Ayudas directas
Alemania destina a salvar a las pymes siete veces más que España
Funcas avisa que las ayudas directas a las empresas llegan tarde y pueden retrasarse aún más por la burocracia y su complejidad
La hostelería, la restauración, el comercio y el transporte agonizan en España ante la ausencia de un salvavidas, convertido en ayudas directas, que termine de rescatar a estos sectores de la severa recesión que padece nuestra economía, como consecuencia de las medidas restrictivas adoptadas para frenar el avance del coronavirus. El Gobierno aprobó el pasado día 12 de marzo un plan de rescate por importe 11.000 millones, de los que 7.000 millones se destinarán a ayudas directas a pymes y autónomos. Sin embargo, dos semanas después, estas cuantías no terminan de llegar a las autonomías, encargadas de su distribución, entre los sectores más aniquilados por la crisis.
Así lo advierte Funcas en un estudio publicado este martes, en el que analiza si estas ayudas llegan o no tarde y si son o no suficientes en comparación con las desplegadas en Alemania, Francia e Italia. Su conclusión no deja lugar a dudas: llegan tarde y, además, son exiguas, al suponer una cifra siete veces menor a la destinada por el Ejecutivo alemán, tres veces inferior a la del francés y casi la mitad que la aprobada por el Gabinete italiano.
Deterioro empresarial
«Una de las consecuencias más preocupantes es el deterioro de la situación financiera de las empresas europeas... que ha llevado a los Gobiernos a instrumentar ayudas directas y operaciones de refinanciación, que se suman a la concesión inicial de créditos avalados por los Estados (ICO en el caso de España)», relata el informe. Ante este escenario, Funcas vuelve su mirada a Europa para estudiar cómo han abordado esta demoledora situación otros Estados miembros. En su informe, compara las ayudas directas aprobadas en Alemania, España, Francia e Italia destinadas a los sectores más afectados, centrándose en los criterios de concesión, la cuantía, el coste presupuestario y la implementación.
En este estudio, Raymond Torres, director de Coyuntura y Análisis Internacional de Funcas, explica que «las ayudas que establece el Real Decreto-ley de medidas extraordinarias de apoyo a la solvencia empresarial son similares a las que se aplican en los otros tres países en cuanto al porcentaje de pérdidas que se compensan. Además, al incorporar un mínimo de 4.000 euros, el dispositivo español tiende a favorecer a los pequeños negocios».
Sin embargo, Funcas advierte de que la normativa española llega varios meses más tarde que en los otros tres países objeto del estudio y que su cobertura es relativamente reducida, por aplicarse solo a los sectores más perjudicados por la pandemia. Pero esa demora en su entrada en vigor no constituye el principal riesgo para Funcas, que alerta, especialmente, de una mayor complejidad en su puesta en marcha en relación a los otros tres Estados miembros analizados. Precisamente, esta complejidad podría retrasar aún más la llegada de estas ayudas a los beneficiarios de las mismas. Por si fuera poco, la Fundación de las Cajas de Ahorros avisa de que esta fórmula compleja de entrada en vigor podría plantear desafíos de gestión y de disparidad entre las comunidades.
Mientras que en Francia e Italia las solicitudes se realizan directamente desde el portal de la Agencia Tributaria, el ente encargado de conceder las ayudas, en Alemania y en España, sin embargo, la implementación corre a cargo de las administraciones regionales, los landers y las autonomías, respectivamente. En el caso español, previa convocatoria en cada autonomía.
«La nueva estrategia europea busca reforzar la solvencia empresarial y, así, preservar numerosos negocios viables al borde de la insolvencia. Con diferencias en los plazos de implementación, en los criterios de concesión y en las cuantías de las ayudas, el coste estimado de las medidas refleja las características de los programas, cuyo diseño es más generoso en Alemania y Francia», avisa el análisis. De hecho, el coste presupuestario de las ayudas directas en estos dos países asciende a 50.000 y 20.400 millones de euros, respectivamente, lo que supone siete y tres veces más que en España. Mientras, en Italia se elevan a 11.000 millones, 4.000 más que en nuestro país.
Por su parte, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, aseguró este lunes que espera firmar los convenios con las autonomías para la llegada de estos fondos antes de los 40 días que fija el real decreto para la rúbrica de los mismos. Es decir que, según sus cálculos, las pymes y los autónomos más afectados por la crisis podrían comenzar a recibir estas ayudas directas a partir de mayo próximo. La titular de Industria, por su parte, presentó este martes una nueva web desarrollada por Segittur para facilitar la búsqueda de las ayudas públicas para el sector turístico.
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