Récord histórico
La factura de la luz supone ya el 3,5% del gasto en servicios de los hogares
El 70% de la subida se debe al coste del gas y a los derechos de emisión de CO2. El resto son impuestos, peajes y cargos
No hay freno para el precio de la luz, que mantiene un ascenso incontrolado sin que el Gobierno sea capaz de pararlo y con los mercados sumando euros al precio del megavatio hora (MWh). Hoy se batirá el tercer récord histórico consecutivo, casi 113,99 euros el MWh, en plenas vacaciones, en el inicio de la ola de calor y sin que el Ejecutivo mueva ficha para intentar frenar una carrera que parece no tener fin. Un dato revelador de la actual situación: el 11 de agosto del año pasado, el coste medio se situaba en 39,3 euros, es decir, en 365 días el coste se ha incrementado un 190%, casi el triple.
El precio de la luz prosigue así en este arranque de agosto con la tensión alcista vivida a lo largo de todo julio, que llevó a cerrar el mes con una media de 92,42 euros/MWh, el nivel más alto de la historia y un 166,8% por encima del nivel medio del mismo mes del año pasado. En el mes y medio que llevamos de verano han ido batiéndose las marcas una tras otra, agudizándose las últimas dos semanas. Pero la palma ha llegado hoy. Excepto en el tramo de 03.00 a 04.00 horas, el precio estará en todo momento por encima de los 100 euros/MWh, marcando su máximo diario entre las 20.00 horas y las 21.00 horas, con un tope de 125,43 euros/MWh, algo impensable hace apenas dos meses. Estas oscilaciones en el precio diario afectan directamente a los consumidores acogidos a la tarifa regulada (PVPC), algo más de 10 millones de personas.
Este incremento desbocado en el primer semestre ha elevado el gasto que representa la luz dentro del total de los hogares en bienes y servicios hasta un 3,5%. Según el Banco de España, este encarecimiento de los precios en el mercado mayorista de la electricidad ha contribuido al repunte del Índice de Precios al Consumidor (IPC), que lo sitúa en el 3%, hasta ocho décimas más.
El supervisor calcula que la mitad del aumento del precio de la luz registrado en el primer semestre de 2021 se debió al incremento del coste del gas, y una quinta parte al incremento del precio de los derechos de emisión de dióxido de carbono (CO2), por lo que ambos factores serían responsables del 70% de la subida de la luz.
Así, a su juicio, el «atípico» encarecimiento de la electricidad obedece, en gran parte, a la presión «al alza que la tecnología de ciclos combinados está ejerciendo sobre los precios diarios de casación». Ello se debe, a su vez, al incremento significativo del precio del gas, materia prima utilizada por estas centrales para la generación de energía, lo que, en parte, «estaría relacionado con el aumento de la demanda asiática de este hidrocarburo». Además, el aumento del precio de los derechos de emisión de gases de efecto invernadero que lleva aparejada la generación de electricidad en las centrales de ciclo combinado ha repercutido «notablemente» sobre los precios de producción con esta tecnología, la más utilizada en esta época del año para soportar el aumento del consumo por el calor.
Todo ello habría repercutido, además de en el mercado mayorista, sobre los precios del mercado minorista –el que marca el precio de la electricidad para el resto de los consumidores–, de modo que el encarecimiento de la electricidad en los seis primeros meses del año habría contribuido en casi un 30% al repunte de la inflación general.
Según este informe, el coste medio de la luz aumentó desde 42 euros por megavatio hora registrado en diciembre, hasta los 83,3 euros por megavatio hora del pasado mes de junio. Es decir, el precio de la luz aumentó en un 98,5% en tan solo seis meses, cifras ampliamente superadas en julio, superior los 96 euros de precio medio y el previsible de agosto, que puede acabar por primera vez en la historia por encima de los 100 euros.
Pero, ¿por qué cambia el precio tan significativamente cada día? Porque al igual que en el resto de los países de la UE, el mercado mayorista español de la electricidad opera bajo un régimen en el que la demanda diaria de energía es satisfecha primero con la oferta de las tecnologías con los precios más bajos, que suelen ser la energía nuclear y las renovables. Si esta oferta es insuficiente para atender la totalidad de la demanda, la porción insatisfecha se cubre con las siguientes tecnologías más baratas, hasta que esta es absorbida en su totalidad. En este escenario, el precio de la luz se fija con el coste que le corresponde a la oferta más cara aceptada por los comercializadores de electricidad. Por otro lado, los precios de los derechos de emisión crecieron desde los 30,9 euros por cada tonelada de CO2 en diciembre hasta los 52,8 euros en junio, un aumento que tiene impacto directo sobre el coste final de la luz, que se sostendrá esta semana a la espera de nuevos récords.
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