Trabajo

Jubilación a los 61 años y cotización mixta, las diferencias del sistema de pensiones sueco frente al español

Los empresarios reclaman una transición hacia este modelo para garantizar la estabilidad en España

Dos jubilados frente al mar
Dos jubilados frente al marlarazonLa Razón

España es el segundo país con más esperanza de vida en todo el mundo. Con una media de 84 años, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), nuestro país solo es superado por Japón.

Los asiáticos cuentan con una esperanza de vida media de 85 años aunque las proyecciones posicionan a España como primera en los próximos años. Así, los varones viven de media seis años menos que las mujeres en España con un resultado de 80 por 86 respectivamente.

Así las cosas, esta edad media ha ido sufriendo un aumento progresivo a lo largo de los años. Los avances en la medicina, higiene y las condiciones laborales han permitido cada vez más a los humanos poder vivir una cantidad considerable de años superior.

Esto no solo ha repercutido en la salud, el trabajo también se ha visto afectado. El aumento de la esperanza de vida fue uno de los argumentos que propiciaron la subida de la edad de jubilación años atrás, algo que levantó ampollas.

Llegados a este punto, el sistema de pensionesse encuentra en entredicho y en el centro del debate político debido a los cambios demográficos de las últimas décadas. El aumento de la esperanza de vida y el descenso de los nacimientos han llevado al sistema a un punto de gran presión.

Más años de vida suponen más años de pensión algo que sin personal laboral cotizando se vuelve una odisea. Por este mismo motivo, en los últimos años han aparecido distintas opciones que tratan de poner remedio y repensar el actual sistema de pensiones.

Sistema sueco

Uno de los sistemas de pensiones que se ha meditado para cambiar el actual es el sueco. Este modelo cuenta con grandes beneficios que han hecho a distintos expertos apostar por incluir algunos detalles en España para mejorar el actual.

La sostenibilidad del actual sistema de pensiones fue uno de los puntos clave en los Presupuestos Generales del Estado presentados hace apenas unas semanas. En ellos se recogió un incremento de las pensiones contributivas y no contributivas del 3% junto a una revalorización vinculada al IPC.

Además, en estos presupuestos se proyectó un aumento en las cotizaciones de los trabajadores que, según el ejecutivo, permitirán garantizar la sostenibilidad. Así, este cambio trata de recaudar más de 50 mil millones de euros en 2032.

Llegados a este punto, el modelo sueco ha sido analizado por el BBVA en un informe poniendo de relieve sus principales bondades. Este utiliza un sistema mixto en el que las cotizaciones de la seguridad social se añaden a unas aportaciones privadas a fondos de pensiones.

La edad de jubilación también cuenta con diferencias considerables entre Suecia y España. Los ciudadanos del país nórdico pueden jubilarse a partir de los 61 años sin edad límite. En España, esta se situa a los 65 aunque aumentará progresivamente en los próximos años.

Otro de los beneficios que cuentan los suecos es la forma de calcular su pensión. En Suecia esta es el resultado del restante de una división entre el dinero de la cuenta privada y la esperanza de vida estimada en la jubilación.

Además, las pensiones se estructuran en tres niveles que determinan la cuantía de cada jubilado. El primero es la no contributiva para aquellos que no han logrado los años mínimos exigidos por la ley y que se financia a partir de los impuestos.

En el segundo nivel están las contributivas que se financian a partir de las empresas y trabajadores. Las primeras aportan un 2,5% del sueldo mientras que los asalariados el 16%. Así, las contribuciones financian las prestaciones a la cuenta individual y se revalorizan anualmente en función del crecimiento medio de todos los salarios de forma automática.

Esta automatización reduce el tipo de revalorización si se estima que el activo del sistema será inferior a su pasivo, para salvaguardar la estabilidad del mismo, según el BBVA.

Por último encontramos el tercer nivel. Este también se financia a partir de las contribuciones de empresas y trabajadores con un 2,5% del salario. En este caso, en este caso los trabajadores pueden destinar a distintas entidades privadas en diferentes fondos. La tasa de cobertura de estos planes de empleo es muy alta, llegando a alcanzar más del 90% de los asalariados.

El sobre naranja

La última bondad que la entidad bancaria destaca del modelo sueco es el famoso “sobre naranja”. Como hemos destacado con anterioridad, la transparencia es uno de loa puntos positivos de este sistema y en este caso los trabajadores cuentan con buena información.

De forma anual se les envía a los ciudadanos un sobre de color naranja donde se informa a todos los trabajadores el valor actualizado de los derechos acumulados en ambos sistemas contributivos.

En España, aunque desde hace unos años se intenta trabajar en este campo, los trabajadores todavía no cuentan con grandes informaciones a su alcance. Aunque es cierto que existen portales que hacen referencia, por ejemplo, a cotizaciones, algunos expertos destacan que la información aún es escasa.