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Macroeconomía

La Airef rebaja sus previsiones de crecimiento para 2025 y 2026 por los aranceles y ve necesario un ajuste fiscal a partir de 2027 por el alza del gasto militar

Le reprocha al Gobierno que no haya actualizado su cuadro macro teniendo en cuenta la incertidumbre económica global y desmiente a Sánchez: el incremento del gasto en defensa sí impactará en el déficit y la deuda

La presidenta de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), Cristina Herrero, durante la presentación LUIS MILLÁNEFE

La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) ha advertido este martes de que el Ejecutivo necesitará tomar medidas a partir de 2027 para cumplir los compromisos fiscales europeos por el incremento del gasto en defensa (10.741 millones de euros para alcanzar el 2% del PIB en 2025, frente al 1,4% anterior). Asimismo, ha rebajado sus previsiones de crecimiento para 2025 y 2026 por el impacto de la guerra comercial desatada por Donald Trump y le reprocha al Gobierno que no haya actualizado su cuadro macro teniendo en cuenta el deterioro de las previsiones del crecimiento económico global. Así lo ha avisado en presentación del primer informe en el que valora el Informe de Progreso Anual del Plan Fiscal y Estructural de Medio Plazo 2025-2028 (PFEMP), remitido a Bruselas a finales de abril, que sustituye en el nuevo marco europeo de gobernanza fiscal a la Actualización del Programa de Estabilidad.

Si el Plan Fiscal Estructural tenía grandes lagunas, el Informe de Progreso sigue sin cumplir las expectativas, critica la presidenta de la Airef, Cristina Herrero. Se limita a reportar ex post (con posterioridad a los hechos) los compromisos de 2024 y 2025 y actualiza parcialmente las previsiones económicas y presupuestarias. Tiene una limitada capacidad para identificar riesgos previos y orientar la política presupuestaria, lo que ha llevado a la Airef a actualizar sus previsiones macroeconómicas.

Aunque el Ejecutivo considera que el impacto en la economía española de la guerra arancelaria desatada por Trump se podrá sortear, la Airef vislumbra un panorama más pesimista. De acuerdo con sus proyecciones, el Producto Interior Bruto (PIB) crecerá un 2,3% este año (dos décimas menos que su anterior previsión) y un 1,7% en 2026 (tres décimas menos) por un deterioro del saldo exterior. A medio plazo, la Airef proyecta una progresiva desaceleración hasta el 1,5% en 2029.

Esto contrasta con las estimaciones del Gobierno, que apuntan a un crecimiento del PIB del 2,6% en 2025 y del 2,2% en 2026. “Esa es una visión que nos parece muy optimista”, señaló Esther Gordo, directora de la División de Análisis Económico. Esta discrepancia, argumenta la presidenta de la Airef, radica en la confianza del Gobierno sobre la capacidad de la demanda nacional de compensar el deterioro del saldo exterior por la guerra comercial, algo que la Airef no comparte, sobre todo por las peores perspectivas de inversión que las del Ejecutivo. La Autoridad Fiscal considera que la inversión se verá afectada de manera persistente por la incertidumbre y por el desfase entre oferta y demanda de vivienda.

Por ello, le insta a revisar sus proyecciones y a someterlas a evaluación. El último cuadro macroeconómico para el que el Gobierno pidió el visto bueno de la Airef fue el publicado en septiembre de 2024. La actualización de abril, en cambio, no cuenta con el aval ni la revisión técnica de la Airef al haber sido incluida en el informe de seguimiento del PFEMP, en el que no es necesario solicitar el visto bueno de la Airef.

Asimismo, la Airef considera que las Administraciones Públicas cerrarán con un déficit de 2,8% del PIB en 2025, que mejorará cinco décimas en 2026, debido a la retirada de las medidas energéticas y de la DANA, así como por la reducción de las operaciones no recurrentes. En cambio, desde 2027, prevé que el déficit romperá su tendencia a la baja por el mayor gasto en intereses, en formación bruta de capital, en pensiones y en defensa, pero se mantendrá por debajo del 3% del PIB hasta 2029 (2,9%). Esto llevará a una ralentización de la reducción de la deuda (en 2025 se corregiría en dos décimas, hasta el 100,6 % del PIB) y la ratio se estabilizará ligeramente por debajo del 100% del PIB en 2029. A más largo plazo y en el escenario inercial, la ratio de deuda retomaría una senda ascendente a partir de la próxima década, incrementándose en 5,4 puntos, hasta alcanzar el 107,2% del PIB en 2041.

En cuanto a las nuevas reglas fiscales, que toman como principal referencia el gasto primario neto de medidas de ingresos, el Gobierno ha logrado ganar cinco décimas de PIB en su cuenta de control, gracias a que el gasto en 2024 fue inferior al previsto. Este margen adicional, permitido por las reglas de la Unión Europea, puede utilizarse como colchón, pero podría esfumarse pronto. El Ejecutivo comunicó a finales de abril que previsiblemente el gasto crecería un 4,1% en 2025, por encima del 3,7% comprometido en el Plan Estructural Fiscal de Medio Plazo (PFEMP), "debido al esfuerzo que España prevé realizar para cumplir sus compromisos en el ámbito de la defensa". Esta tasa se situaría por encima de la referencia, pero dentro del límite de la cuenta de control anual. En cambio, la Autoridad Fiscal cree que subirá aún más, hasta el 4,5%, agotando el margen ganado y quedando al límite del umbral de la cuenta de control anual (tres décimas anuales y seis décimas en el acumulado hasta 2028). Así, en términos acumulados en 2024 y 2025, la Airef prevé un crecimiento del 8,8%, frente al 8,4% del Gobierno y todavía por debajo del 9,2% del conjunto del plan. Por lo tanto, no se agotaría el margen positivo derivado del cierre de 2024 por debajo de la previsión del plan.

Para el resto de periodo de vigencia del PFEMP, hasta 2028, el Informe de Progreso no ofrece ninguna estimación del gasto. "Es una obligación que el Gobierno dé la información del gasto primario neto de medidas de ingresos para hacer nuestra función preventiva y alertar de forma temprana de los riesgos", reclama la presidenta de la Airef. Pese a ello, la Airef prevé bajo un escenario de políticas constantes un crecimiento promedio del gasto neto del 3,9% entre 2026 y 2028 frente al 3,2% del PFEMP. Estas tasas anuales implican un crecimiento acumulado entre 2024 y 2028 del 22,5% frente al 20,1% en el PFEMP, lo que supone una desviación acumulada del siete décimas del PIB en 2028, por encima del margen de la cuenta de control acumulada (seis décimas). En consecuencia, la Airef considera necesario tomar medidas adicionales, ya sea en forma de menor gasto o de mayores ingresos, para cumplir con los compromisos fiscales en 2027 y 2028.

Sánchez aseguró que el alza del gasto en defensa no supondría un incremento del déficit público ya que se basaría en una reorientación de fondos. Una máxima que desmiente la Airef, que sí prevé un impacto de esta medida en el déficit y la deuda, ya que se utilizarán partidas que no estaban destinadas a ejecutarse en 2025, y advierte de una “reforma encubierta” de la Ley General Presupuestaria. "¿Cabe en el presupuesto (el mayor gasto en defensa)? Probablemente. La Ley General Presupuestaria establece requisitos para la modificación y la transferencia de partidas presupuestarias. Desde 2021 se vienen excepcionando estos requisitos para autorizar estas transferencias de forma más flexible de lo que exige la Ley General Presupuestaria. Es una reforma encubierta. Es legal, pero no muy deseable. ¿Eso significa que no van a tener impacto en déficit o deuda? Es imposible. ¿Va a haber un aumento del gasto, del déficit y la deuda? Sin duda. La duda es cuándo va a afectar", señala Herrero.

Sobre el Informe de Progreso Anual, la Airef denuncia que no ha contado con aval ni discusión técnica y le reclama al Gobierno que lo solicite. Asimismo, considera que el Informe de Progreso del Gobierno, remitido a Bruselas a finales de abril, cumple con las orientaciones de la Comisión Europea, pero "le falta ambición" para tener una verdadera orientación a medio plazo. Por ello, recomienda la ampliación de su contenido -solo recoge datos para 2025 y deja sin información 2026, 2027 y 2028- con un escenario fiscal completo de medio plazo que permita identificar adecuadamente los riesgos para el cumplimiento de los compromisos recogidos en el Plan Estructural Fiscal de Medio Plazo. También, reclama la transposición del marco fiscal europeo a la normativa nacional.