Lo que les pasa por la cabeza

Pocas cosas hay tan personales para un piloto como su casco. Un complemento que, además de ser básico para su seguridad y un soporte publicitario magnífico para los patrocinadores, se ha convertido en un «muro» ideal para que los protagonistas expresen todo tipo de ideas. Casi obras de arte, diseñadas por los mejores especialistas y en las que caben desde una frase o dibujo motivador hasta el recuerdo a un amigo, o una campaña solidaria. Después, las marcas que los fabrican aumentan sus ventas con las réplicas que ponen a disposición de los aficionados que quieren lucir, por ejemplo, el casco que Rossi estrenó para el último Gran Premio de Italia. El italiano suele lucir uno especial cuando corre en casa y se sienta con Aldo Drudi, su diseñador habitual, para darle forma a la idea. Hace dos semanas sorprendió con una enorme tortuga verde, tomándose con humor su evidente lentitud frente a los tres pilotos españoles que ahora dominan en MotoGP, y todo el mundo recuerda aquel en el que dibujó unas enormes orejas de burro para reconocer un error que había cometido previamente sobre la moto.

En Montmeló, Lorenzo y Márquez presentaron novedades en sus cabezas, igual que Jordi Torres. La marca que hace los cascos al piloto del equipo Aspar le ha hecho uno igual al que solía lucir su hermano Rubén, que perdió la vida en Montmeló en una carrera del Campeonato de España en 2006. «Siempre hay que acordarse de los que están más arriba», decía ayer Jordi en Telecinco, mientras mostraba su nueva protección.

Valentino ha sido uno de los pioneros en transformar casi en grafitis un espacio que era más sagrado en épocas pasadas. Los cascos blancos eran más habituales en otros tiempos. Ahora, sólo Romano Fenati, la futura estrella italiana, asegura que siempre lo llevará limpio. Habrá que ver si una buena oferta de patrocinio no le convence de «ensuciarlo».

q «Superpole» para Pedrosa. Dani dejó a todos con la boca abierta con una «pole» de récord, que pulverizó el de Stoner en el trazado catalán. Fue más de medio segundo mejor que Crutchlow y Lorenzo, que tuvo problemas con el embrague: «Creo que estoy más cerca que esas seis décimas», decía. Hoy se verá.