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Marta Xargay, alero de España: Friki de la moda y maniática del orden

Uno de los pilares de la Selección, que hoy se juega el primer puesto con Bélgica, tiene una tienda de ropa en Gerona

Marta Xargay / Efe
Marta Xargay / Efelarazon

Uno de los pilares de la Selección, que hoy se juega el primer puesto con Bélgica, tiene una tienda de ropa en Gerona.

Es una de las piezas claves de España. «Hace de todo», asegura Lucas Mondelo de una jugadora a la que llaman «La Chica Maravilla». Se define como una «friki de la moda» y una «maniática del orden» a la que la le encanta «cocinar para los amigos, comer sano y el sushi». Hoy volverá a ser vital en el partido ante Bélgica. Y no quiere saber nada de cuentas raras para evitar la semifinal contra Estados Unidos. «Nosotras salimos siempre a ganar, eso que nadie lo dude ni un segundo», asegura. Si España gana o pierde por menos de 8 puntos será primera y en unas hipotéticas semifinales llegarían las yanquis. Una selección que está lejos de lo que se esperaba. «Hay que confiar en que siempre se puede ganar. Ellas van de menos a más y en los momentos importantes se pondrán a jugar», dice Marta.

Además de protagonista en la Selección, «Xargy» (20-12-1990, Gerona) lo ha ganado todo en Europa tras pasar por Salamanca y Praga. La próxima temporada emigrará a Rusia. En enero firmó por el Dynamo Kursk, donde la dirigirá Mondelo y compartirá vestuario con otra internacional, Anna Cruz. «Me voy a reencontrar con él nueve años después de empezar en Salamanca. He firmado por dos temporadas y creo que en el momento en que salí de España hacia Praga pensé: ''Lo voy a hacer todo y ya habrá tiempo de volver''. Ahora voy a un club que aspira a ganarlo todo y llego con la mente abierta para ayudar, conocer la Liga, las ciudades...» Y cómo prepara una enamorada de la moda la maleta para toda una temporada: «Tras el Mundial voy a tener una semana, pero me he hecho el propósito de llevar sólo dos maletas. ¡Es un problema! Lo bueno es que sólo tengo que coger ropa de invierno así que me quito la mitad del armario».

Su gusto por la moda se traduce en una tienda, Unaunica, en Gerona que lleva junto a su madre y su hermana. «Tenemos piezas únicas y muy diferentes a lo que se encuentra en el mercado. Trabajamos con producto nacional, que es algo que muy pocas tiendas pueden decir. Cuando me retire me gustaría dedicarme a la moda», comenta. «Me veo todos los desfiles por Internet y de momento no se me ha acercado ningún diseñador para desfilar, pero entre que salgo más en los medios y soy un poco friki, pues a lo mejor...». También confiesa que a veces ha llegado a ser una compradora compulsiva, aunque «este verano pese a que en la concentración hay bastante tiempo, me he portado bien y no me he comprado nada... pero de momento».

La concentración también es un lugar que pone a prueba su gusto por el orden y la limpieza, aunque el tiempo que lleva de compañera de habitación con la capitana Laia Palau es un alivio. «Soy bastante maniática con lo mío y, aunque cada una tiene su espacio, Laia intenta que todo esté ordenado para que no me ponga nerviosa».

Xargay empezó a jugar a baloncesto con cinco años en Gerona y dio el salto al profesionalismo en Salamanca. De ahí a Praga, Phoenix y ahora Rusia. «A Salamanca llegué con 18 años y no tenía ni idea de a lo que me enfrentaba. Tuve la suerte de encontrarme con un buen grupo de nacionales y jugar en un pabellón en el que siempre había 3.000 personas y eso a nivel femenino es difícil vivirlo. En Praga crecí como jugadora, sobre todo los dos últimos años y en Phoenix aprendí a vivir conmigo misma. Allí te dan unas dietas y te buscas la vida, no comes con nadie».

En Praga, ese crecimiento como jugadora coincidió con el trabajo con una psicóloga con la que continúa. «Me aporta tranquilidad y me ha hecho valorarme a mí misma. Hay que entrenar la mente». La Selección ayuda: «Aquí venimos a pasarlo bien y a ayudarnos unas a otras porque somos amigas, somos una familia que dentro y fuera de la cancha disfruta muchísimo».