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Problemas energéticos

Daniel Lacalle, experto economista, sobre el problema energético: "Vamos a vivir en un entorno en el que los apagones serán la norma"

El economista Daniel Lacalle alerta sobre el riesgo de apagones generalizados que, según él, podrían ser la norma en España

Entrevista a Daniel Lacalle, economista. Cristina BejaranoLa Razón

La reciente oleada de apagones que ha afectado a la Península Ibérica ha puesto de manifiesto la fragilidad del actual modelo energético, aspecto que expertos como Daniel Lacalle ya venían señalando. El economista, en su participación en una jornada sobre energía nuclear en el Parlamento Europeo, ha reiterado los riesgos de un mix energético que considera inestable, anticompetitivo e ideológico.

Asimismo, Lacalle ha subrayado la insostenibilidad del desmantelamiento del parque nuclear español desde múltiples perspectivas. Argumenta que la economía española se configura como una isla energética, lo que la hace particularmente vulnerable, y que además existe un problema creciente con la tensión de la red de suministro eléctrico.

Por otro lado, el economista insiste en que las energías intermitentes y volátiles, por su propia naturaleza, no pueden sustituir a una energía de base que opera de manera constante. A esta limitación técnica se suma una razón económica relevante: la inminente electrificación del parque automovilístico.

La electrificación como punto de inflexión

En este sentido, los efectos de esta política energética ya se hacen patentes, con la industria española experimentando reducciones en el acceso a la electricidad en momentos de escasez productiva, una situación que, según Lacalle, no debería producirse. Para el experto, una política energética eficaz debe equilibrar tres pilares: la competitividad, la seguridad de suministro y la limpieza medioambiental, rechazando la idea de que la eliminación nuclear se justifique por un mero análisis de costes.

Además, la Unión Europea se enfrenta a un desafío considerable en comparación con otros polos de liderazgo global como Estados Unidos y China. Estos dos gigantes carecen de dos de los obstáculos que lastran la competitividad europea: los elevados costes del CO2 y la carga fiscal sobre la energía. En el caso particular de España, la fiscalidad aplicada a la energía nuclear es de doce euros por megavatio hora superior a la francesa, lo que agrava aún más la situación de competitividad del país.

De este modo, Lacalle asevera que no puede haber competitividad sin una energía que sea abundante, barata y, a su vez, diversificada. Urge a la UE a presentar un plan claro que no solo preserve la energía nuclear instalada, sino que también promueva su aumento, siguiendo el camino de países del norte de Europa. La ausencia de esta estrategia impedirá alcanzar la electrificación del parque automovilístico de manera efectiva, consolidando un escenario donde los apagones, en lugar de ser una anomalía, se conviertan en una norma.