"Sorpasso" de Aragón

Otro “procés” empobrecería aún más a Cataluña: de locomotora a quinta más rica de España

El desafío secesionista deja más de 7.000 empresas fugadas, a Madrid como locomotora de España y a los hogares aragoneses a solo 1.000 euros por cabeza de los catalanes

La Torre Glòries, uno de los rascacielos más icónicos de Barcelona
La Torre Glòries, uno de los rascacielos más icónicos de BarcelonaAlbert GeaREUTERS

Los presos secesionistas catalanes ya están en la calle tras un indulto generalizado y sin propósito de enmienda. Todo lo contrario, según han amenazado, lo volverán a hacer. El regreso a la casilla de salida, sin embargo, tiene un alto coste para los catalanes, que volverán a pagar en sus bolsillos el desafío independentista alentado por una nutrida parte de ellos. En este caso, sí se puede cuantificar claramente lo que le espera a Cataluña si transita por la misma vía, al menos en términos económicos. Y es que, el empobrecimiento de la región con respecto al resto de España, un deterioro que se había iniciado incluso antes del denominado «procés», se agravó notablemente desde 2017.

Tanto como para que en 2017 Madrid diera el «sorpasso» definitivo a Cataluña como la economía motriz de España. Aunque Madrid se había colocado temporalmente como primera fuente de riqueza entre 2011 y 2013 se pudo atribuir al ciclo de crisis. De hecho, con la recuperación, Cataluña volvió a coronarse como la región «número uno» por PIB, según los datos del Instituto Nacional de Estadística. Una prueba inequívoca de que cuando al conjunto de España le va bien, a Cataluña le va mejor. No en vano, el destino mayoritario de los productos catalanes es el resto del país.

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PIBMiguel Roselló

Sin embargo, la consulta ilegal que organizaron los independentistas desde las instituciones regionales del Estado provocó la estampida de miles de empresas, la pérdida de empleos y de inversiones, y la caída definitiva de Cataluña a la segunda posición.

Las últimas cifras del Instituto de Estadística de Cataluña (Idescat), indican que el PIB regional habría retrocedido un 11,5% en el conjunto del 2020 (frente al 10,8% nacional), mientras que en el primer trimestre de 2021 lo habría hecho un 4,3% (frente al 0,5% del conjunto de España) lo que mantendría la situación.

La situación viene arrastrándose desde hace veinte años. Ya con la última legislatura de Convergencia i Unió, con el arranque del siglo, y el tripartito del PSC con ERC e Iniciativa per Catalunya, el nuevo Estatut comenzó a tensar la cuerda y a pasar factura a la renta de los catalanes.

En este sentido, si se toma el PIB desde 2000, el de Madrid ha crecido un 110%, mientras el de Cataluña lo ha hecho un 93%. Desde 2008, afectado por la crisis y clima político, el PIB catalán crece exactamente un 14% por el 19,3% de Madrid un 19,3%.

En realidad, cualquier parámetro reciente es desfavorable a los intereses económicos de los catalanes. Ocurre igual con la renta per cápita. Los catalanes ni siquiera son ya los segundos que más dinero atesoran. En 2019, último año disponible y el mejor indicador tras el estallido de la pandemia en 2020, la Comunidad de Madrid registró el PIB per cápita más elevado, con 35.913 euros por habitante. Por detrás se situaron el País Vasco (34.142 euros) y la Comunidad Foral de Navarra (32.141 euros). Cataluña ocupó la cuarta plaza, con 31.119 euros, apenas 2.000 euros por encima de la renta de Aragón y 3.000 de La Rioja y las Islas Baleares.

El declive amenaza incluso con apartar a los catalanes como los cuartos más ricos de España. En 2000, el PIB per cápita medio de un catalán representaba el 121% de la media española mientras en 2019 ese porcentaje se había rebajado al 117%. Por contra, los madrileños ganaron capacidad adquisitiva en esos años. Su PIB per cápita pasó de suponer el 134% del nacional al 136%. En pocas palabras: el empobrecimiento de los catalanes respecto al resto de españoles es evidente.

Ciñéndonos exclusivamente a los hogares, los catalanes son los cuartos también (17.786 euros por cabeza) tras los del País Vasco (20.243 euros), Madrid (19.618 euros) y Navarra (18.272 euros).Sin embargo, la diferencia con los hogares aragoneses se ha recortado a solo 1.000 euros.

Desde 2017, han salido de Cataluña más de 7.000 empresas –algunas gigantes como CaixaBank, Naturgy o Sabadell–, la mitad con destino a Madrid. El saldo resulta negativo en 4.500 empresas desde 2018, según el Colegio de Registradores. La inversión extranjera es otro indicador clave. En 2017, Cataluña perdió un 40% de esos ingresos. En 2019, la caída persistía y Cataluña apenas recibió el 14,4% del total nacional por el 61,2% que obtuvo Madrid.

Todo esto con una deuda autonómica de 80.015 millones, la más alta del país. Así, cada catalán adeuda más de 10.400 euros, el doble que un madrileño. El Estado es su principal acreedor, con el 80% de la deuda catalana,