Motociclismo

San Marino

Respuesta de campeón

Con un monólogo perfecto, Lorenzo suma su segunda victoria consecutiva y mantiene la fe en el campeonato

Jorge Lorenzo toma una de las curvas del circuito de Misano. A su espalda, difuminados, Pedrosa y Márquez durante un momento de la carrera de ayer
Jorge Lorenzo toma una de las curvas del circuito de Misano. A su espalda, difuminados, Pedrosa y Márquez durante un momento de la carrera de ayerlarazon

Ni siquiera ganando las cinco carreras que quedan, Lorenzo depende de sí mismo para ser campeón del mundo, pero de momento se ha apuntado las dos últimas y necesita una tercera en Alcañiz para mantenerse en la lucha. Su única opción es ser perfecto y esperar los errores de los rivales y en ello anda. El curso pasado era él quien tenía una cómoda ventaja en el liderato, y su trabajo fue administrarla con inteligencia. Ahora, se encuentra al otro lado del espejo y le toca correr sin mirar atrás mientras evita un fallo que sería definitivo.

En San Marino firmó un monólogo impecable, marca de la casa cuando se siente en plenitud física y en equilibrio perfecto con su Yamaha. A pesar del dominio absoluto de Márquez durante todo el fin de semana, la carrera fue propiedad de Jorge desde el primer hasta el último kilómetro. Se situó en cabeza nada más apagarse el semáforo y difuminó a todos con una escapada sin ninguna fisura. Tan superior se sintió, que a falta de dos curvas se permitió el lujo de soltar una mano del manillar para responder a la grada que le aclamaba. «Las modificaciones que hicimos por la mañana para mejorar la moto han funcionado. Y creo que el "seamless"me ayudó a conservar mejor los neumáticos», explicaba en relación a la nueva caja de cambios estrenada en Misano. Se sentía satisfecho, aunque consciente de la ingente cantidad de trabajo que tiene todavía por delante.

La victoria fue incontestable, pero la mala noticia para él es que no por esto dan más puntos y, con Márquez en segundo lugar, sólo pudo descontar cinco al de Honda en la carrera hacia la corona de MotoGP. Por primera vez en mucho tiempo Márquez no ganó ni estuvo cerca, aunque es cierto que fue el que más amenazó con abortar la escapada del número 99. Le costó arrancar al «rookie» del año, condenado por un par de errores al comienzo. Reconoció que no estaba cómodo con el depósito de combustible lleno y cuando quiso darse cuenta Lorenzo ya tenía más de cuatro segundos de ventaja. Sin tener un día redondo, la nueva sensación del motociclismo dejó varias acciones para el recuerdo y puso otra vez en pie a los que aman la gasolina. A Rossi volvió a arrancarle las pegatinas con un adelantamiento contra el que ni rechistó Valentino, para después lanzarse a por Pedrosa, que le puso muchísima más resistencia para acabar igualmente derrotado.

Fue un mano a mano de nivel y apasionante entre los dos pilotos del equipo Repsol Honda y Dani no tuvo más remedio que ceder ante el empuje de su joven compañero, no sin antes devolverle el primero de los adelantamientos. «He dado todo lo que tenía, así que no me puedo reprochar nada», comentaba Pedrosa, el peor parado tanto en las sensaciones como al hacer cuentas. Cada vez está más lejos del líder y ya ha cedido el segundo lugar en favor de Lorenzo.