Conflictos laborales

Cuando el trabajo se convierte en un infierno: más de la mitad de los trabajadores de España han sufrido un "despido silencioso"

Esta es la estrategia de las empresas para reducir su plantilla a través del hastío de la rutina. El 57% de los españoles afirma haber sufrido este fenómeno en algún momento de su carrera

Un abogado laboralista explica cómo conseguir 10.000 euros extra en tu indemnización por despido: "Reclama por..."
Cuando el trabajo se convierte en un infierno: más de la mitad de los trabajadores de España han sufrido un "despido silencioso"Getty Images

Hoy en día, las relaciones laborales entre los distintos niveles del organigrama empresarial son clave para el funcionamiento saludable de cualquier organización. Sin embargo, la jerarquía, las diferencias de responsabilidad y los intereses contrapuestos entre departamentos pueden generar tensiones que, si no se gestionan adecuadamente, derivan en conflictos entre compañeros o incluso entre superiores y subordinados. De esta manera, la falta de comunicación o el trato desigual constituyen algunos de los detonantes más habituales. En muchos casos, estos desencuentros afectan directamente al clima laboral, reducen la productividad y erosionan la cohesión interna del equipo.

Cuando estas malas praxis se concentran dan lugar a situaciones de acoso, discriminación o vulneración de derechos laborales recogidos dentro del Estatuto de los Trabajadores, las consecuencias pueden trascender lo interno y alcanzar el ámbito legal. La legislación española contempla sanciones para las empresas que no actúen ante estas situaciones o que incumplan su deber de protección hacia los trabajadores. Las multas pueden ir desde cantidades moderadas hasta sanciones económicas importantes, sin contar con el daño reputacional que puede acarrear una denuncia pública. Además, los tribunales pueden ordenar indemnizaciones o incluso la readmisión de trabajadores despedidos de forma improcedente. En este contexto, la prevención de conflictos y la formación en liderazgo y gestión de equipos son herramientas imprescindibles para garantizar entornos de trabajo seguros y respetuosos.

Sin embargo, con el paso de la rutina llegamos a normalizar esta clase de circunstancias alegando el manido dicho de "es trabajo", como si ello implicara la vulneración de libertades. Por ende, la posibilidad de perder el empleo se atisba como el último querer del trabajador. Pero, ¿acaso un buen sueldo puede justificar todos estos actos? Bueno pues, en muchas ocasiones, el fin último del cargo que lleva a cabo estos abusos laborales es el ya mencionado: acabar con el contrato del empleado en cuestión. Es decir, ahorrarse el dinero de la indemnización por despido y provocar una destitución que corra a cuenta propia del individuo. De esta manera, la decisión de abandonar la empresa no corresponde al mandamás de la misma sino al implicado. Esto se conoce como "despido silencioso" y es mucho más común de lo que podríamos pensar.

El 57% de los españoles han sufrido un "despido silencioso"

Tal y como esclarece el informe de InfoJobs el 57% de los trabajadores afirmó haber sufrido alguna de las situaciones asociadas al "despido silencioso" en los últimos tres años, una estadística alarmante. El desgaste tanto físico como psicológico pasa por crear un ambiente hostil de disconformidad total entre los empleados, ya sea por medio de las relaciones laborales o en lo relativo a la actividad. Suele aparecer dentro del espacio de trabajo.

Otro modo de reducir la vida laboral de un determinado miembro en esa empresa pasa por la exclusión, la abundancia de trabajo u otros factores que, en su extremismo, desembocan en situaciones de acoso. Asimismo, no solo se intentará deteriorar el estado mental del usuario desde su ejercicio laboral, sino también desde su implicación. Se le excluye de reuniones, contratos o beneficios que si poseen el resto de trabajadores. El resultado finalmente es el esperando: un abandono del trabajador por su propia voluntad.

¿Cuáles son las conductas que terminan en este despido?

Ignacio de la Calzada, abogado laboralista conocido en redes sociales por sus vídeos divulgativos sobre derecho laboral, expone las claves a considerar sobre los comportamientos típicos de este tipo de despido:

  • Sobrecarga de trabajo: se busca la saturación e incluso la equiparación de tareas con respecto a otros compañeros de trabajo que cuentan con salarios más altos y más horas firmadas.
  • Reducir las tareas o funciones: al contrario que el antes mencionado, este comportamiento busca el aislamiento para desmotivar al empleado y que este piense en la posibilidad de irse.
  • Falta de reconocimiento u oportunidades: negar la posibilidad de ascender y ver como otros trabajadores con tu misma condición avanzan en el organigrama. De hecho, en casos extremos esta situación se puede tildar de discriminatoria.
  • Tareas por debajo de tus competencias: dejarte fuera de la toma de decisión, aislarte o dejar de hacer funciones que antes desempeñabas son los ejemplos más representativos que pueden desembocar en el acoso laboral.
  • Recibir feedback negativo constante: independientemente de las actividades que desempeñes tu superior siempre se muestra reacio a tu desempeño.