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Nadal asusta

Rafa barre a Thiem, uno de los aspirantes a sucederle en la tierra batida. Sólo ha cedido 11 juegos hasta las semifinales de Montecarlo

Rafa celebra la victoria ante Dominik Thiem en los cuartos de final de Montecarlo
Rafa celebra la victoria ante Dominik Thiem en los cuartos de final de Montecarlolarazon

Rafa barre a Thiem, uno de los aspirantes a sucederle en la tierra batida. Sólo ha cedido 11 juegos hasta las semifinales de Montecarlo.

Restan cinco meses para el arranque de Roland Garros y Nadal ha jugado esta temporada diez partidos oficiales. Cinco en Melbourne, dos en la Copa Davis ante Alemania y tres en Montecarlo. Una decena basta para que Rafa asuste camino de su undécimo Roland Garros. Sus números en el torneo monegasco intimidan. Ya está en semifinales y sólo ha cedido once juegos. Ante Dominik Thiem, 6-0 y 6-2 en 68 minutos. Y eso que el austríaco estaba llamado a ser la alternativa al número uno del mundo sobre la arcilla roja, pero... A Rafa le funcionó todo. El saque y la derecha estuvieron a un nivel estratósferico. En octavos fue el revés y como físicamente está de lujo... Ya lo decían sus compañeros de entrenamientos en la Davis: «Está para ganar Roland Garros ya». Bedene, Kachanov y Thiem, sus tres primeras víctimas en Montecarlo, lo pueden confirmar.

Camino de su undécimo título en el Principado, Nadal atropelló al número siete del mundo con un rosco en el primer set. Fue un monólogo de poco más de media hora. No aflojó en la segunda manga y dio la sensación de que se quedó con ganas de más pista. Encadenó otros tres juegos y sólo cedió dos. Sus tres primeros capítulos en Montecarlo se han saldado con sólo 11 juegos en contra. «Es un gran resultado, pero no es normal. Él es uno de los mejores del mundo y especialmente sobre tierra. Creo que jugué bien porque mi derecha y mi saque funcionaron», afirmó Rafa. Después de un arranque de temporada marcado por la lesión en el psoas ilíaco y los más de dos meses de parón, los planes se están cumpliendo. Reapareció en la Davis para probarse y ganar confianza. Se impuso en sus dos partidos con mucha autoridad y ha cogido velocidad de crucero en su superficie favorita con una velocidad que asusta.

Hoy llega Grigor Dimitrov. El búlgaro se ha medido 11 veces con Rafa y ha perdido 10. La victoria, por supuesto, no llegó en tierra batida. «Hemos visto su mejor versión otra vez. Siempre tienes que estar preparado porque puede jugar así en esta superficie. Es un desafío muy duro», explica un jugador que tras su sobresaliente 2017 –cuatro títulos– lleva una temporada irregular. Después de ser finalista en Rotterdam, semifinalista en Brisbane y cuartofinalista en Australia se desplomó en la gira estadounidense en pista rápida. Ahora asegura: «Nadal no me asusta. Diría que él se siente muy cómodo sobre tierra. Ya he jugado muchas veces contra Rafa y siempre ha sido duro, pero eso no me desmotiva. Si las cosas no van como yo quiero, al menos podré aprender algo y eso podría ayudarme el día de mañana en mi carrera». La otra semifinal medirá a Nishikori y Zverev.