El precio de la cesta de la compra subió en mayo cinco veces más que el IPC

Asumir un gasto tan básico como hacer la compra semanal se ha convertido en una verdadera odisea para las familias españolas. Las verduras, frutas, cereales, carne y pescado, base de una alimentación saludable, llevaban varios meses subiendo a la par que la inflación, pero el mes pasado su encarecimiento se disparó. Según un análisis de Gelt, plataforma especializada en compra inteligente en el sector del gran consumo, mientras que la variación mensual del Índice de Precios de Consumo (IPC) entre abril y mayo fue del 0,8%, el encarecimiento medio de la cesta de la compra fue del 4,5%, lo que supone multiplicar 5,6 veces la subida de la inflación. Los estudios y análisis que corroboran la subida del precio de la compra se amontonan y los consumidores se ven obligados a elegir entre dejar su despensa medio vacía o destinar un mayor porcentaje del presupuesto familiar a esta partida. De hecho, fuentes de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) han asegurado a Efeagro que “62%” de los consumidores reconoce que “ya ha modificado sus hábitos de compra” y “uno de cada cinco reconoce que ha dejado de comprar alimentos como la carne, el pescado, las frutas y las verduras”.

El efecto de este incremento desorbitado del precio de los alimentos es preocupante: los consumidores españoles se están viendo obligados a modificar su dieta por una menos saludable para poder alimentarse sin acabar el mes en números rojos. El análisis de Gelt, en base a los datos del INE, concluye que, tras unos meses de constante escalada, “los precios mantienen una tendencia clara de incremento, muy por encima del Índice de Precios de Consumo”. Aunque la subida media de precios ronde el 4,5%, hay algunos productos que doblan este encarecimiento. De la lista de 18 productos que componen la cesta de la compra de Gelt, las mayores subidas correspondieron a alimentos como el pan (9,6%); los plátanos (8,6%); la harina (7,6%); los cereales (6,7%) y las judías verdes (6,6%).

Desabastecimiento de pollo

De la selección de productos, nueve de ellos han subido al menos un 5% o más y el resto se han encarecido igualmente, pero por debajo de este porcentaje. Entre los alimentos que más han subido de precio también se encuentran elpack de seis cervezas (5,8%); el de yogures (4%); el kilo de pollo (5,4%) y el kilo de merluza (5%).

En el caso del pollo, el sector agrario advierte de que los supermercados españoles pueden verse afectados por escasez de este alimento a partir de octubre. La Unión de Pequeños Agricultores (UPA) denuncia que los consumidores “pagan el pollo un 35% más caro que hace unos meses”, mientras que las explotaciones que crían y cuidan estos animales apenas perciben nada, “por lo que su rentabilidad se ha desplomado, haciendo inviable la supervivencia de las granjas”. En concreto, el conjunto de los productores españoles ya acumula pérdidas de 32 millones de euros en lo que llevamos de año y, de “no corregirse la situación”, estas podrían ascender a final de año hasta los 75 millones.

Con un incremento situado entre el 4% y el 1% se encuentran el pack de seis botellas de leche (4,7%), el kilo de arroz (4,2%); el kilo de tomates (3,7%); la botella de aceite de oliva o girasol (2,9%) y la caja de galletas tipo María (1,3%). En cambio, los productos que menos han subido son el paquete de macarrones (0,8%) y la docena de huevos (0,4%), mientras que el kilo de manzanas mantiene el mismo precio. Sin embargo, no todas las frutas siguen la misma tendencia que las manzanas.

Frutas a precio de oro

Ya en el mes de abril, según indican los datos de la consultora IRI, los precios de las frutas en general subieron un 10,3% y el ascenso ha ido aumentando. Las frutas en las que se observa una mayor subida de precio son la sandía, que se ha encarecido un 18,7%, y el melón, que cuesta un 3,2% más que en el mismo periodo del año pasado.

Por su parte, los datos del ‘Boletín semanal de precios de frutas y hortalizas’ elaborado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), reflejan que otra de las frutas que más se ha encarecido es el melocotón amarillo, que en la semana 23 (del 6 al 12 de junio de 2022) tenía un precio en origen de 95,20 céntimos/kg, mientras que en el mismo periodo de 2021 su precio era de 71,71 céntimos/kg, es decir, ahora el kg está casi 24 céntimos más caro.

Otras dos frutas que han experimentado un aumento de su precio son la nectarina blanca, con un precio de 95,29 céntimos/kg frente a los 82,26 céntimos/kg del año pasado y la ciruela, que está a 64,35 céntimos/kg, frente a los 63,36 céntimos/kg de la misma semana de junio de 2021. Por su parte, el precio medio en origen de la sandía entre el 6 y el 12 de junio fue de 49,49 céntimos/kg y de 61,93 céntimos/kg para el melón.

Los españoles perciben una subida de precios “muy aguda”

Haciendo un resumen de lo que va de año, Gelt detecta que la cesta de la compra se encareció en un 7% desde principios de enero hasta abril, especialmente empujada por cereales (24%); aceite (19%); huevos (17%); galletas (14%) y harina (10%). Pero el incremento de precios no solo está golpeando a la comida, sino a todas las partidas del hogar, desde las hipotecas y el alquiler, a los suministros (electricidad, gas ...) y el transporte. Esta situación se está viendo agravada por los efectos de la guerra, que tras su estallido, disparó la inflación española de marzo hasta el 9,8%. Esta tasa, la más elevada desde mayo de 1985, ha disminuido ligeramente con el paso de los meses, aunque volvió a subir en mayo respecto a abril hasta situarse en el 8,7%.

El informe “Global Issues Barometer” de la consultora Kantar afirma que el 85% de los hogares españoles puede hacer frente sin problemas a la compra de insumos básicos como los de la alimentación pese al contexto actual de inflación, crisis energética, salida de la pandemia y guerra en Ucrania. Sin embargo, de los consumidores encuestados procedentes de 18 países, el 68% de los españoles asegura que los precios están subiendo de manera muy aguda, una hipersensibilidad mayor que en otras economías europeas como Alemania, donde un 59% tiene ese mismo presentimiento con el aumento del coste de la vida; o bien Francia y Reino Unido, con el 49% y el 48%, respectivamente. Por ello, cuatro de cada diez españoles dicen que han hecho o harán cambios en su economía doméstica para reducir gastos.