Real Madrid

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Navas, de la duda a la nostalgia

En el Madrid ha vivido entre la sospecha y la heroicidad. El derbi del Wanda será el primer partido clave que se pierda. Le toca a Casilla.

Navas, de la duda a la nostalgia
Navas, de la duda a la nostalgialarazon

En el Madrid ha vivido entre la sospecha y la heroicidad. El derbi del Wanda será el primer partido clave que se pierda. Le toca a Casilla.

Entre la sospecha y la heroicidad ha transcurrido la vida de Navas en el Real Madrid. Pocos días tranquilos ha tenido un portero que se apoya en su fe religiosa y en su descomunal capacidad de trabajo para superar los días malos y no debilitarse con los buenos. Supo ser suplente en la última temporada de Casillas, deslumbró en su segundo curso de blanco y vivió en la sospecha la mayor parte del tercero, que terminó a lo grande con aquella mano a Pjanic en la final de la Champions en Cardiff. Esa parada cambió el rumbo del partido, que es lo que actualmente se pide a los guardametas de los equipos grandes. El Barça sobrevive muchas noches gracias al binomio Ter Stegen-Messi y algunos puntos de los que tiene el Atlético en la Liga son obra únicamente de la seguridad de Oblak.

Keylor dio el primer paso hacia la Duodécima ante la Juventus con una exhibición de reflejos cuando el marcador todavía no se había movido. Aquella acción y alguna más borraron una temporada en la que jugó lastrado por una lesión en el tendón de Aquiles y por la ansiedad de sentirse especialmente observado. Algunos pedían el fichaje de una estrella para la portería y, otros, la titularidad de Casilla, algo a lo que siempre se opusieron Zidane y Lluís Llopis. Para el preparador de porteros blanco no había ninguna duda: Casilla tendría sus apariciones, pero los días grandes serían siempre para Navas. Y así ha sido hasta ahora, porque el derbi del sábado en el Wanda será uno de los primeros partidos decisivos en los que el costarricense no va a aparecer en el once titular. Está descartado para visitar al Atlético, porque se lesionó en el anterior parón internacional de selecciones. Desde entonces sólo ha jugado en el Bernabéu ante el Tottenham, donde firmó una de sus mejores actuaciones con el Real Madrid. Arriesgó por lo que había en juego y le arrebató los focos al goleador de moda. Kane tuvo el tanto de la victoria en un mano a mano en el que Keylor envió el balón a córner con la punta de los dedos. «Buenas paradas», le dijo Harry en zona mixta.

Había descansado unos días antes en Getafe y no ha vuelto a aparecer. Sigue trabajando en su recuperación y le toca a Casilla dar un paso adelante. El ex del Espanyol disputó el choque de Wembley, un partido de campanillas, pero cuyo resultado no era definitivo. El del Atlético, después de los puntos que se han dejado ambos en el camino, sí que lo será y algunos de los que dudaban de Navas ahora le echan un poco de menos. No es el caso de Zidane, que confía en Kiko y siempre ha tratado de mantenerlo activo con apariciones esporádicas. Ha jugado las dos últimas ediciones de la Copa del Rey y también disputó la final de la Supercopa de Europa de 2016 por lesión de Keylor. Seguramente ha sido su partido más decisivo desde que regresó a la que había sido su casa hasta el de este fin de semana. Kiko ha completado siete partidos esta temporada y en tres dejó la portería a cero: Fuenlabrada, Eibar y Las Palmas, y su titularidad ha coincidido también con las dos últimas derrotas. No es un portero espectacular, pero destaca su regularidad. De él dependerá que no se extrañe a Keylor en el derbi.