De segunda a tercera
Así aceptó Yolanda Díaz la jerarquía de Calviño en el Gobierno
Sánchez altera el orden de las Vicepresidencias para que Calviño no pierda poder en el equipo económico y pueda seguir presidiendo la Comisión Delegada de Asuntos Económicos como vicepresidenta segunda
El presidente del Gobierno propuso ayer a Yolanda Díaz invertir el orden de las Vicepresidencias de su Gabinete tras la renuncia de Pablo Iglesias para disputarle la presidencia de la comunidad de Madrid a Isabel Díaz Ayuso. Así, le ofreció que la tercera pasara a ser la de Derechos Sociales, ocupada por ella misma, y la segunda, la de Asuntos Económicos, por Nadia Calviño.
Pedro Sánchez le aclaró que gracias a este trueque podría compatibilizar su puesto de vicepresidenta tercera con su actual cargo de ministra de Trabajo, oferta que ella aceptó gustosa. De esta manera, el jefe del Ejecutivo solucionó el conflicto de intereses y jerárquico que generó su designación como sucesora de Pablo Iglesias al frente de la Vicepresidencia segunda y del Ministerio de Trabajo con la aún vicepresidenta tercera, Nadia Calviño.
La decisión de Pablo Iglesias de abandonar el Ejecutivo para disputarle la Presidencia de la Comunidad de Madrid a Isabel Díaz Ayuso el próximo día 4 de mayo y su decisión de elegir a Díaz como su sustituta provocó anteayer un auténtico problema de organigrama en el Gabinete de Sánchez. Esta decisión colocó por unas horas en una difícil posición a Nadia Calviño, encargada de marcar las directrices al equipo económico, incluida a la titular de Trabajo.
El hecho de que Yolanda Díaz pudiera ocupar la Vicepresidencia segunda la colocaba en una posición de inferioridad y, por tanto, de desventaja ante su subordinada. En estos momentos, Calviño preside la Comisión Delegada de Asuntos Económicos del Gobierno, la cocina donde el Ejecutivo decide su política económica, por ocupar el puesto de mayor rango.
Esta Comisión la conforma todo el equipo económico del Gabinete de Sánchez, incluida Díaz en calidad de ministra de Trabajo. Por tanto, si hubiera sido vicepresidenta segunda, tal y como quería Iglesias, hubiera puesto en cuestión la autoridad de Calviño, al ostentar esta última un rango inferior en este órgano.
Vicepresidencia económica
En este contexto, el presidente del Gobierno no estaba dispuesto a que la Comisión Delegada de Asuntos Económicos, que preside hasta ahora Nadia Calviño y donde se decide las cuestiones trascendentales de la política económica del país, cayera en manos de Unidos Podemos, según confirman a LA RAZÓN fuentes gubernamentales. Con este cambio de numeración de las vicepresidencias, el jefe del Ejecutivo ha salvado la cuestión y ha apoyado a su vicepresidenta económica, pese a que anteayer eludió citarla ante la insistencia de los periodistas, que le interrogaron sobre la brecha que se abría en el Ejecutivo con la decisión de Iglesias.
Muy al contrario, el presidente se deshizo en halagos hacia Yolanda Díaz y evitó, en todo momento, entrar en el conflicto que la decisión de Iglesias provocaba. «Cuenta con todo mi apoyo. Tengo de ella la mejor de las opiniones. Ha realizado una labor extraordinaria al frente del Ministerio de Trabajo». Con estos elogios, defendió su eventual candidatura a la Vicepresidencia segunda del Gobierno, la que dejará vacante a mediados de abril próximo el podemita para dirigir sus pasos hacia la Asamblea de Madrid.
Tras la firma de los acuerdos de la XXVI cumbre franco-española, Sánchez, que compareció en la localidad francesa de Montauban ante la Prensa, escoltado por el presidente de la República gala, Emmanuel Macron, aseguró ser respetuoso con los acuerdos firmados con su aliado gubernamental Unidas Podemos, en los que se pactó que la Vicepresidencia segunda del Gobierno la ostentaría la formación morada.
Es más, confirmó que en los próximos días decidirá los cambios de su Ejecutivo para facilitar la salida de Iglesias y el nombramiento en su lugar de Yolanda Díaz.«Ni problemas, ni malentendidos», puntualizó Sánchez en relación a estos cambios, al tiempo que garantizó la continuidad de la correlación de fuerzas entre los dos socios del Ejecutivo.
No obstante, era más que evidente que este apoyo expreso y explícito de Sánchez a Yolanda Díaz colocaba a su vicepresidenta de Asuntos Económicos en una delicada situación, después de protagonizar varios pulsos con la ministra de Trabajo a costa de una eventual subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) y de una hipotética derogación de la reforma del mercado de trabajo, acometida por el Gobierno de Rajoy. Un día después, con este intercambio de orden de las Vicepresidencias, el jefe del Ejecutivo logra ahora mantener en manos de Nadia Calviño todo el peso económico del Gobierno y garantizar los acuerdos con Unidas Podemos.
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