Tour

El País Vasco se viste de amarillo

El Tour ya ha tomado las tres capitales vascas que albergarán el fin de semana las dos primeras etapas de la ronda francesa

Las calles de Vitoria ya están engalanadas con los colores del Tour
Las calles de Vitoria ya están engalanadas con los colores del TourEuropa Press

Estos días, en el País Vasco todo es de color amarillo. Los bancos de las calles y parques de Bilbao están pintados de ese color, las rotondas (y hay unas cuantas) de la capital, Vitoria-Gasteiz, se han llenado de bicicletas del mismo tono. A juego con los maillots a tamaño gigante que iluminan el Kursaal de San Sebastián. Los escaparates de todas las tiendas, más de lo mismo: trajes ciclistas, pintadas de corredores, bidones, bicicletas antiguas... la emoción se palpa. Llega el Tour a un lugar en el que el ciclismo es una religión, parte de la cultura y del día a día. Euskadi es ciclismo y el ciclismo es Euskadi. Por eso, el País Vasco y su parroquia de aficionados merecían algo así. «Es el evento más grande que va a acoger Euskadi, seguramente en toda su historia. No va a haber nada tan enorme como esto», apunta Abraham Olano, ex ciclista y campeón del mundo para la historia, él y su rueda pinchada entrando en la meta del Mundial de 1995. Integrante hoy de la Federación Guipuzcoana de ciclismo, tiene claro que «el Tour no es un acontecimiento únicamente deportivo: tiene mucho de mediático y sirve para vender país. El ciclismo no se practica en estadios, pasa por ciudades, paisajes o monumentos, y ayuda a que el telespectador desee viajar a este o a aquel lugar. Todo esto mueve un mercado impresionante».

De Bilbao a la espectacular costa vizcaína con la joya de la corona que es San Juan de Gaztelugatxe, el paso por el ya mítico Vivero, la salida de Vitoria, la ciudad con más kilómetros de carril bici de España, hasta la siempre espectacular San Sebastián y su playa de la Concha y la belleza interior de Guipuzcoa hasta desembocar en tierras vasco-francesas en la tercera etapa con meta en Bayona. Tres etapas en las que el País Vasco quiere brillar. A la vez supondrá «uno de los mayores retos que hemos tenido que afrontar en nuestra historia», señala sin dudar Josu Erkoreka, consejero de seguridad del Gobierno Vasco.

Bilbao estará blindada al tráfico casi por completo desde el jueves por la tarde, cuando el exterior del Guggenheim acoja la presentación de equipos. Unos 1.700 ertzainas trabajarán en cada una de las tres etapas, 60 motoristas, 500 alumnos de la academia de Policía vasca. Unos 1.800 voluntarios y 26 parques de bomberos en guardia estarán movilizados del 1 al 3 de julio.

Los cortes de tráfico, ya han avisado desde el Gobierno Vasco, «influirán prácticamente en la vida de todos los vascos al menos durante unas horas». Desde los cortes de carreteras hasta de los accesos al aeropuerto de Loiu y el de Hondarribia.

Así que paciencia. A coger la bici y disfrutar del Tour. Por estas tierras, y con la excusa de la salida del Tour, se viene haciendo ya desde hace meses. Desde marchas cicloturistas, que acogidas por el sello de garantía de la ronda gala se han organizado en las tres capitales vascas con más de 3.000 participantes en cada una, hasta simulaciones en bicis estáticas, homenajes a los ciclistas vascos ganadores de etapas en el Tour, salidas en bicicleta para las familias y hasta ciclos de conferencias a los que incluso ha acudido el mítico Sean Kelly, en un homenaje al legendario equipo alavés KAS. El irlandés, ganador de cuatro de los cinco monumentos y de una Vuelta, señaló que «será una de las salidas más especiales de la historia del Tour por la pasión con la que aquí se vive el ciclismo. Recuerdo cuando venía a correr la Vuelta al País Vasco y las carreteras estaban plagadas de gente y yo pensaba para mí, ¿pero aquí nadie trabaja? ¡Todo el mundo estaba en las cunetas!».