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Repsol vuelve a lograr beneficios con su negocio en el tercer trimestre del año

La energética mejora en 265 millones el resultado ajustado negativo que cosechó entre abril y junio. Hasta septiembre, registró un resultado total de -2.578 por el impacto de la Covid-19

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Sede de Repsol en MadridREPSOL22/04/2020larazonREPSOL

Repsol logró mejorar de forma importante sus prestaciones en el tercer trimestre del año. La compañía energética obtuvo entre julio y septiembre un resultado neto ajustado -el que mide propiamente el desempeño de su negocio- de 7 millones de euros, mejorando así en 265 millones de euros el resultado negativo ajustado de 258 millones de euros del trimestre anterior, según ha informado hoy la compañía. Este resultado trimestral constata ya una mejoría a partir del tercer trimestre en un sector especialmente castigado por la crisis del Covid-19, y mejora las estimaciones para la compañía que tenían los analistas.

Hasta septiembre, la energética registró un resultado positivo ajustado de 196 millones de euros. En total, Repsol registró unas pérdidas netas de 2.578 millones de euros en los nueve primeros meses del año tras apuntarse unos impactos de 2.774 millones de euros por la crisis mundial por la pandemia en la valoración de sus inventarios y por la revisión en su hipótesis de precios futuros del crudo y del gas y el ajuste del valor de sus activos de “Upstream” (Exploración y Producción), según ha explicado la compañía.

Desplome de precios

En concreto, la situación sin precedentes provocada por el coronavirus, que llevó a lo largo de este ejercicio a un desplome histórico de los precios del crudo y del gas, ha tenido un impacto negativo de 1.048 millones de euros en los inventarios de la compañía. Además, el grupo presidido por Antonio Brufau ha ajustado sus hipótesis de precios, lo que ha afectado al valor contable de sus activos de “Upstream”, reflejándose en un impacto de 1.726 millones de euros.

Para hacer frente a la difícil situación generada por el coronavirus, Repsol puso en marcha en marzo un Plan de Resiliencia con el propósito de reforzar la generación de caja y fortalecer el balance. Tras constatar un avance en la consecución de los objetivos fijados por este plan, a finales del tercer trimestre la compañía ha revisado los objetivos para el año, aumentando su estimación inicial de reducción adicional de los gastos operativos hasta los 500 millones de euros, el recorte de las inversiones hasta los 1.200 millones y la optimización del capital circulante en cerca de 700 millones de euros, frente a los 450 millones de reducción de costes y 1.100 millones de recortes de la inversión revisados ya en julio. A cierre del tercer trimestre, la compañía ya había conseguido reducir los gastos operativos en más de 350 millones de euros y optimizado el capital circulante en más de 400 millones.

Deuda y liquidez

El plan establece también que la deuda neta del grupo no se incremente esta año. En este sentido, a cierre del tercer trimestre, su pasivo se redujo en 882 millones de euros respecto al 31 de diciembre de 2019, hasta situarse en 3.338 millones de euros. Además, durante el periodo la generación de caja operativa del grupo dirigido por Josu Jon Imaz en todos sus negocios fue de 2.122 millones de euros.

Para reforzar su posición, en lo que va de 2020 Repsol ha realizado cinco emisiones de bonos por 3.850 millones de euros, de los que 1.500 millones corresponden a bonos perpetuos subordinados, que fortalecen su patrimonio, además de su liquidez. También ha incrementado las líneas de crédito comprometidas y no utilizadas en 1.605 millones de euros. De esta manera, la liquidez del grupo se situó en 9.099 millones de euros a final de septiembre, lo que cubre en 3,43 veces los vencimientos a corto plazo, cifra que también se incrementa respecto a las 2,43 veces del trimestre anterior.