España

Daniel Lacalle, economista: "España es más pobre que el estado más pobre de Estados Unidos"

El demoledor dato de que España es más pobre que Mississippi, el estado con menos recursos de Estados Unidos, abre un incómodo debate sobre cómo la corrupción y la polarización política lastran el futuro de la Unión Europea

Daniel Lacalle: «La única solución para recortar el déficit es reducir los gastos»
Daniel Lacalle: «La única solución para recortar el déficit es reducir los gastos»larazon

El economista Daniel Lacalle ha lanzado un dardo envenenado al tablero de la autocomplacencia nacional con una afirmación tan contundente como incómoda: España, en términos de riqueza, se sitúa por debajo de Misisipi, el estado más pobre de Estados Unidos. Un mazazo dialéctico que busca sacudir conciencias y que se ha difundido con rapidez a través de las redes sociales, donde el analista suele compartir sus reflexiones. La comparación, lejos de ser una anécdota, pretende poner de manifiesto una realidad económica que a menudo queda sepultada bajo el ruido del debate político, exponiendo una brecha de prosperidad cada vez más evidente con la principal potencia mundial.

De hecho, el análisis de Lacalle no se detiene en nuestras fronteras, sino que extiende su sombrío diagnóstico a la práctica totalidad del Viejo Continente. Según sus afirmaciones, el problema es de una envergadura mucho mayor, ya que 26 de los 27 países de la Unión Europea serían más pobres que la inmensa mayoría de los estados norteamericanos. Este dato sirve para contextualizar la situación española dentro de una tendencia europea generalizada, un auténtico jarro de agua fría sobre la tradicional percepción del modelo de bienestar como un referente incuestionable de progreso económico.

Sin embargo, el economista no atribuye esta brecha únicamente a factores macroeconómicos, sino que apunta directamente a una lacra de carácter sociopolítico. Tal y como se recoge en una publicación de agriNews Play en TikTok, Lacalle subraya la particular vara de medir que se aplica en España frente a la corrupción, donde la indignación ciudadana parece depender del adversario político al que salpique el escándalo.

La indignación selectiva como freno al desarrollo

En este sentido, esta suerte de indignación de quita y pon revela, según la perspectiva del analista, una profunda fractura moral que impide exigir responsabilidades de manera transversal y efectiva. Dicha actitud no solo erosiona la confianza pública, sino que debilita las propias instituciones y perpetúa un sistema que se demuestra poco eficiente para fomentar un crecimiento robusto y sostenido.

En definitiva, la tesis expuesta dibuja un panorama de notable complejidad, donde el estancamiento económico relativo frente a Estados Unidos se entrelaza con una parálisis interna a la hora de afrontar los problemas estructurales. Se trata de una advertencia severa sobre la complacencia que, desde su visión, amenaza con lastrar el futuro del país si no se produce una reacción profunda tanto en la esfera económica como en la cultura cívica.