Crisis
La OCDE cree que España crecerá el 5,7% este año, tras sufrir el mayor descalabro mundial en 2020
Aunque la Organización mejora sus previsión de crecimiento para nuestro país, se sitúa casi dos puntos por debajo de la del Gobierno de Sánchez
La OCDE es ahora más optimista que hace tres meses sobre las perspectivas económicas globales y eso incluye a España, que es uno de los países del G20 para los que la revisión es más pronunciada, con un crecimiento esperado del 5,7 % este año y del 4,8 % en 2022, después de sufrir el mayor desplome de su historia y del G20 el año pasado. En su informe adelantado de Perspectivas publicado este martes, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) eleva en siete décimas las cifras de 2021 para España con respecto a las que presentó en diciembre y en ocho las de 2022.
La corrección al alza de 2021 de España es la sexta más fuerte de los países del G20 y en 2022 la segunda, solo superada entonces por la de Canadá (de dos puntos porcentuales, hasta el 4 %) y al mismo nivel que la de Italia (también ocho décimas más, al 4 %). En la práctica, si se cumplen los augurios de la organización, solo habría tres países el año próximo en ese grupo de las grandes economías mundiales que tendrían una progresión del producto interior bruto (PIB) mayor que el de España: India (5,4 %), Indonesia (5,4 %) y China (4,9 %).
En cualquier caso, la previsión de crecimiento de la OCDE para España este año se queda muy por debajo del 7,2 % que había utilizado en octubre el Gobierno para elaborar su presupuesto (incluso había barajado un 9,8 % en caso de ejecución plena de los fondos de la Unión Europea).
Está más en línea con los cálculos de la Comisión Europea, que en febrero había estimado que el PIB español progresaría un 5,6 % en 2021 y un 5,3 % en 2022. Hay que tener en cuenta que en 2020 España sufrió el mayor batacazo de la lista del G20, con una recesión del 11 %, peor incluso que la de Argentina (-10,5 %). Esta es la primera vez que la OCDE ofrece previsiones sobre España en uno de sus informes adelantados, que se limitan a los países del G20. La explicación oficial es que también forma parte del grupo, aunque sea con el título de “invitado permanente”.
Los autores del informe explican los cambios en su previsión por las restricciones que se han impuesto en unos y otros países a causa de la situación epidémica, pero también por la campaña de vacunación, que tiene que ser la primera prioridad sanitaria y económica, y por los planes de estímulo. Por lo que se refiere a las vacunas, España es uno de los estados más avanzados en la administración de dosis en la Unión Europea, pero está limitado como los otros países miembros por el suministro de las farmacéuticas a partir de sus contratos. Pero mientras todavía está lejos de haber administrado alguna dosis al 10 % de la población, queda lejos del más del 90 % en Israel, del más del 30 % en el Reino Unido o del más del 20 % en Estados Unidos.
Sobre los planes de estímulo, los autores del informe no se privan de señalar la brecha entre la magnitud de las partidas que está poniendo rápidamente encima de la mesa en Estados Unidos y la tardanza en la activación del plan de recate europeo de 750.000 millones de euros, para el que España debería ser el segundo beneficiario en términos absolutos por detrás de Italia. Con carácter general, la OCDE insiste en que la política de bajos tipos de interés de los bancos centrales tendrá que continuar para favorecer todos los dispositivos de ayuda, que no corren el riesgo de generar un recalentamiento inflacionista, y también en que no habrá que retirarlos de forma prematura. Se trata de no repetir los errores que se produjeron en la anterior crisis financiera global, que condujeron a una segunda recesión.
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