Energía
La culpa del apagón es de los "paganinis"
Portugal también resultó afectado por el apagón y los franceses estuvieron implicados en menor medida, lo que obliga a intervenir a la Comisión Europea para investigar el asunto
¡Acabáramos! Ya lo tengo claro: los culpables del apagón del pasado mes de abril somos los usuarios de la luz por consumir electricidad y por pagar (la mayoría) la factura de forma religiosa cada mes. No son culpables ni Red Eléctrica, ni las empresas eléctricas que generan la energía, ni las que la comercializan, ni, por supuesto, el modelo energético del Gobierno presidido por el marido de Begoña. Nada de nada; “rien de rien”: los responsables somos solo nosotros, a la vez que “paganinis”. Según el informe presentado por la empresa con participación pública que preside la sanchista, y antes zapaterista, Beatriz Corredor, el problema fue que “los grupos acoplados con capacidad de control de tensión no estaban operativos”. Más claro, agua. Para un profano, leer e intentar entender lo que dice el papel dichoso es cómo desentrañar el recibo de la luz, ósea, tarea imposible. Eso sí, los que padecimos las consecuencias fuimos los usuarios y consumidores. Más allá de si eso que dicen desde Red Eléctrica choca con la tesis del Gobierno sanchista, me queda una vaga esperanza de que alguna vez lleguemos a saber parte de lo sucedido y de quién fue la culpa, porque Portugal también resultó afectado por el apagón y los franceses estuvieron implicados en menor medida. Y eso obliga a intervenir a la Comisión Europea, que tendrá también su informe al respecto, y que se debería presentar dentro de poco más de un mes, a finales de julio. Esperemos que los de Bruselas arrojen algo de luz al apagón y que no nos canten también aquello de “la culpa fue del cha, cha, cha”.
Mientras tanto, en la capital comunitaria siguen con mucha atención el devenir de los acontecimientos que se registran en España ante la posibilidad, nada descartable, de que esté en juego dinero procedente de alguno de los fondos comunitarios. Por cierto, esa “pasta” que continúa llegando, de momento, aunque no con la rapidez que a otros Estados miembros, como es el caso de Italia, debido a la falta de agilidad de las autoridades hispanas a la hora de presentar la documentación correspondiente. ¿Hasta cuando seguirán haciendo la vista gorda en Bruselas y en otras capitales dado el goteo de irregularidades? Y eso siendo benévolos en el calificativo.