Incidentes

Se vuelve a liar parda en Grecia: el Olympiacos, campeón tras la suspensión de la final con el Panathinaikos

Los aficionados del Panathinaikos lanzaron petardos, usaron punteros láser y arrancaron sillas en el OAKA

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Los incidentes son habituales en los Panathinaikos-Olympiacos
Los incidentes son habituales en los Panathinaikos-OlympiacoslarazonLa Razón

La historia se repite en Grecia. El Olympiacos revalidó el título de campeón de la Liga griega tras un cuarto partido de la final ante el Panathinaikos disputado en el OAKA que tuvo que ser suspendido por el lanzamiento de objetos y petardos, y por los graves altercados con aficionados locales que causaron destrozos en el pabellón.

Los de El Pireo, subcampeones de la Euroliga y que llegaban con ventaja de 2-1, sólo necesitaban un triunfo más para levantar su decimocuarto título liguero. El equipo de Giorgios Bartzokas dominaba ampliamente en el marcador (35-63) cuando, a menos de tres minutos del final del tercer cuarto, los árbitros decidieron suspender el encuentro y mandar a los jugadores a los vestuarios para evitar daños mayores.

La Policía procedió entonces a desalojar el recinto, aunque los incidentes siguieron, por lo que se decidió dar por finalizado el encuentro y otorgar el triunfo al equipo que entrena Bartzokas, cuya imagen mientras era señalado por numerosos punteros láser desde las gradas se hizo viral rápidamente en redes sociales.

Antes de la suspensión, el Olympiacos volvió a mostrarse muy superior a su gran rival en el baloncesto heleno. Dominó con solvencia los dos primeros cuartos (15-24 y 11-24), lo que le permitió llegar al descanso con una cómoda renta de 26-48 que dejó encarrilado el triunfo. Dicha superioridad se mantuvo en la reanudación. Con un parcial de salida de 5-15 la renta visitante alcanzó los 32 puntos y, cuando el marcador reflejaba un abultado 35-63, la reacción de los aficionados del Panathinaikos obligó a la suspensión del partido y dejó sentenciada la Liga.

No es la primera vez que unos incidentes similares marcan el baloncesto griego. La rivalidad entre los dos grandes convierte cada partido entre Olympiacos y Panathinaikos en un foco de conflicto. Esta vez, a diferencia de otras ocasiones, los jugadores no tuvieron nada que ver en los incidentes. Todo partió de la grada y desde allí se generó un caos que resulta habitual.