Crisis económica

El INE revisa levemente el hundimiento del PIB en 2020 hasta el 10,8%, el mayor desplome de la historia

Rebaja la caída en dos décimas, desde el 11% al 10,8%, unos 2.200 millones menos

Varios de los agentes de la Policía Local realizando un control de movilidad en la salida de Santiago de Compostela hacia la carretera de Ourense
Varios de los agentes de la Policía Local realizando un control de movilidad en la salida de Santiago de Compostela hacia la carretera de OurenseÁlvaro BallesterosEuropa Press

Nadie duda ya de que la economía española sufrió el año pasado el mayor desplome de su historia reciente. Ni siquiera las revisiones de los datos macroeconómicos que realizan los diferentes organismos públicos, una vez cuentan con la información completa, desdibujan esta realidad. Así, el Instituto Nacional de Estadística dio a conocer ayer su revisión del PIB del ejercicio pasado. Según sus ajustes con la última información disponible, pasó de un hundimiento del PIB del 11% a uno del 10,8%. Es decir que revisó la brutal caída registrada por el PIB en apenas unos 2.200 millones de euros. Este descenso es el mayor desde que el INE mide el crecimiento económico desde 1970 y rompe la tendencia de seis años consecutivos de crecimientos continuados. Con el país cerrado por covid-19, la demanda nacional (consumo e inversión) se desplomó y aportó a la caída sin precedentes del PIB 8,8 de los 10,8 puntos de la contracción. Por su parte, la contribución negativa de la demanda externa (exportaciones e importaciones) se situó en 2 puntos. En el conjunto del año 2020 el PIB a precios corrientes se situó en 1.121.698 millones de euros, un 9,9% inferior al de 2019 (123.074 millones menos).

El INE revisó también la evolución del cuarto trimestre, en el que finalmente el PIB se mantuvo en un crecimiento nulo, después de vaticinar un avance de cuatro décimas y tras crecer en el tercer trimestre el 17,1% (en lugar del 16,4% avanzado). En el cuarto trimestre del año pasado la demanda nacional contribuyó cuatro décimas al crecimiento, alza que contrarrestó la demanda externa. Dentro de la demanda nacional, el consumo se mantuvo sin cambios y el gasto de las administraciones públicas aumentó el 1,3%, mientras que la inversión experimentó, con un alza del 0,6%, un descenso trimestral del 0,2 % para la inversión en vivienda y construcción y un aumento del 1,1% para la empresarial. Dentro del sector exterior, las exportaciones aumentaron durante el cuarto trimestre el 4,6% y las importaciones, el 6,2%. Con la economía en la UCI, el empleo, en términos de horas trabajadas, creció un 1% en el cuarto trimestre, pero cayó un 6,9% en el año. Los puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo bajaron un 5,2% interanual, lo que supuso una destrucción de 962.000 empleos equivalentes a tiempo completo en un año. En comparación interanual, el PIB registró una caída del 8,9% con descensos importantes de todos los componentes desde el punto de vista de la demanda y de la oferta. Por el lado de la oferta, todos lo sectores de actividad registraron pérdidas de valor en el cuarto trimestre, salvo la agricultura, que avanzó un 8,2% interanual. El mayor descenso lo sufrió la construcción, seguida de servicios y de la industria.

Dentro del sector servicios, comercio, transporte y hostelería se desplomaron el 22,3% interanual, mientras que las actividades artísticas, recreativas y otros servicios cayeron un 33%. Esta crisis sin precedentes también impacto en los sueldos. Así, la remuneración de los asalariados disminuyó un 4,5% interanual en el cuarto trimestre.