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MotoGP

Marc Márquez cabalga de nuevo en Austin

Impresionante victoria del “93″, que muestra su mejor versión en uno de sus circuitos preferidos y no da opción a sus rivales. Quartararo y Bagnaia completan el podio y el francés se acerca al título

Marc Márquez, con su sombrero texano, disfruta en el podio de su victoria en Austin
Marc Márquez, con su sombrero texano, disfruta en el podio de su victoria en AustinERIK LESSEREFE

No hay mejor medicina para Márquez que un circuito en el que se siente invencible. Uno de esos trazados que son casi de su propiedad, donde ganaba sí o sí antes de su lesión y donde ahora aprovecha para llenarse de calmantes para que el brazo derecho le duela menos. Esta temporada ya había ganado en Sachsenring, prácticamente el salón de su casa, y luchó hasta el final por el triunfo en Motorland Aragón, otro de esos circuitos en los que predominan las curvas de izquierda y donde marc es un pez dentro del agua. Y Austin es un océano para el de Cervera, que volvió a cabalgar de nuevo a lo grande en Texas. Allí ganó en 2013, 2014, 2015, 2016, 2017 y 2018. En 2019 iba escapado con cuatro segundos de ventaja y resbaló cuando nadie lo esperaba. Después vino la pandemia y el accidente, así que la de este fin de semana era la priera vez que volvía a Austin después de todo lo sucedido. Quedaba por saber si volvería a ser el mismo en el Circuito de las Américas o no, y la respuesta fue contundente. Se impuso a lo grande, como en los viejos tiempos, y eso que la «pole» se le escapó el sábado. Quizá por eso en la previa decía que el podio era un objetivo, pero el triunfo no lo veía claro. Pues menos mal que no era así, porque apabulló a todos los rivales desde el minuto uno hasta el último.

Salió como un cohete en cuanto se apagó el semáforo y lo que no hizo nunca fue mirar hacia atrás. Tiró y tiró como le gusta, exprimiendo la Honda en cada curva, y los segundos de ventaja fueron cayendo de manera tan precisa como lo era su pilotaje. Uno, dos, tres... hasta más allá de los cuatros segundos se fue su ventaja, confirmando una impresionante victoria por goleada. Entró en meta haciendo un caballito, como no podía ser de otra manera en la tierra del rodeo. Fue su séptima victoria en ocho visitas a Austin y un aviso para el año que viene, donde está dispuesto a recuperar sí o sí su trono Mundial.

Esta temporada lo tiene cada vez más cerca Quartararo, que otra vez no falló y con su segundo puesto le metió otros cuatro puntos a Bagnaia, que alcanzó el podio con la complicidad de los otros pilotos de Ducati, que lo dejaron adelantar sin ofrecer resistencia. Ahora el francés tiene 52 de ventaja sobre el italiano con 75 por repartir. Es decir, que si no pierde más de dos con Bagnaia en Misano podría incluso ser campeón dos carreras antes del final. Pero eso será otro día, en Texas el protagonista fue Márquez, que prometió comerse un donut en el podio si ganaba y lo devoró.