Comercio

China frena sus exportaciones por el covid pero dispara sus negocios con Rusia

Las medidas anticovid y la inflación global frenan el comercio chino en abril

Imagen de la fábrica china
Imagen de la fábrica chinalarazon

La última ola pandémica en China ha empezado a hacer mella en línea de flotación de la economía china, cuyas exportaciones comerciales han frenado su crecimiento por debajo del 6% en abril. La menor demanda exterior a causa de la inflación y el impacto de los confinamientos debido a los rebrotes de covid en las macrociudades de Pekín y Shanghai han lastrado el comercio internacional del país asiático, que en concreto frenó su ritmo de crecimiento interanual un 5,8% mensual, según los datos oficiales publicados hoy por la Administración General de Aduanas, lo que supone apenas un incremento de una décima en abril y un retroceso del 1,5% compararlo con las cifras del mes anterior, algo que no sucedía desde la primera ola del covid.

En el cuarto mes del año los intercambios comerciales con otros países sumaron unos 3,16 billones de yuanes (448.310 millones de euros) y el superávit comercial chino cerró abril en 325.080 millones de yuanes (46.110 millones de euros).

En lo que va de año, los intercambios comerciales entre China y Rusia aumentaron un 23,4%, principalmente impulsado por el excelente rendimiento (+35,1%) de las importaciones rusas. Esta caída en las exportaciones se debió a la presión de las sanciones económicas llevadas a cabo por las potencias occidentales, que han forzado a muchas empresas chinas a cortar relaciones. Sin embargo, los envíos rusos a China se dispararon un 56,6% en abril, frente a un incremento del 26,4% que ya tuvieron en marzo, un bálsamo para unas empresas rusas que se enfrentan a un duro aislamiento económico internacional, según datos recabados por Reuters basados en datos aduaneros del lunes, que elevan varios puntos las cifras oficiales. Estos datos certificaron que los envíos a Rusia descendieron un 25,9% en abril con respecto al año anterior, empeorando la baja del 7,7% del mes anterior.

Rusia continúa siendo el principal suministrador de petróleo, gas, carbón y productos agrícolas de China. En enero-febrero, las exportaciones de China a Rusia y las importaciones de este país aumentaron un 41,5% y un 35,8%, respectivamente.

Por otra parte, los dos principales socios comerciales del país asiático siguieron siendo dos bloques supranacionales: la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean) y la Unión Europea (UE). En el caso del club regional vecino -y siguiendo los datos oficiales-, el comercio subió un 7,2% hasta abril, más que con los Veintisiete (+6,8 %). Con Estados Unidos, país con el que Pekín mantiene una guerra comercial desde marzo de 2018, subió un 8,7% gracias a las exportaciones (+12,6%) pero no a las importaciones, ya que China compró un 1,7% menos de productos provenientes de la nación norteamericana que en los primeros cuatro meses de 2021. Por su parte, los intercambios con Latinoamérica repuntaron un 9,3% y alcanzaron los 922.630 millones de yuanes (130.681 millones de euros).

“Los exportadores tienen un problema más grande que los confinamientos”, explicó en una nota recogida por Efe Julian Evans-Pritchard, analista de la consultora Capital Economics, que aseguró que, aunque “las disrupciones provocadas por el virus siguieron pasando factura, el principal lastre a las exportaciones fue la debilidad de la demanda exterior”. En su opinión, las restricciones anticovid en China “no deberían sobreestimarse”, ya que, explica, la capacidad de procesado de contenedores en los ocho mayores puertos de China “se mantuvo generalmente sin cambios” en abril y los atascos son cada vez menores. “Nada de esto apunta a un gran golpe a la capacidad logística”, defendió.

Sin embargo, sí que apunta a las altas tasas de inflación, especialmente en la UE y EE UU, donde el repunte del coste de vida “está pesando en las rentas de los hogares”, lo que, junto a la subida de los tipos de interés en mercados clave para China, se traduciría en una pérdida de poder adquisitivo y, por tanto, a una demanda todavía menor para los productos chinos.