Nadal vuelve a torturar a Gasquet y ya está en tercera ronda de Roland Garros

Richard Gasquet lo había avisado en la previa: “El revés es mi mejor golpe, pero su derecha alta me hace mucho daño”. Sabía lo que le esperaba contra Nadal. Pese a que el partido de segunda ronda de Roland Garros (venció el español por 6-0, 7-5 y 6-2) se jugó de noche y las condiciones cambian un poco, efectivamente la derecha de Rafa seguía teniendo un bote endiablado y por ahí comenzó a triturar al francés. Lo sabía, pero lo volvió a sufrir. También le tiraba el español pelotas altas con el revés contra el revés de Gasquet. Y le desactivaba el golpe así. Al final daba uno forzado, al siguiente no llegaba y tenía que cortar el golpe, hacerlo defensivo, y el punto ya estaba a lo que quería el zurdo. Mandó Rafa en el primer set de manera abrumadora mientras su rival corría de un lado para otro para “remar” constantemente. Pocos golpes daba parado, cómodo y con posibilidad de apretar, todos eran de emergencia. El balear fue sumando: uno, dos, tres, cuatro, cinco y seis juegos seguidos. Un set en blanco. Una tortura para el tenista local. En 24 minutos.

En el revés de Gasquet estaba su problema, pero también hubo un momento que encontró la solución, al menos para que hubiera partido. Si seguía igual, le esperaba lo mismo, además contra un Nadal muy fino. Sólo cometió el español tres errores no forzados en ese parcial inicial. Después empezó a cometer algún fallo más y cuando estuvo desesperado Gasquet, a punto de recibir otra paliza en ese segundo parcial, cambió el chip. Dio unos pasos adelante, al riesgo, a tomar la pelota con el revés según subía. Es difícil jugar mucho rato así sin perder el control, pero lo logró. Conseguía ser agresivo por fin, darle potencia casi a bote pronto. Tuvo una gran reacción, pero no suficiente porque en la igualdad Nadal también era mejor. Iba al límite el francés y más sobrado el español, que tuvo un buen partido de segunda ronda para seguir rodándose a la espera del siguiente partido contra el británico Cameron Norrie, que ha hecho una gira de tierra muy interesante con dos finales (Estoril y Lyon), pero que en Barcelona ya fue superado por el español con bastante facilidad.

Con Gasquet, Nadal repitió la historia, y ya son 17 triunfos en 17 partidos como profesionales. De niños eran grandes rivales, el francés era el mejor y el español iba por detrás, pero al dar el salto no ha habido color.