Opinión

Las cuentas-cuentos de la lechera

Damos mucha importancia todos los años a la presentación del proyecto de Presupuestos Generales del Estado, y muy poco al cumplimiento de esas cuentas, tanto en el capítulo de ingresos como en el de gastos

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la Vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, a su llegada a la sesión de control al Gobierno celebrada el miércoles 13 de octubre en el Congreso de los Diputados
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la Vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, a su llegada a la sesión de control al Gobierno celebrada el miércoles 13 de octubre en el Congreso de los DiputadosChema MoyaEFE

Pongamos a los cabezas de una familia. Elaboran sus presupuestos para el año siguiente y deciden que va a ser el de mayor gasto de toda su vida. Para ello es necesario, o bien tener más ingresos, o endeudarse, o tirar de reservas y de ahorro, si es que disponen de ello, o una combinación de los tres factores. También queda la posibilidad de dejar de pagar y darse a la fuga. Pero esta última alternativa no la contemplo en el caso de los Presupuestos Generales del Estado. Pedro Sánchez y su equipo nos han presentado un proyecto de cuentas para 2022 con el mayor gasto de toda la historia. También prevén una gran recaudación vía impuestos. Esta puede llegar por dos vías: una mayor actividad económica, que impulse al alza el IRPF (porque suban mucho los salarios y el número de empleados) y la recaudación por IVA, o aplicar una sablazo detrás de otro a los que puedan pagarlos. Y la verdad es que yo no veo que lo primero vaya a suceder, tal y como están las cosas ahora, mientras que lo segundo, el sablazo, si lo contemplo. Quedan otras dos salidas: aumentar el déficit público o la deuda.

Mucho me temo que Pedro Sánchez, María Jesús Montero y Nadia Calviño, si es que todavía pinta algo, nos han preparado unas cuentas que son como el cuento de la lechera, por todos conocido. Y es que el papel lo aguanta todo. Damos mucha importancia todos los años a la presentación del proyecto de Presupuestos Generales del Estado, y muy poco al cumplimiento de esas cuentas, tanto en el capítulo de ingresos como en el de gastos. Ya me gustaría disponer de un informe comprensible del grado de cumplimiento del Presupuesto 2021 en los nueve primeros meses o, si es mucho pedir, en el primer semestre. Es casi seguro que nos llevaríamos muchas sorpresas. Por cierto, que Sánchez y compañía han incluido en esas cuentas-cuentos más de 27.000 millones de euros adicionales que deberían llegar de la UE. Pero eso solo sucederá si España cumple con las condiciones que se han establecido por Bruselas. Y, de momento, no parece que sea así. Puede que las cuentas se queden en un cuento.