Energía

El calendario de cierre de las nucleares no se toca

El Ejecutivo reitera sus planes de clausurar las plantas a partir de 2027 aunque en Europa defiende esta tecnología como limpia y con cero emisiones

CENTRAL NUCLEAR DE SANTA MARIA DE GAROÑA
CENTRAL NUCLEAR DE SANTA MARIA DE GAROÑAAlejandro OleaLa Razón

El Gobierno mantiene dos caras con la energía nuclear sin que ello le suponga problema alguno. Como en otras materias, el Ejecutivo es capaz de defender una postura y la contraria, lo que le ha llevado a defender las bondades de la energía nuclear en Europa como tecnología limpia «Net Zero» durante la presidencia española del Consejo de la UE mientras, al mismo tiempo, en casa mantiene el apagón nuclear programado.

En una respuesta parlamentaria, el Gobierno sostiene que «no tiene previsto replantearse el calendario de cierre programado de las centrales nucleares actualmente en explotación», lo que a su entender no implica «contradicción alguna» entre la existencia del calendario al que refiere la pregunta y que el presidente del Consejo de Seguridad Nuclear pueda presidir el Grupo de Reguladores Europeos de Seguridad Nuclear (ENSREG), ya que sus funciones serán asesorar y asistir a ésta en el establecimiento de normas europeas sobre seguridad de las instalaciones nucleares, entre otras funciones.

Ante la pregunta de los diputados del PP Juan Bravo, Guillermo Mariscal y Juan Diego Requena sobre si puede existir una contradicción y una falta de certidumbre para la política energética española defender posiciones de cierre nuclear en España y votar favorablemente en Europa a la energía nuclear, el Gobierno responde, de forma escueta, que «no existe contradicción alguna» ya que cada Estado miembro decide su combinación de energías en su propio suministro energético y, por ello, en el PNIEC 2021-2030, se contempla en España el cierre ordenado de las centrales españolas tras «el consenso alcanzado entre los diferentes actores implicados». También considera normal – o no ve contradictorio- que el presidente del Consejo de Seguridad Nuclear pueda presidir el Grupo de Reguladores Europeos de Seguridad Nuclear (ENSREG), ya que sus funciones serán asesorar y asistir a ésta en el establecimiento de normas europeas sobre seguridad de las instalaciones nucleares, entre otras funciones.

El sector pide recapacitar

El Gobierno mantiene así la hoja de ruta que se ha marcado respecto a la nuclear y que va a contracorriente del resto de Europa, con la excepción de Alemania, que tras clausurar su parque, ha incrementado sustancialmente sus emisiones al tener que recurrir al carbón. Esta misma semana, Foro Nuclear ha reclamado al Ejecutivo replantearse el cierre que el sector y el Gobierno acordaron en 2019 porque, como aseguran, el panorama energético ha cambiado mucho desde entonces. A su entender, la energía nuclear es una fuente que garantiza el suministro energético a buen precio y con seguridad y no depende de la climatología como la eólica o la fotovoltaica por las que se la quiere sustituir. «Alguien debería pensar si las nucleares no deberían funcionar hasta tener una alternativa consolidada a una tecnología que genera el 20% de la energía, que es competitiva y que ayuda a reducir emisiones y combatir el cambio climático», expuso el presidente del lobby del sector, Ignacio Araluce, en un encuentro con medios de comunicación.

La nuclear generó en 2023 el 20,3% del total de la electricidad del sistema, cuatro veces su potencia instalada, que asciende al 5,71% del total (7.117 MW) de una forma «estable y con garantía de suministro». «Siempre está ahí cuando la esperas», dijo Araluce, que destacó las 7.626 horas que aportaron energía las nucleares de las 8.600 que tiene el año.

Costosa sustitución

Frente a esa capacidad de generación, el presidente de Foro Nuclear añadió que tecnologías como la fotovoltaica o la eólica generaron 2.040 y 1.515 horas, respectivamente, y, además, concentradas en unos momentos determinados del día, cuando hay viento o sol. «Cuando producen, sobra energía. Pero las renovables necesitan un almacenamiento gigantesco para reemplazar a las centrales nucleares», según Araluce. Y no sólo eso. Según los cálculos de Foro Nuclear, para reemplazar la producción nuclear actual, hace falta cuadruplicar la potencia instalada de energía eólica o quintuplicar la de fotovoltaica.

Para alcanzar tales metas de producción renovable, el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) prevé la movilización de una inversión de 294.000 millones de euros, de los que un 85% serán privados, para alcanzar un 81% de producción renovable en 2030. Frente a ello, las nucleares existentes generan más del 20% de la electricidad total con una inversión anual de 200 millones de euros para mantenimiento. Y el alargamiento de su vida útil no es una utopía. Como recordó Araluce, todos los reactores que hay en España, salvo el de Trillo, son de tecnología estadounidense. Y este país ya ha dado luz verde para ampliar la licencia de operación de sus centrales hasta los 60 años de edad, si bien este plan implicaría seguramente una inversión mayor para renovar las plantas.

La presencia de la nuclear en el mix energético no es sólo defendida por el sector. Un reciente informe de la consultora tecnológica Capgemini asegura que habrá que triplicarla para lograr los objetivos de descarbonización.