Federer se retira, adiós al maestro del Big3

Durante la construcción de una de las cinco torres en el norte del Paseo de la Castellana, el patrocinador del Masters 1.000 de Madrid decidió que para impulsar el torneo qué mejor idea que subir a Roger Federer a la zona más alta del rascacielos. ¿El problema? La subida hasta el piso 50 era por un ascensor exterior, descubierto y con una banda sonara nada tranquilizadora. Roger Federer se negó a ascender a los cielos de la capital en esas condiciones. Era lo lógico. Luego ofreció una conferencia de prensa a los medios congregados con su habitual amabilidad, disputó el torneo en la Casa de Campo y siguió acudiendo siete ediciones más a la Caja Mágica donde Madrid, como el resto del circuito, disfrutó de su tenis exquisito. La última vez que pisó la tierra batida de la capital fue en 2019, el último curso en que el físico le respetó.

Tres años después, Roger Federer dijo basta. Los recurrentes problemas en su rodilla derecha le han llevado a anunciar su retirada con 41 años. El adiós será después de la disputa de la Laver Cup, que se celebra entre el 23 y el 25 de septiembre. Está por decidir si será en un partido individual o defendiendo a Europa ante el resto del mundo en los dobles. Una pareja con ¿Nadal? o con ¿Djokovic? Una despedida a la altura de un deportista único.

El ganador de 20 Grand Slams ha publicado una carta y un vídeo en su cuenta de Instagram en los que ha anunciado su despedida. Federer se retira tras «una aventura maravillosa» de 24 años, pero después de tres temporadas que han supuesto «un reto en forma de lesiones y cirugías». Los problemas físicos habían convertido sus intentos de volver a competir en un calvario. Cumplió 41 años el 8 de agosto y las reapariciones llevaban demasiado tiempo posponiéndose. La renuncia al pasado Wimbledon era el anticipo de lo que estaba por venir. Federer no ha jugado un partido desde los cuartos de final de 2021 cuando cayó precisamente en Londres ante el polaco Hubert Hurkacz. El rosco con el que se cerró aquel partido era la evidencia de que algo no iba bien. En ese curso jugó 13 partidos. En 2020 se había quedado en la media docena que disputó hasta la semifinal del Open de Australia.

Roger señala en el comunicado de su adiós que ha hecho todo lo posible «por regresar de forma competitiva», pero que su cuerpo tiene «capacidades y límites» y le ha terminado enviando «un mensaje muy claro». «Tengo 41 años. He jugado más de 1.500 partidos durante más de 24 años. El tenis me ha tratado más generosamente de lo que nunca habría soñado y ahora debo reconocer que es el momento de terminar con mi carrera competitiva».

Federer admite que recibió «un talento especial para jugar al tenis» y que lo hizo a un nivel que nunca imaginó «y durante mucho más tiempo» de lo que pensó, reconoce, «que fuera posible». En un largo capítulo de agradecimientos, el suizo se refiere a su esposa Mirka y a sus cuatro hijos, a sus padres y hermana, a sus entrenadores, al equipo suizo de la Davis, a su grupo de apoyo, a sus patrocinadores, a los fans y también a sus rivales. «He tenido la suerte de jugar muchos partidos épicos que no olvidaré. Nos enfrentamos con limpieza, pasión e intensidad (...). Nos motivamos unos a otros y juntos llevamos el tenis a otro nivel», dice Federer.

La respuesta de Nadal no tardó en llegar. «Querido Roger, mi amigo y rival. Desearía que este día nunca hubiera llegado. Es un día triste para mí personalmente y para el deporte de todo el mundo. Ha sido un placer, pero también un honor y un privilegio compartir todos estos años contigo, viviendo tantos momentos increíbles dentro y fuera de la cancha», dice Rafa en un primer tuit, escrito en inglés. Su rivalidad, desde el primer partido en 2004 en Miami hasta las semifinales de 2019 en Wimbledon, está plagada de momentos culminantes. Finales de Wimbledon, de Australia, el partido con más público de la historia, el balance 24/16 para Nadal...

Federer concluye el comunicado asegurando que «los últimos 24 años en el circuito han sido una aventura increíble (...). He tenido la fortuna de jugar en 40 países. He reído y llorado, he sentido alegría y dolor, pero sobre todo me he sentido increíblemente vivo. Para terminar, al juego del tenis: te amo y nunca te abandonaré»..

Su adiós supone la despedida de uno de los más grandes deportistas de la historia. Sus duelos con Nadal y Djokovic (27/23 para el serbio desde 2006) forman parte de la mitología del deporte mundial. A Roger Federer le hacen grande sus números, pero sobre todo su manera de expresarse en una pista. Con su despedida se va el jugador más elegante de la historia del tenis, un talento irrepetible y el miembro más ilustre del «Big 3» que ha dominado el tenis mundial durante el siglo XXI.