple de ocho metros para desactivar la defensa (68-61) y que sonaran las alarmas. Bartzokas ordenó a Walkup que se convirtiera en la sombra del Chacho para complicar los ataques del Madrid. Y lo hizo, pero en el primer momento crítico llegaron dos triples salvadores de Causeur. El problema es que Vezenkov seguía a lo suyo y para el Madrid era cada vez más complicado anotar (76-70 a 3:11). El equipo recurrió a sus armas más fiables en los últimos días: la defensa zonal y la conexión Chacho-Tavares. Y la apuesta sirvió para llegar hasta el final con opciones e incluso disponer de la última posesión para ganar el partido. Chacho anotó un triple vital a 45 segundos del final y Olympiacos no supo resolver un ataque que acabó con un mal tiro de Fall. Restaban 12.7 y la bola era para el Madrid. Bola para Llull, que no había anotado hasta entonces, y el capitán se sacó una de las suyas. Un bloqueo de Tavares facilitó mínimamente el camino. Apareció la ayuda de Fall y Llull se inventó un tiro desde cuatro metros y medio. Un arco imposible sirvió para sortear a la torre griega y el balón acabó dentro. Restaban 3.2. Y la bola llegó a Sloukas. El tiro del base griego desde seis metros no tuvo premio. La Undécima era del Madrid y las lágrimas incontenibles de alegría, también.
78. Olympiacos (24+21+18+15): Walkup (0), Canaan (21), Papanikolaou (6), Vezenkov (29) y Fall (0) -quinteto titular- Bolomboy (2), Sloukas (6), Black (0), McKissic (14) y Larentzakis (0).
79. Real Madrid (17+28+14+20): Williams-Goss (9), Hanga (2), Musa (6), Ndiaye (3) y Tavares (13) -quinteto titular- Hezonja (12), Causeur (11), Rodríguez (15), Rudy (3), Randolph (3) y Llull (0).
Árbitros: Pukl (Esl), Vilius (Lit) y Difallah (Fra). Sin eliminados. Técnicas a Chus Mateo y al banquillo del Real Madrid.
Incidencias: 13.848 espectadores en el Zalgirio Arena. Partido correspondiente a la final de la Euroliga.
Semifinales: Olympiacos, 76-Mónaco, 62 y Barcelona, 66-Real Madrid, 78.
Final: Olympiacos, 78-Real Madrid, 79.
Tercer y cuarto puesto: Mónaco, 78-Barcelona, 66.
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