El rival de España

Willy Sagnol, el niño que admiraba a Roger Milla

El seleccionador georgiano creció admirando al delantero camerunés, aunque se ganó la vida como lateral derecho. En Georgia ya es un ídolo

Gelsenkirchen (Germany), 26/06/2024.- French head coach Willy Sagnol of Georgia reacts during the UEFA EURO 2024 group F soccer match between Georgia and Portugal, in Gelsenkirchen, Germany, 26 June 2024. (Alemania) EFE/EPA/GEORGI LICOVSKI
Willy SagnolGEORGI LICOVSKIAgencia EFE

Cuando Willy Sagnol tuvo que sustituir a Carlo Ancelotti como entrenador del Bayern de Múnich no se imaginaba que sería el banquillo de Georgia el que le daría importancia en el fútbol europeo. El despido del actual entrenador del Real Madrid le dio la oportunidad de acercarse a la élite en la que ya vivió como futbolista. En Alemania vivió los mejores años de su carrera, como lateral derecho del Bayern, con el que ganó la Liga de Campeones en 2001 contra el Valencia.

Antes de trabajar en el Bayern ya había sido director deportivo de la selección francesa y seleccionador sub’21, pero en ningún sitio tuvo el reconocimiento que está teniendo como seleccionador de Georgia, a la que ha clasificado por primera vez para la fase final de una gran competición.

Cuando jugaba era lateral derecho, pero creció admirando a un delantero, como casi todos los niños. «Mi ídolo era Roger Milla. Todavía tengo la imagen suya bailando tras su gol con Camerún, con más de 40 años. Para mí, es uno de los grandes momentos en la historia de los Mundiales», dice. Aunque para él, el mejor de todos los tiempos fue Pelé.

Sagnol llegó tarde a los éxitos de la selección francesa en los últimos años del siglo XX. Debutó en noviembre de 2000, cuando Francia ya había enlazado el Mundial y la Eurocopa con Zidane al mando. Su historia con el equipo nacional francés es un relato de fracasos. Estuvo convocado para el Mundial de 2002, pero no jugó y Francia no pasó de la primera fase. En la Eurocopa de 2004, en Portugal, sí pisó el césped, pero los franceses volvieron a marcharse antes de tiempo, expulsados en cuartos de final por un gol de cabeza del griego Charisteas. Y en 2008 tampoco pasaron de la primera fase. Sólo en 2006 pudo acercarse al título en el Mundial de Alemania. Sagnol vio desde el césped el cabezazo de Zidane a Materazzi con el que acabó su carrera la estrella francesa.

Y es en Alemania, también, donde se ha reconciliado con la Eurocopa. Georgia fue cuarta en el grupo de España, por detrás de Noruega, pero su buena actuación en la Liga de Naciones, le permitió disputar la repesca y se clasificó después de derrotar en los penaltis a Grecia. Así se vengaba Sagnol de aquel cabezazo de Charisteas.

Sagnol ha sabido llegar al corazón de sus futbolistas con mensajes como el que les dio antes de jugar contra Portugal. «Algo así como ‘‘jugad vuestro fútbol y sed disciplinados’’. A otros les dije que recordaran cuando tenían 16 años para que jugaran así», afirmaba en la conferencia de prensa posterior a la victoria contra Portugal.

Sagnol ha elegido integrarse en la sociedad georgiana para hacer su trabajo. En lugar de dirigir a distancia, como sucede con otros entrenadores que dirigen a selecciones modestas que no son las de su país, él se ha instalado en Tiflis, donde pasa más de la mitad del año. Y el gobierno del país le ha premiado con la nacionalidad.

Aunque no todo es sencillo para él. A pesar de haber llevado a Georgia adonde nunca había llegado no se ha librado de las críticas. «Todos los días me insultan algunos idiotas. Estoy harto», aseguraba en la conferencia de prensa previa al partido contra Portugal. Las quejas le vinieron hace meses por la suplencia de Mikoutadze. «Llegaron a decir que esto se ha vuelto demasiado político. Estoy bastante alejado de la política porque quiero tomar decisiones sensatas basadas sólo en datos de fútbol», se defiende.