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Cuando Nadal quería “ser” Gasquet

Se enfrentan en segunda ronda de Roland Garros. Como profesionales, Rafa le ha ganado siempre: 16 de 16. De niños, el referente era el francés. Ésta es su historia

Nadal y Gasquet, antes de un partido
Nadal y Gasquet, antes de un partidoLa RazónEFE

“Nos conocemos desde que éramos pequeños, jugamos nuestro primer partido con 12 o 13 y guardo un buen recuerdo de aquello”, dijo Rafa Nadal de su rival de segunda ronda de Roland Garros, Richard Gasquet, al que como profesionales le ha derrotado siempre: 16 de 16. “Es una enorme frustración haber perdido tantas veces contra él, es algo desagradable”, comentó el francés. Pero no siempre fue así. Hubo una época, de niños, en la que el referente era Gasquet y el que iba por detrás, Rafa. Lo recuerda bien Jofre Porta, que por aquel entonces era uno de los entrenadores de Nadal, estaba en su equipo de trabajo. Era 1999 y se iba a disputar “Les Petir As”, el torneo que oficiosamente es conocido como el campeonato del mundo de la categoría para chicos de 12 a 14 años y se vivió esta conversación entre Toni Nadal y Rafa:

Toni: ¿Tienes buen cuadro?

Rafa: Muy bueno, porque en cuartos tengo que a Gasquet.

Toni: Entonces sería mejor por el otro lado.

Rafa: No, no, no. Quiero medirme a Gasquet.

Gasquet era con doce años el referente mundial del tenis. “Salía por la tele en Francia, le daban mucho bombo, era una estrella”, describe Jofre Porta. Era el favorito para esa edición de “Les Petit As” y cumplió con las expectativas. A Nadal le ganó en un encuentro muy duro, remontando: 6-7, 6-3 y 6-4. Al año siguiente Gasquet ya no acudió a disputarlo. Fue cuando Nadal levantó el trofeo. Todavía tendrían más enfrentamientos, pero poco a poco Rafa se fue disparando. “Con 15 años ya gana cinco Futures seguidos y muchas cosas más”, explica Jofre Porta. En 2002, el tenista balear se impuso en Alicante, Vigo, Barcelona, Madrid, Las Palmas y Maspalomas, todos torneos de categoría Future.

 

Años después, cuando Gasquet ya tenían 17 o 18 años, Jofre Porta se volvió a encontrar con él, al que define como alguien majo y cercano pese a lo estrella que era y a lo que se vivía en Francia a su alrededor. Y tuvieron otra conversación interesante:

Gasquet: Enhorabuena por Rafa (el balear ya había despuntado del todo).

Porta: Tú, el próximo.

Gasquet: No, no, es que yo no soy un gladiador.

“Creo que es algo que él aceptó como un hecho y con Rafa fue al revés, él dijo: yo soy un gladiador”, opina Porta. “Gasquet fue educado a través del talento y Rafa fue educado a través del esfuerzo”, añade. “Aunque luego Gasquet se repuso y volvió a dar caña. Esa conversación fue en el momento en el que Rafa se disparó y él no le seguía la estela. Los niños de pequeños suelen compararse con los demás, y un acto de madurez es que no pese tanto lo de los demás y empezar a compararte contigo mismo, pero para eso tienes que tener una experiencia detrás. Ellos no la tenían, se miraban con el rabillo del ojo: uno persiguiendo, Rafa; y otro siendo perseguido, Gasquet. Y ser perseguido no mola nada, por eso la gente que es muy buena de pequeña si no se va con mucho cuidado puede haber este puntito de frustración porque todo se iguala y cuando se iguala tienes la sensación de haber perdido”, prosigue el ahora director de la academia Global Tennis Team, en Mallorca.

“Tenemos dos carreras largas y de éxito, es bonito poder enfrentarnos una vez más en un lugar importante para los dos como es Roland Garros”, dice Rafa Nadal de su nuevo partido contra el francés. Él se ha convertido en una leyenda de su deporte y Gasquet está teniendo una carrera destacable, con 15 títulos individuales, llegando a ser número siete del mundo y con casi 19 millones de dólares en premios ingresados. Una de las cosas que le queda por hacer es vencer a Rafa en el circuito profesional. Con Djokovic ha podido una vez en 14 partidos y a Federer le ha superado dos en 20. Pero contra Rafa, cero de 16, con unos primeros duelos en Estoril y Montecarlo muy competidos y después victorias más claras del español. El jugador galo encuentro una explicación. “La diagonal de derecha a revés es mi punto fuerte, un golpe que domino, pero él juega alto, es zurdo y anula esa fuerza que tengo. Su golpe de derecha en mi revés hace daño, por eso nunca le he ganado. Contra otros domino esa diagonal, pero contra él queda anulada. Tengo otros problemas, pero ese me hace mucho daño”, explica Gasquet.