Fútbol

El penalti que ha fallado España contra Inglaterra en el último minuto (1-0) y pierde la final sub'21

España perdió contra Inglaterra el Europeo sub'21 de la manera más terrible: Abel Ruiz falló un penalti en el último minuto del encuentro

Batumi (Georgia), 08/07/2023.- Levi Colwill (C) of England in action against Abel Ruiz (R) of Spain during the UEFA Under-21 Championship final match between England and Spain in Batumi, Georgia, 08 July 2023. (España) EFE/EPA/YURI KOCHETKOV
Abel Ruiz falló el penalti en la final Inglaterra-EspañaYURI KOCHETKOVAgencia EFE

Abel Ruiz lo tuvo. Después de todo el partido, de una segunda parte con la selección volcada en el área de Inglaterra, picando y picando, en el último minuto, Abel Ruiz tuvo un penalti para empatar el partido y mandarlo a la prórroga. La falta se la hicieron a él y por eso cargó con toda la tensión, esas situaciones en las que maduras, pase lo que pase, aunque eso no siempre sea bueno. Era su turno, su momento de gloria, el momento en el que las películas se desarrollan a cámara lenta.

Pero falló porque Trafford es un portero con futuro, lo mejor de la selección inglesa y paró como ha parado todo lo que le han tirado este campeonato. Hubo un rechace y volvió a pararlo el guardameta inglés, el dueño de las llaves, sin un tanto en contra en todo el campeonato, el principal culpable, por tanto, de que Inglaterra sea la campeona de Europa de los sub’21.

Dominó España, tuvo más posesión, de largo, que Inglaterra, tiró más en la final del Europeo sub’21 y, con el penalti, tuvo la ocasión más clara de todo el choque. Y perdió España, porque Inglaterra desarrolló mucho mejor su plan: hizo daño cuando tuvo la oportunidad y supo cómo hacer para que el rival no le hiciese daño. Sabía que su portero era su mejor arma y se fio de él hasta cuando se vio en el precipicio.

El equipo de Santi Denia, que en este campeonato ha tenido días buenos y otros no tanto, se sintió en la final, en el día más importante, impotente como nunca. No había manera de que le saliesen las cosas, ni de marcar: de lejos, por alto, de penalti tampoco.

Los nervios en el campo y en la grada, donde hubo algún incidente de un familiar, las prisas y las decisiones aceleradas cerca del área impidieron a España, sobre todo en la segunda parte, cuando ya se jugó con el partido volcado en el área rival, empatar el choque. Inglaterra defendió bien, tuvo personalidad para aguantar en los peores minutos y se llevan el campeonato dejando una lección que ya muchos se saben: es mucho más fácil ganar si no recibes un gol en contra.

El combinado inglés llegó a la final sin recibir ni un solo tanto y logró acabar el choque contra la goleadora española con su portería cero. Es un equipo sub’21 pero que tiene un modo de jugar que parece más experimentado. Por su forma de aguantar el resultado, de aprovechar sus momentos y también de calentar el encuentro cuando fue necesario. El filial de la selección inglesa consigue un título que con tanta pasión y tantas decepciones llevan buscando sus mayores. Habrá que ver si esta generación de futbolistas se consolida cuando lleven la batuta de la selección absoluta.

Algo que también habrá que ver con los futbolistas de Santi Denia, que han hecho un buen torneo, pero no sobresaliente. Es una buena generación de futbolistas, aunque da la pinta de que le falta un futbolista decisivo, un jugador que brille muy por encima del resto de jugadores. Son jóvenes y aún puede llegar, pero aunque Sancet, Abel Ruiz o Antonio Blanco han dejado buenas actuaciones, son grandísimos futbolistas acompañantes. Las estrellas, en principio, eran Rodri y Veiga. El primero ha estado desdibujado; el segundo ha sido suplente para salir en la segunda mitad.

Eso también ocurrió en la final, cuando Santi Denia volvió a cambiar el ataque para buscar algo nuevo con el que sorprender a un ordenado rival. Pero apenas lo consiguió.

A Inglaterra le salió todo bien. Saltó al campo, en la primera mitad, con más temple que España, aprovechando los despistes del rival, pero después, España cogió el ritmo. A Inglaterra le dio igual: estuvo muy cómoda robando en la presión y saliendo rápido. España sufrió al principio con eso, aunque luego se repuso. El problema de los españoles es que les costó crear ocasiones claras. Inglaterra tuvo un tiro al palo y el gol de rebote de falta cuando el partido llegaba al descanso.

Después se refugió más y más hasta agarrarse a su portero y esperar la victoria. Fue dramático, pero le salió bien..