Sin freno
Una inflación sin freno enfila ya el 10% en varias regiones
Los precios suben un 7,6% en febrero empujados aún más por la guerra en Ucrania, aunque en Castilla-La Mancha, Castilla y León y Aragón rebasa ya el 8,5%
Los precios están fuera de control. La inflación se disparó en febrero hasta su nivel más alto en 35 años al situarse en el 7,6%, dos décimas por encima de la estimación avanzada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) hace dos semanas, coincidiendo casi en el tiempo con la invasión rusa de Ucrania; y 1,5 puntos más que en enero. Se trata de la tasa más alta del IPC en España desde diciembre de 1986, aunque en el caso de algunas comunidades autónomas el alza se acerca ya al 10%. En Castilla-La Mancha los precios se incrementaron un 9% -1,8 puntos más que en enero-, mientras que en Castilla-León y Aragón lo hicieron un 8,5%, en Extremadura y La Rioja un 8,1% y en Galicia, un 8%.
La electricidad y la gasolina, víctimas del incremento desbocado de precios del gas natural y del petróleo por la guerra de Putin; así como los alimentos fueron los componentes del índice que mayor peso tuvieron en este importante repunte. La categoría «electricidad, gas y otros combustibles» se disparó un 60%, en contraste con el ya de por sí brusco incremento del 39,6% registrado en el mes de enero y muy por encima de utilización de vehículos personales (16,9%), servicios de alojamiento (12,6%), muebles (7,1%) y alimentos (5,6%).
Dentro del apartado de combustibles, elprecio de la electricidad, que ha tocado máximos esta semana en el mercado mayorista (pool), protagonizó con diferencia la mayor subida de todo el IPC al dispararse en el segundo mes del año un 80%, por encima de los combustibles líquidos (52,3%), los hidrocarburos licuados como el butano o el propano (33,4%) y el gas natural (12,1%). En el ámbito de los transportes, el precio del gasóleo, arrastrado por el petróleo, se apuntó un alza del 28,4% y la gasolina se encareció un 25,1%.
Alimentos
En cuanto a la alimentación, otros aceites comestibles (donde se incluye el de girasol) y el aceite de oliva registraron los mayores incrementos con repuntes del 32,3% y del 30,6%, respectivamente, muy por encima de la pasta (19,9%) y la harina (11,7 %). El aceite de girasol apunta a problemas de suministro por la guerra de Ucrania -algunos supermercados han comenzado a racionar su venta-, uno de los principales proveedores españoles, lo que ha terminado también por arrastrar el precio del aceite de oliva. Otros productos básicos de la cesta de la compra, como el pan (6,4%), el arroz (9,4%), la leche (9,3%) o el café (9,2%) también sufrieron severos incrementos en sus precios con respecto a febrero de 2021.
De esta forma, y presionada por la subida de los precios energéticos que ha provocado la guerra, la tasa de inflación interanual vuelve a subir después de que en enero bajara respecto a diciembre, cuando pasó del 6,5 al 6,1%, y rompiera una tendencia al alza que se repitió durante diez meses consecutivos. Desde que hace un año el IPC se situara en el 0,0%, la evolución del indicador refleja cómo se ha desbocado la inflación, primero por la súbita recuperación de la economía mundial tras el coronavirus, efecto que se ha visto ahora agravado por Ucrania: del 1,3% en marzo pasó al 2,2% en abril, al 2,7% en mayo y junio, al 2,9 % en julio, al 3,3% en agosto, al 4% en septiembre, al 5,4 % en octubre, al 5,5% en noviembre, al 6,5% en diciembre y al 6,1% en enero.
La inflación subyacente -que no incluye ni alimentos frescos ni energía, los más volátiles-, el órgano estadístico no ha revisado el dato y lo mantiene en el 3%, seis décimas por encima de la cifra de enero; no estaba en niveles tan altos desde septiembre de 2008 y también es un indicador de que los precios impactan ya a todos los niveles económicos. Por el contrario, el INE sí ha revisado en dos décimas al alza el IPC mensual, que se situó en el 0,8%, su mayor repunte en más de tres décadas.
De cara a este mes, los datos no van a ser mejores que los de febrero. La vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, ha advertido de que la evolución de los precios va a seguir siendo «al alza» en tanto se mantenga la subida de los precios de la energía, por lo que la «prioridad absoluta» es «parar» estos incrementos. «Se trata de un fenómeno transitorio que, evidentemente, va a durar más de lo que preveíamos como consecuencia de la crisis de Ucrania», dijo Calviño.
La Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas) prevé que el IPC alcanzará su máximo en marzo, con un 8,6%, para descender luego hasta un 4,1% en diciembre, lo que supone una tasa media anual del 6,8%, frente al 4,6% de las previsiones anteriores. CaixaBank Research es menos optimista y considera que los precios subirán de media un 7% durante el ejercicio.
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