Atletismo
Muere Dick Fosbury, el "inventor" del salto de altura
Fue un revolucionario, un innovador y su estilo, además de cambiar la historia de su disciplina, le valió para ganar el oro olímpico en México 1968
El atletismo mundial está de luto por la muerte de uno de los "inventores" de una de sus disciplinas. En los Juegos de México 1968, con permiso de los 8,90 de Bob Beamon en longitud y la mítica escena del black power, el estadounidense Dick Fosbury fue el gran protagonista. El campeón olímpico de salto de altura en aquellos Juegos ha fallecido con76 años. "Con el corazón encogido tengo que anunciar que mi viejo amigo y cliente Dick Fosbury falleció en paz mientras dormía el domingo por la mañana tras una breve recaída de un linfoma", señaló Ray Schulte, su representante, en Instagram.
Fosbury fue un revolucionario, un innovador que creó una nueva técnica en el salto de altura. Cuando todos los atletas se aproximaban al listón y lo saltaban de frente con la técnica denominada rodillo ventral, Fosbury decidió saltar de espaldas creando una técnica bautizada con su apellido y que le proporcionó el oro olímpico.
En la final de aquellos Juegos, Fosbury necesitó nueve saltos con su revolucionario estilo para subir a lo más alto del podio. Ganó la final con un salto de 2,24 en su tercer intento. Su compatriota Edwards Carutherns se quedó en 2,22 con el estilo clásico para colgarse la plata y el ruso Valentin Gavrilov, también con el rodillo ventral, fue bronce con dos centímetros menos. Fosbury se llevó el oro, pero no pudo batir el récord del mundo que estaba fijado en 2,29.
Fosbury era un saltador más en su etapa colegial. Sus marcas utilizando la tijera o el rodillo ventral no eran nada especiales. Eso fue hasta que probó el denominado luego "Fosbury flop". En vez de saltar de frente al listón, se eleva en una curva, se gira de espaldas y con el brazo extendido trata de buscar un arco lo más pronunciado posible para superar el listón. Su aparición en 1968 transformó para siempre su disciplina. 25 años después, en 1993, el cubano Javier Sotomayor voló sobre 2,45 en Salamanca para fijar un récord del mundo que todavía se mantiene.
"Entre los atletas más influyentes en el deporte, la innovación de Fosbury llevó el salto de altura a otro nivel y permaneció involucrado en el atletismo durante toda su vida. Compartiendo su conocimiento y habilidad con las generaciones futuras al entrenar en numerosos campamentos de atletismo, también se desempeñó como vicepresidente de la Asociación Olímpica y Paralímpica de los Estados Unidos y presidente de la Asociación Mundial de Atletas Olímpicos", señaló World Athletics. La Federación Estadounidense también lamentó el fallecimiento de "una verdadera leyenda y pionero en el mundo del atletismo", como calificó al de Oregón el CEO del organismo, Max Siegel. "La técnica innovadora de Dick del 'Fosbury Flop' revolucionó el evento de salto de altura y cambió para siempre el deporte. Su victoria en los Juegos Olímpicos de 1968 no sólo consolidaron su lugar en la historia olímpica de los Estados Unidos sino que también dejaron una marca indeleble en la comunidad atlética mundial", aseguró.
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