Pensiones
Un abogado revela el documento decisivo para obtener la pensión de incapacidad permanente y que casi nadie conoce
Este documento debe ser elaborado por la empresa, por lo que se debe solicitar al departamento de recursos humanos o directamente al empresario, en el caso de trabajar en una pyme
Las enfermedades y accidentes son inevitables y es que nadie está a salvo de sufrir estas problemáticas en algún momento de su vida. Por tanto, aquellos que se encuentren en esta situación pueden ver limitada su capacidad laboral y no les quedará más remedio que pedir una prestación por incapacidad permanente para estar protegidos.
No obstante, pedir esta prestación no significa que siempre se conceda, sino que para acceder a ella es necesario cumplir ciertos requisitos generales y de cotización, que varían en función del grado de incapacidad reconocido -parcial, total, absoluta o gran invalidez-.
Además de estos requisitos, Víctor Arpa, un abogado laboralista, aclara en su cuenta de TikTok que existe un documento que "puede ser clave" para que a una persona le concedan la incapacidad permanente y que muchos desconocen. Se trata del profesograma, un informe donde se detalla con exactitud qué labor desempeña una persona en su puesto de trabajo: funciones, horarios, herramientas utilizadas, condiciones físicas requeridas, riesgos y aptitudes necesarias. "Es como una radiografía del trabajo", aclara el letrado.
Este documento debe ser elaborado por la empresa, por tanto, se debe solicitar al departamento de recursos humanos o directamente al empresario, en el caso de trabajar en una pyme. Y dicho informe sirve para que el juez o el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) dictamine si realmente el trabajador puede realizar o no su profesión habitual, ya que si no es "más difícil" demostrar la limitación.
No obstante, Arpa aclara que "no siempre es igual de importante" ese documento. Para la incapacidad absoluta - que imposibilita el ejercicio de cualquier actividad profesional- o de gran invalidez -que se da cuando la persona necesita asistencia para realizar las tareas más básicas de la vida diaria- no hace falta el profesograma, puesto que una persona está incapacitada para llevar a cabo cualquier tipo de trabajo.
"En las incapacidades parciales o totales para tu profesión habitual el profesograma sí es vital", señala el abogado laboralista.
Cuantía de la incapacidad permanente
La cuantía de la pensión depende del nivel de incapacidad. Aquel que sufra una incapacidad permanente parcial obtendrá un pago único correspondiente a las últimas 24 mensualidades de la base reguladora que le pertenece. En el caso de la incapacidad permanente total, que impide continuar en la profesión habitual pero permite desempeñar otra distinta, se reconoce el 55% de la base reguladora, con la posibilidad de alcanzar el 75% en determinadas situaciones. La incapacidad absoluta, que imposibilita el ejercicio de cualquier actividad profesional, da derecho a percibir el 100% de la base reguladora. Finalmente, la gran invalidez -que se da cuando la persona necesita asistencia para realizar las tareas más básicas de la vida diaria- también garantiza el 100% de la base reguladora, al que se suma un complemento económico.