Industria del automóvil

España pisa el acelerador hacia la movilidad eléctrica

En 2050 no podrá circular por España ningún vehículo de combustión. El reto es mayúsculo. Hace falta la llegada de más vehículos eléctricos y más puntos de recarga, ahora hay solo 15.000

Existen 15.000 puntos de recarga en toda España
Existen 15.000 puntos de recarga en toda EspañaIberdrola

Los vehículos eléctricos y todo lo que los rodea están tocados por la gracia divina. En 2050 no podrá circular por las carreteras españolas ningún vehículo propulsado por combustibles fósiles, según el compromiso que España adquirió junto con otros países en el Acuerdo de París y que viene reflejado en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC). La transformación de la industria automovilística es ya por tanto un hecho imparable. Una industria puntera, que representa el 10% del PIB en España y da empleo, teniendo en cuenta a toda la cadena de valor relacionada, a casi dos millones de personas. Los objetivos son ambiciosos, porque el reto de la descarbonización es urgente y exigente para la industria, aunque se anuncian como novedad nuevos instrumentos que, por primera vez, pueden estar a la altura de estos objetivos, los fondos Next Generation de la Unión Europea, una herramienta clave para abordar la recuperación del mercado y de la industria, orientándola de manera decidida a la transformación hacia la industria de la nueva movilidad.

Actualmente circulan por nuestras carreteras 180.000 vehículos eléctricos y el objetivo del PNIEC es que en 2030 lo hagan cinco millones, lo que supondrá el 16% del parque móvil ese año. Es el primer paso hacia el verdadero reto: asegurar un parque móvil de cero emisiones en 2050. Un compromiso que requerirá, eso sí, de mayores esfuerzos. Por un lado, hay que destacar que España tiene uno de los parques más envejecidos de Europa, con una media de edad de 13,1 años de antigüedad, siendo los vehículos con más años los principales responsables de las emisiones contaminantes. Actualmente, un 35,2% del parque no está etiquetado y un 32,4% tiene etiqueta B, siendo causantes del 92,4% de las emisiones contaminantes de NOx (óxidos de nitrógeno) y del 93,6% de las emisiones de partículas, según datos de Anfac. Por otro lado, hay que tener en cuenta que instalar puntos de recarga de vehículos eléctricos no es una tarea sencilla y rápida. Según datos de Electromaps, en España hay 9.549 puntos de recarga, una cifra que la asociación empresarial para el desarrollo e impulso de la movilidad eléctrica (Aedive), eleva a 15.000, unos datos muy alejados de los de países de nuestro entorno, con 225.000.

Últimas posiciones

España cerró 2020 en las últimas posiciones de Europa en el indicador global del Barómetro de la electromovilidad, elaborado por Anfac, pese a haber mejorado su penetración en casi cinco puntos respecto de 2019. Con este barómetro trimestral, la asociación pretende analizar la evolución de España y sus comunidades autónomas en comparación con su entorno y con Europa, tanto la penetración de vehículos electrificados en el parque automovilístico como el desarrollo de la infraestructura de recarga. España obtuvo 18,6 puntos sobre 100 en el indicador global de electromovilidad, situándose lejos de la media europea, que alcanzó los 40 puntos, más del doble de valoración que España.

A pesar del aumento de demanda, el ritmo de progresión sigue siendo insuficiente tanto en la entrada de vehículos electrificados como, y especialmente, en la instalación de puntos de recarga. En cuanto a penetración del vehículo electrificado, España escala una posición respecto de 2019 y obtiene 31,6 puntos, solo por delante de Italia, Hungría y República Checa. Se queda más de 30 puntos por debajo de la media europea. En lo que respecta al desarrollo de las infraestructuras de recarga, durante 2020 apenas se instalaron 900 nuevos puntos, lo que ubica a España en la penúltima posición del indicador de infraestructuras de recarga, con apenas una valoración de 5,6 puntos sobre 100. «Sigue siendo una de nuestras asignaturas pendientes, junto con la llegada al mercado de más modelos de vehículos eléctricos con mayores capacidades de batería y a precios capaces de competir con la oferta de combustión», señala Arturo Pérez de Lucía, director general de Aedive (Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica). «Hay que tener en cuenta que España padeció los efectos de una regulación como el RD 647/2011, que durante ocho años, de 2011 a 2018, casi paralizó el despliegue de las infraestructuras de recarga de acceso público. Ahora, el sector se enfrenta a otras barreras como la concesión de licencias y permisos por parte de diferentes administraciones públicas y que esperamos que, con regulaciones como el RDL 29/2021, se faciliten estos trámites», añade Pérez de Lucía.

La tarea es ardua. En 2050 habría que tener instalados hasta 255.000 puntos de recarga, para cumplir con los objetivos de 5 millones de vehículos eléctricos circulando en 2030. « Los operadores de carga ya están poniendo todo de su parte y han anunciado unas inversiones previstas de hasta 3.000 millones de euros a 2030, pero es importante que las administraciones públicas faciliten por un lado los trámites y derriben las barreras que ralentizan el despliegue de infraestructuras de recarga, ya que contamos con un 40% de instalaciones que podrían estar ya operativas y que no lo están por hallarse en diferentes etapas del calvario administrativo», añade el director general de Aedive.

Apela a las administraciones públicas regionales y locales para que «pongan a disposición de los operadores suelo público para desarrollar concursos destinados a la instalación de este tipo de infraestructuras, como ha sucedido en la Comunidad de Madrid, lo que ha permitido instalar en tiempo récord la mayor electrolinera de España en una parcela que estaba siendo infrautilizada». Se refiere a la electrolinera puesta en marcha recientemente en el municipio de Pozuelo de Alarcón en suelo público y que han abierto Endesa y Eysa. En ella, es posible recargar hasta 46 vehículos a la vez, y 20 de estos puntos son ultrarrápidos, lo que permite alimentar el 80% de la batería de un coche eléctrico en solo diez minutos. La ubicación, sobre una parcela de 6.350 metros cuadrados, está situada en un punto estratégico, entre la M-40, y las carreteras A-5, M-502 y M-511.

Redes de carga y dónde están

La red de recarga de Endesa X cuenta con más de 2.800 puntos, con 76 cargadores ultrarrápidos en 25 ubicaciones por toda España. En las carreteras, esta compañía cuenta con más de 400 puntos de recarga, cubriendo las principales vías con recarga para vehículo eléctrico. En entornos rurales tiene cerca de 250 puntos de recarga. «Endesa X, además de en carga ultrarrápida y rápida, está invirtiendo en instalaciones en hospitales, hoteles, parkings, cines, restaurantes o centros comerciales, donde la estancia media es superior a las dos horas. Tenemos un plan de despliegue que tiene en cuenta todos los hábitos de uso y por tanto potencias de carga», explican fuentes de la compañía.

A esta apuesta por la movilidad eléctrica también se han sumado otras compañías como Iberdrola, que actualmente cuenta con 2.500 puntos de recarga de todas las potencias disponibles. Con cargadores de hasta 350 kW que posibilitan recuperar el máximo de autonomía en el menor tiempo posible (200 km de autonomía en poco más de cinco minutos). También cuenta con cargadores desde 7,4 kW a 22 kW (recarga convencional), que permiten la carga de oportunidad, por ejemplo en centros comerciales, y la carga en destino, por ejemplo al llegar al hotel. El Plan de Movilidad Sostenible de Iberdrola prevé instalar 150.000 cargadores en los próximos años, tanto para uso residencial, uso en empresas o uso en la red de recarga pública. «En Iberdrola tenemos un firme compromiso por la sostenibilidad medioambiental, y, en especial, con la descarbonización del transporte, como palanca clave para reducir las emisiones de CO2 y contribuir a la lucha contra el cambio climático. Pero creemos que la participación de todos los actores es fundamental, tanto públicos como privados, para alcanzar los objetivos propuestos. En este caso, y para acelerar el desarrollo de infraestructura de recarga pública en España es clave agilizar los trámites administrativos para la instalación de las electrolineras», señala Raquel Blanco, Directora Global de Smart Mobility de Iberdrola.

Repsol

Repsol cuenta también con más de 2.000 puntos de recarga operativos, de los cuales más de 350 son de acceso público, entre los que se incluyen más de 100 de carga rápida, la mayoría situados en estaciones de servicio. A estos más de 350 puntos de acceso público, se sumarán los 300 puntos de carga rápida ya instalados en las estaciones de servicio de la compañía. Hace poco se convertía en el proveedor energético homologado por Uber para sus conductores de vehículos VTC y taxis que sean 100% eléctricos e híbridos enchufables. Acuerdo al que se une el alcanzado con KIA y Nissan para instalar en los domicilios de sus clientes la infraestructura de recarga de Repsol para vehículos eléctricos. La compañía trabaja en un ambicioso plan de despliegue de puntos de recarga públicos en sus estaciones de servicio, que implica disponer de más de mil puntos de recarga rápida y ultrarrápida a finales de 2022 o, lo que es lo mismo, un punto por cada 50 kilómetros.

Para impulsar la movilidad eléctrica, Carlos Bermúdez, gerente de movilidad eléctrica de Repsol, ve necesario minimizar las «trabas administrativas» que existen para instalar un punto de recarga. «La ejecución de obra de un punto de recarga puede llevar entre tres y cuatro semanas, mientras que necesitamos meses para conseguir las licencias municipales o las autorizaciones por parte de la Dirección general de carreteras. Por tanto, hay una serie de trámites donde la colaboración con las administraciones públicas ayuda mucho y ya hay comunidades autónomas que están haciendo muy bien las cosas». No está seguro de que en 2050 se haya acabado con los coches de combustión. «No sé si lo lograremos porque a día de hoy la movilidad eléctrica cuenta con una serie de barreras». El director general de Aedive añade que, «la voluntad de la industria española y su tejido empresarial es firme y con el adecuado impulso y colaboración de las administraciones públicas se debe de apostar por este objetivo».

Una inversión pública de 24.000 millones de euros

El 9 de diciembre, el Gobierno español anunció que el Proyecto Estratégico para la Recuperación Económica y Transformación del Vehículo Eléctrico y Conectado ( PERTE_VEC ) fue aprobado por la Comisión Europea, que lo consideró proporcionado a las necesidades de España, especialmente por cómo contribuirá a la recuperación del sector automotriz del país. El plan recibirá 3.000 millones de euros de fondos Next Generation EU, aunque el Gobierno espera que esta medida genere más de 24.000 millones de euros en el periodo de 2021 a 2023, sumando inversiones tanto públicas como privadas.

Se estima que el plan podría suponer un impulso muy importante para la industria del vehículo eléctrico en España, ya que se prevé ampliar la infraestructura de recarga con hasta 110.000 puntos en el país para 2023 . En cuanto a vehículos, se esperan 250.000 matriculaciones totalmente eléctricas en el mismo periodo, lo que permitirá el despegue definitivo de la electromovilidad en España. La medida también podría generar 140.000 puestos de trabajo en el sector de la automoción, y su aportación al PIB de España estaría entre el 1% y el 1,7% del total del país. La industria de la automoción es uno de los sectores económicos más importantes de España, no solo en términos de empleo, sino también porque es uno de los principales contribuyentes a la balanza comercial. De hecho, España es el segundo fabricante de vehículos de Europa y el noveno a nivel mundial. En conjunto, representa el 11% de la facturación total de la industria, y es el cuarto sector exportador, con el 15% del total de las ventas al exterior.

Adiós a los vehículos de combustión

En 2020, alrededor el 92% de los vehículos producidos en España estaba equipado exclusivamente con un motor de combustión interna. Una proporción que caerá drásticamente en 2030 a solo el 2%, según un estudio presentado por Aedive y BCG. Para 2030, la proporción de vehículos eléctricos de batería (BEV) y de vehículos híbridos enchufables (PHEV) será de alrededor del 68%. El 30% restante serán vehículos eléctricos híbridos (HEV). Esto significa un incremento de la producción de un 52% al año de vehículos eléctricos con baterías en España. Mientras que en Alemania se espera que la proporción de los BEV y los PHEV alcance el 76% de la producción.
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ElectrolinerasJosé Luis Montoro
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Movilidad eléctricaAntonio Cruz
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