España

Guerra de poder en Economía

¿Mandará Nadia Calviño o Yolanda Díaz?

Sánchez no tocará a su equipo económico. Sólo hará los cambios “indispensables” en su Gabinete

Nadia Calviño, María Jesús Montero y Yolanda Díaz durante el homenaje a las Victimas de terrorismo en el Palacio Real
Nadia Calviño, María Jesús Montero y Yolanda Díaz durante el homenaje a las Victimas de terrorismo en el Palacio RealJesús G. FeriaLa Razón

«Asombro», «incredulidad» y «malestar» fueron las palabras más utilizadas ayer entre los miembros del equipo económico del Gobierno al conocer a media mañana la decisión de Pablo Iglesias de abandonar el Ejecutivo para disputarle la Presidencia de Madrid a Isabel Ayuso en las urnas el próximo 4 de mayo y de designar a Yolanda Díaz como su sucesora al frente de la Vicepresidencia segunda, cargo que compatibilizará con la titularidad del Departamento de Trabajo. Esta elección colocará a la vicepresidenta tercera de Asuntos Económicos en «una incómoda posición jerárquica», según aseguran a LA RAZÓN fuentes gubernamentales. Por un lado, seguirá siendo la encargada de marcar las directrices al equipo económico, incluida a la titular de Trabajo, pero, por otro, ocupará un puesto inferior orgánicamente al de Díaz, una vez sustituya a Iglesias en la Vicepresidencia segunda.

De ahí «el recelo y el malestar» que ha generado la noticia de su ascenso entre los fieles de Calviño. No obstante, los que la conocen bien aseguran que su talante dialogante y su discreción la han salvado de más de un apuro y «seguro que, en esta ocasión, también». Además, la elección de Díaz como heredera de Iglesias en el Gobierno y como candidata a las generales ha causado «asombro» entre el resto del equipo económico por lo inesperado de la noticia. Sin embargo, a María Jesús Montero «ni mucho menos» le inquieta este nombramiento, al no afectarle en sus competencias, como sí le ocurre a Calviño. Mientras, el ministro de Seguridad Social se muestra aliviado con la salida de Iglesias del Gobierno, tras protagonizar más de un enfrentamiento público con el podemita en los últimos meses. Al ministro de Transporte, a la sazón secretario de Organización del PSOE, por su parte, no le preocupa el ascenso de Díaz.

A quien tampoco parece inquietarle lo más mínimo que se haya convertido por obra y gracia de Iglesias en su heredera es al presidente del Ejecutivo, que ayer se deshizo en halagos hacia su persona. «Cuenta con todo mi apoyo. Tengo de ella la mejor de las opiniones. Ha hecho una labor extraordinaria» al frente de Trabajo, aseguró tras la firma de los acuerdos de la XXVI cumbre franco-española. Durante su comparecencia en la localidad francesa de Montauban ante la Prensa, escoltado por el presidente de la República gala, Emmanuel Macron, eludió referirse al desbarajuste jerárquico que ocasionará el nombramiento de Díaz. Sánchez evitó hacer un guiño a su vicepresidenta económica, a la que no citó en ningún momento, pese a ser interrogado por dos veces sobre el difícil papel en el que se la coloca con la elección de Díaz como sucesora de Iglesias.

Muy al contrario, el presidente aseguró ser respetuoso con los acuerdos firmados con su aliado gubernamental Unidas Podemos, en los que se pactó que la Vicepresidencia segunda del Gobierno la ostentara la formación morada. Es más, confirmó que en los próximos días decidirá los cambios de su Ejecutivo para facilitar la salida de Iglesias y el nombramiento en su lugar de Díaz. «Ni problemas, ni malentendidos», zanjó la polémica en relación a estos cambios, al tiempo que garantizó la continuidad en la correlación de fuerzas entre los dos socios del Ejecutivo.

Evidentemente, este apoyo expreso y explícito de Sánchez a Díaz coloca a Calviño en una delicada situación, tras protagonizar varios pulsos con la ministra de Trabajo, a costa de una eventual subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) y de la hipotética derogación de la reforma del mercado de trabajo. Pese a ello, fuentes gubernamentales aseguran a este diario que Sánchez realizará los cambios «indispensables» en su Ejecutivo, es decir nombrará a Díaz vicepresidenta segunda en lugar de Iglesias y a Ione Belarra ministra de Derechos Sociales. «No piensa realizar ningún cambio más en su equipo económico ni en el resto» del Ejecutivo, aseveran estas mis fuentes. De esta manera, Pedro Sánchez optará, una vez más, por la continuidad de su Gabinete.