Consumo

Almejas, jamón ibérico, besugo y percebes: los alimentos que más suben a pocos días de Navidad

Los alimentos navideños se encarecen un 2,4 % sobre noviembre, menos que en 2021, cuando el repunte de precios llegó al 6%. Respecto a 2015, estos artículos cuestan un 43% más

Puesto de pescado y marisco en un mercado de Madrid
Puesto de pescado y marisco en un mercado de MadridJavier LizonAgencia EFE

Las almejas, el jamón ibérico, el besugo y los percebes son los alimentos que más han encarecido sus precios a pocos días de la Navidad, con subidas de hasta un 19%, mientras que la piña, la granada, la pularda y los langostinos son los que más han bajado sus cotizaciones, según el observatorio de precios de la OCU.

En concreto, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha detectado, en la segunda ola de su observatorio, un incremento del precio de los alimentos navideños de un 2,4%, en comparación con los precios que tenían a finales de noviembre. Según la OCU, esta subida, que es típica en fechas festivas, se encuentra muy por debajo de la registrada en 2021, pero en línea con la de los años anteriores al 2020.

La OCU sigue desde 2015 el precio de una serie de alimentos típicamente navideños. En concreto, los 16 productos que componen las cesta navideña de la organización de consumidores son: el cordero lechal para asar por cuartos, el redondo de ternera, la pularda, el pavo, el jamón ibérico de cebo al corte, la lombarda, la piña, el besugo, la lubina de acuicultura, la merluza al corte, las angulas, los langostinos cocidos, los percebes gallegos, las almejas, las ostras y este año añade la granada. Este segundo estudio recoge la evolución de los precios desde la primera toma de precios llevada a cabo a finales de noviembre. Además de este, la OCU hará un último control en los días previos a Nochebuena.

Los alimentos que más suben respecto a noviembre

Respecto al anterior control de precios, de hace dos semanas, la subida media ha sido del 2,4%, una subida mucho menor que la se produjo en el mismo intervalo de 2021 donde los precios crecieron en 2 semanas un 6,2%. Suben 8 de los 16 productos que componen la cesta. En concreto, las almejas son el producto que más sube (+19%), seguido del jamón ibérico (+10%), el besugo (+7%) y los percebes (+6%), mientras que los que más bajan de precio son la piña y la granada (-5% en ambos casos), la pularda (-4%) y los langostinos (-3%). En otros productos como el cordero, el redondo de ternera o las angulas apenas hay variaciones. En general las mayores subidas se concentran sobre todo en mariscos y pescados, mientras que las carnes mantienen su precio y bajan verduras y frutas.

Los que más suben respecto a 2021

En comparación con los precios que estos productos típicamente navideños tenían en 2021 en estas mismas fechas, mediados de diciembre, la subida media también ha sido del 2,4%. Así, los productos que más han subido con respecto a las mismas fechas del año pasado son la lombarda (+32%), el pavo (+22%) y el redondo de ternera (+9%). Por el contrario, los que han bajado de precio son las angulas (-14%), las ostras (-13%) y los percebes (-12%).

Los productos navideños están un 43% más caros que en 2015

En cambio, si nos fijamos en la evolución desde 2015, el repunte de precios es mucho más acusado, ya que cuatro de los 15 productos del estudio han alcanzado este año sus precios máximos: son el cordero, el pavo, la lombarda y las almejas. De media, los productos navideños hacia el 10 de diciembre están un 43% más caros de lo que estaban el 10 de diciembre de 2015. El besugo, las almejas, la merluza han disparado su precio a valores inusitados en estos años, superando el 70%. El cordero, las ostras, los percebes, la pularda e incluso la humilde lombarda, productos típicamente navideños, han subido en torno a un 40% en apenas 7 años. Y solo el redondo de ternera ha mantenido un precio más estable a lo largo del tiempo.

Para aquellos consumidores que quieran evitar las subidas típicas de Navidad, la OCU recomienda adelantar las compras o sustituir los productos más caros por otros alternativos más económicos, que, aunque tengan menos demanda, pueden resultar igual de interesantes desde un punto de vista nutricional.