Economía
Premio Nobel de Economía para Paul Milgrom y Robert Wilson por la teoría de las subastas
Reciben el galardón por su teoría sobre la optimización de subastas, utilizada en la asignación de frecuencias de telecomunicaciones como el 5G
Los economistas Paul Milgrom y Robert Wilson ganaron hoy el Nobel de Economía por las “mejoras en la teoría de subastas e invenciones de nuevos formatos de subastas”, informó la Real Academia de las Ciencias Sueca. El galardón es el último de los Premios Nobel anunciado y será entregado, como los demás, el próximo 10 de diciembre. “Las subastas están en todas partes y afectan nuestra vida cotidiana”, explicó la Academia al anunciar los nombres de los galardonados. Milgrom y Wilson “han mejorado la teoría de las subastas e inventado nuevos formatos de subastas, beneficiando a los vendedores, compradores y contribuyentes de todo el mundo”, agregó la Academia.
De Wilson, la Academia destacó que su trabajo “mostró por qué los postores racionales tienden a colocar ofertas por debajo de su mejor estimación del valor común: están preocupados por la maldición del ganador, es decir, por pagar demasiado y perder.” En cuanto a Milgrom, “formuló una teoría más general de las subastas que no solo permite valores comunes, sino también valores privados que varían de un postor a otro”. Ambos “no solo aclararon cómo funcionan las subastas y por qué los postores se comportan de cierta manera, sino que utilizaron sus descubrimientos teóricos para inventar formatos de subastas completamente nuevos para la venta de bienes y servicios”.
La Academia sueca indicó que en 1994, las autoridades estadounidenses utilizaron por primera vez uno de los formatos de subasta de ambos galardonados ahora para vender frecuencias de radio a operadores de telecomunicaciones y que, desde entonces, muchos otros países han seguido su ejemplo. También recordó que “en la actualidad, en las subastas cambian de manos objetos por valor de sumas astronómicas de dinero todos los días, no solo objetos domésticos, arte y antigüedades, sino también valores, minerales y energía” y que las adquisiciones públicas “también se pueden realizar como subastas”. Utilizando la teoría de la subasta, los investigadores intentan comprender los resultados de las diferentes reglas de licitación y precios finales, el formato de subasta.
“Los galardonados en Ciencias Económicas de este año comenzaron con la teoría fundamental y luego utilizaron sus resultados en aplicaciones prácticas, que se han extendido por todo el mundo. Sus descubrimientos son de gran beneficio para la sociedad”, declaró por su parte el presidente del Comité del Premio, Peter Fredriksson.
El Nobel de Economía, cuyo nombre real es Premio de Ciencias Económicas en memoria de Alfred Nobel, es el único de los seis galardones no creado en su día por el magnate sueco, sino que fue instituido en 1968 a partir de una donación a la Fundación Nobel del Banco Nacional de Suecia con motivo de su 300 aniversario.
Paul Milgrom y Robert Wilson, los dos flamantes nuevos Nobel de Economía, tuvieron un gran reconocimiento previo por su trabajo cuando recibieron de manos de la Fundación de BBVA el galardón Fronteras del Conocimiento. Milgrom, de 72 años, lo logró por el mismo motivo en 2012, y Wilson, de 83 años, lo consiguió en 2015. El buen ojo del jurado de estos prestigiosos premios queda contrastado, no solo por la coincidencia en este caso, sino porque seis premios Nobel más de Economía fueron reconocidos previamente por la Fundación BBVA. Lars Peter Hansen, Jean Tirole, Angus Deaton, William Nordhaus, Abhijit Banerjee y Esther Duflo comparten junto a Milgrom y Wilson el cuadro de honor de ambos galardones. Eso así, algunos de los premiados por Fronteras del Conocimiento no lo fueron en la categoría de Economía: Nordhaus fue distinguido en el apartado de Cambio Climático, y Banerjee y Duflo recibieron el de Cooperación al Desarrollo
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