Telefónica
La fusión de O2 y Virgin: un coloso con 50 millones de clientes
Reino Unido da luz verde a la creación del operador líder, valorado en 43.400 millones
La apuesta del presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, para revitalizar su filial británica O2 mediante la fusión con Virgin, una operación cocinada durante el confinamiento de hace un año, ha recibido la conformidad provisional de las autoridades británicas y va camino de revertir la situación de la marca oxigenada. Y es que Telefónica pagó por O2 casi 26.000 millones de euros hace tres lustros, la mayor operación de la historia para una empresa española en el exterior, superando la compra de Abbey National por Banco Santander, en un movimiento arriesgado que ha insuflado menos oxígeno del esperado a Telefónica. La operadora española necesitaba contenidos y redes fijas para que su filial móvil británica –presente también en Alemania y ahora en España– lograra competir con la oferta convergente de British Telecom, que en 2015 se decantó por la compra de EE, filial móvil en Reino Unido de Orange y Deutsche Telekom, por 12.500 millones, descartando la opción de O2.
Pero la filial de Telefónica ya no caminará sola. La Autoridad de Mercados y Competencia (CMA) del Reino Unido autorizó un primer paso para su fusión con Virgin Media y Virgin Mobile, al considerar «improbable» que la transacción conllevase el riesgo de una disminución sustancial de la competencia en la provisión de servicios mayoristas como consecuencia de un potencial incremento de los precios.
«Un análisis exhaustivo durante nuestra investigación ha demostrado que es poco probable que el acuerdo genere precios más altos o una calidad inferior de los servicios móviles, lo que significa que los clientes deberían seguir beneficiándose de una fuerte competencia», ha considerado Martin Coleman, presidente del panel investigador del organismo regulador.
Inicialmente, a la CMA le preocupaba que, tras la fusión, Virgin y O2 pudieran subir los precios o reducir la calidad de los servicios mayoristas ofrecidos a otros operadores, o retirarlos por completo, lo que podría alterar la calidad de los servicios móviles de estas otras empresas e incluso provocar una subida de sus precios minoristas, haciendo que el propio servicio móvil de Virgin y O2 sea comparativamente más atractivo para los clientes minoristas, lo que supondría en última instancia un peor trato para los consumidores de las británicos e irlandeses.
O2 y Virgin ofrecen servicios mayoristas a otros operadores de redes móviles en Reino Unido, así como servicios minoristas a los consumidores.
El supervisor británico había dejado claro que no le preocupaba la superposición de servicios minoristas, debido al pequeño tamaño de Virgin Mobile, por lo que ha centrado su investigación en si la fusión podría reducir la competencia en el ámbito de los servicios mayoristas. En este sentido, mientras que Virgin ofrece líneas alquiladas al por mayor a empresas de telecomunicaciones móviles, como Vodafone y Three, que utilizan para conectar partes clave de su red, O2 ofrece a operadores móviles como Sky y Lycamobile, que no tienen su propia red móvil, el uso de sus infraestructuras.
Tras la evaluación, Competencia de Reino Unido descarta que el gigante resultante de la fusión vaya a generar cargos más altos para los consumidores y estima que la empresa fusionada «aún necesitará mantener la competitividad de su servicio o se arriesgará a perder clientes al por mayor».
Telefónica y Liberty Global llegaron a principios de mayo de 2020 a un acuerdo para unir sus negocios en Reino Unido en una «joint venture» participada al 50% por ambas compañías, una operación que creará el operador de servicios fijos y móviles líder en Reino Unido.
Esta operación, que unirá a la operadora de banda ancha fija Virgin Media y a la de móvil O2, generará sinergias valoradas en 7.148 millones de euros, excluyendo los costes de integración. La operación otorga un valor de empresa a O2 de 14.642 millones de euros y a Virgin Media de 21.570 millones de euros.
El negocio de Telefónica se aportará libre de deuda, mientras que Virgin Media se aportará con 13.026 millones de euros) de deuda neta y similares.
El coloso dará lugar a un grupo integrado (fijo, móvil y contenidos) con casi 50 millones de clientes y unos ingresos de 12.500 millones de euros, que desbancará del liderazgo a British Telecom, hasta ahora único operador convergente en las islas.
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