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Jannik Sinner, rival de Alcaraz en el Us Open, se confiesa sobre el español: "Fuera de la pista..."

El italiano y Carlitos disputan esta noche la final del torneo estadounidense. Es un episodio más de su interminable batalla

Tenis/US Open.- (Previa) Alcaraz ambiciona el US Open y el número uno en otra final ante Sinner
Carlos Alcaraz contra Sinner, en la final del US Open 2025Europa Press

Jannik Sinner y Carlos Alcaraz volverán a cruzarse en un escenario grande del tenis mundial, en la final del US Open. Dos jóvenes que han marcado una época a base de talento, hambre y una rivalidad que crece partido a partido. A pocas horas de esta final, el italiano dejó reflexiones que permiten entender no solo cómo llega físicamente, sino también la naturaleza especial de su vínculo con el español.

Sinner encendió algunas alarmas durante su último compromiso en Nueva York. Un gesto abdominal en pleno partido preocupó a aficionados y especialistas, pero él mismo se encargó de despejar dudas:

“Solo sentí un pequeño tirón después de un servicio cuando serví allí en el segundo set con 4-3. Después del tratamiento, me sentí mucho, mucho mejor. En algún momento ya no sentí nada. Estaba sirviendo a mi ritmo normal, así que todo estaba bien. No hay nada de qué preocuparse. Pero preferí salir de la pista porque es en un lugar diferente. Así que todo está bien”, explicó con tranquilidad.

Una relación de respeto dentro y fuera de la pista

El tenis moderno vive de las grandes rivalidades, y la de Sinner con Alcaraz es quizá la más vibrante del momento. Lo curioso es que, pese a lo que ocurre en la pista, entre ambos existe un respeto y una cercanía que sorprende.

“En la pista nos gusta vernos, porque eso significa que, teniendo en cuenta nuestra clasificación, lo estamos haciendo bien en el torneo. Fuera de la pista nos encontramos a veces.Como siempre digo, también fuera de la pista tenemos una relación estupenda, y todo va bien entre él y yo, y también con todos los equipos. Es genial. Así que, sí, estoy deseando verle en la final”, aseguró el italiano.

Sinner no solo habló de sensaciones, también analizó la evolución técnica de ambos. Alcaraz, según él, ha dado un salto notable en su servicio: “Creo que ahora saca mucho mejor, con más velocidad, pero el porcentaje es muy alto en todo momento. Mucho más sólido, porque antes quizá tenía más altibajos. Ahora es muy constante”.

El español, en efecto, ha logrado añadir potencia y regularidad a su saque, algo que lo vuelve todavía más peligroso en pistas rápidas como las de Nueva York. Pero Sinner también se reconoce en progreso: “El servicio ha mejorado. Mi juego en la red también ha mejorado. Todavía no está donde me gustaría, pero estamos trabajando en ello. Y también el movimiento, la forma física es mejor. Antes quizá me costaba un poco si jugábamos tres o cuatro sets. Ahora me siento bien”.

Ese perfeccionamiento mutuo es lo que alimenta la rivalidad. Ninguno se conforma, ambos buscan crecer en cada aspecto del juego. El resultado es un espectáculo constante.

El doble filo de enfrentarse tanto

Sinner se mostró sincero al describir lo que supone tener a Alcaraz al otro lado de la red. Lo definió como un reto que disfruta, aunque no siempre sea sencillo:

“Me encantan estos retos. Me encanta ponerme en estas situaciones. Él es alguien que siempre me ha llevado al límite, lo cual es genial, porque así obtienes la mejor retroalimentación que puedes tener como jugador. Siempre que pisamos la pista, somos conscientes de más cosas, porque tanto él como yo intentamos preparar el partido tácticamente y de diferentes maneras. Pero a veces también es agradable no jugar contra él”.

Esa confesión muestra el peso emocional que conlleva esta rivalidad. No es cualquier duelo: es la vara de medir el nivel real de ambos. Y, aunque pueda resultar agotador, es también la gasolina que los mantiene creciendo.

El presente de Jannik Sinner no se entiende sin su consistencia. El italiano alcanzó ya cinco finales consecutivas de Grand Slam, un logro que lo coloca en la élite histórica:

“Nunca hubiera pensado que llegaría a esto cuando me convertí en profesional, y ahora me encuentro aquí. Así que es increíble. Creo que cinco finales consecutivas de Grand Slam es algo grandioso. La consistencia y el hecho de llegar a las últimas etapas de los torneos más importantes que tenemos es increíble y el domingo tengo un día muy importante”, celebró.

Ese dato habla de madurez, de capacidad para responder bajo presión y de una regularidad que antes le costaba encontrar. A sus 24 años, Sinner ya no es una promesa: es una realidad consolidada que pelea de igual a igual con el mejor del mundo.

Una final con doble premio

La cita de esta noche no es solo por el título del US Open. También está en juego el número uno del ranking mundial, lo que multiplica la tensión y la trascendencia del partido. Sinner y Alcaraz lo saben, pero lejos de intimidarlos, parece motivarlos. Cada enfrentamiento entre ambos tiene sabor a clásico moderno, de esos que marcan generaciones.

Nueva York será testigo de otro capítulo en esta historia compartida. Dos jóvenes que compiten con el corazón, que se exigen al máximo y que al mismo tiempo se respetan como colegas y como personas. Sinner lo dejó claro: lo disfruta, lo valora y quiere seguir escribiendo páginas doradas junto a Carlos Alcaraz.

El desenlace está por escribirse. Lo cierto es que gane quien gane, el tenis mundial ya tiene garantizado un espectáculo memorable.