Vivienda

La caída del precio de la vivienda, inminente

Las inmobiliarias creen que se producirá antes de que acabe este año, según idealista

Las inmobiliarias prevén caídas en el precio de la vivienda antes de fin de año, al tiempo que esperan una mejora de la actividad, tanto en operaciones como en la captación de nuevo producto, según la Encuesta de Sensibilidad Inmobiliaria (ESI), publicada ayer por idealista. El portal inmobiliario observa que el impacto de la crisis actual ya ha tocado al mercado de la vivienda, después de registrar en 2021 y 2022 cifras de ventas que no se veían desde 2007 y 2008. A eso se suma la subida de tipos del Banco Central Europeo (BCE).

Las previsiones de idealista apuntan a una corrección de precios en la compraventa, mientras que en el alquiler se pronostica una subida más moderada de las rentas. Asimismo, las inmobiliarias estiman que el cierre de operaciones de venta se ralentizará, en tanto que la opción del alquiler crecerá. No obstante, las inmobiliarias confían en una mayor captación de producto en ambos mercados.

El índice ESI muestra que la variable de las ventas cae por debajo de los 60 puntos, tras cinco trimestres por encima de esa cifra. En el mercado del arrendamiento, la evolución de su índice general de alquiler es de una ligera bajada de apenas seis décimas, para mantenerlo en 62,6 puntos, marcado por esa ralentización en el precio de las rentas, como apunta idealista.

Por otro lado, el 52% de los españoles tiene la sensación de que el mercado está próximo a una burbuja inmobiliaria, un porcentaje que se ha incrementado en 14 puntos a lo largo de los últimos seis meses, según los datos del informe «Radiografía del mercado de la vivienda: segundo semestre de 2022», publicado por el portal inmobiliario Fotocasa.

La directora de Estudios y portavoz de Fotocasa, María Matos, aclara que esta percepción por parte de los ciudadanos «entra dentro de la normalidad», aunque alerta del «gran acelerón» de esa sensación en solo seis meses. «El mercado se está calentando debido a que hay una gran demanda por comprar y poco stock disponible. Venimos de una gran actividad inmobiliaria en 2021 que ha sido frenético», según ha apuntado Matos.