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Análisis

El dinero de la PAC y Manuel de la Rocha

La prioridad es que el Gobierno de Pedro Sánchez fije la posición que va a mantener en Bruselas

La PAC es fundamental para los agricultores españoles Las lluvias ha aumentado la cosecha de cereales, a pesar del retraso de la campaña de recogida

Probablemente Manuel de la Rocha sea un gran desconocido para la mayoría de los agricultores y ganaderos españoles. Sin embargo, ya pueden apuntarse este nombre y su cargo porque va a ser una persona clave a la hora de fijar la posición de España de cara a la negociación del Marco Presupuestario de la Unión Europea (UE) para 2028-34, del que dependerá la cantidad de dinero que haya para financiar la Política Agraria Común (PAC) durante ese periodo de tiempo. De la Rocha es el todopoderoso responsable de la Oficina Económica de la Presidencia del Gobierno, con acceso directo y constante al marido de Begoña. Será, por lo tanto, el que parta el bacalao a la hora de preparar la posición española, coordinando a los ministerios más implicados, como son el Hacienda, con María Jesús Montero al frente; el de Economía, con Carlos Cuerpo a la cabeza y, se supone, que el de Agricultura, Pesca y Alimentación, con el desaparecido Luis Planas al mando (es un decir).

Justo antes del verano, una veintena de ministros de Agricultura de Estados miembros de la UE enviaron a la Comisión Europea una carta para solicitar «una PAC bien dotada y con personalidad jurídica e institucional propia». Loable intento el de todos ellos. Pero podían comenzar enviando ese mismo texto, en cada uno de los países, a sus colegas de Economía y Hacienda y a sus jefes de Gobierno o de Estado, que son los que tienen la sartén por el mango a la hora de defender el presupuesto de la PAC. En el caso concreto de Luis Planas, debe convencer a los ya citados Cuerpo, Montero y, sobre todo, a Manuel de la Rocha, que es como decir al propio Pedro Sánchez, de esta necesidad, de que la PAC cuente con un presupuesto adecuado.

Es verdad que la Comisión Europea ha presentado ya sus propuestas sobre el Marco Financiero 2028-34 que recogen un recorte importante (de más del 20 por ciento que puede llegar hasta el 50 por ciento si se tienen en cuenta factores como la inflación) y, lo que es más importante, la pérdida de autonomía e independencia, del dinero que se asigne a la PAC. Ahora comienza la negociación y lo primero es que cada Estado miembro redacte y presente su posición sobre este espinoso y polémico asunto. Por un lado, deben plantear cuánto están dispuestos a aportar a las arcas comunitarias y a continuación cómo quieren que se gasten esos fondos. En el caso concreto de España, Planas tiene que dar la batalla ante Montero, Cuerpo, De la Rocha y el propio Pedro Sánchez, para que hagan de la defensa del dinero de la PAC una de sus prioridades. ¿Se pondrá a ello el ministro de Agricultura o desaparecerá como es habitual en él cada vez que hay un problema? En resumen: que la negociación del dinero de la PAC que llegará a los agricultores y ganaderos españoles en 2028-34 se desarrollara en Bruselas, pero, antes, comenzará aquí, en España, cuando el Gobierno presidido por el marido de Begoña fije su posición y su estrategia, con Manuel de la Rocha como figura clave.

Este asunto, el de la negociación presupuestaria, es uno de los retos del nuevo curso de política agraria y también general de la UE. El otro reto importante llegará después, cuando haya que repartir el dinero asignado a la PAC entre Estados miembros y sectores, mediante otra reforma de esta política. La primera parte de las propuestas de la Comisión Europea, presentadas en julio, no han sido bien acogidas por el sector agrario español, especialmente por el más profesional, entendiendo como tal al compuesto por los agricultores y ganaderos que viven únicamente de su actividad en el campo. Este colectivo se considera maltratado por partida doble: primero, por el recorte del dinero destinado a esta política y, segundo, por los criterios de distribución que se han planteado.

Aranceles

Y el tercer reto más importante al comenzar este curso político es justamente el relativo a las relaciones comerciales con Estados Unidos. Por un lado, están los aranceles del 15 por ciento para enviar a este país productos agroalimentarios europeos; del otro, la mayor apertura de la UE a las mercancías agrarias como algunas frutas y hortalizas, lácteos o carne de porcino procedentes del país presidido por Donald Trump. Asimismo, además de las relaciones con Estados Unidos, habrá que prestar atención también a lo que pase con el Acuerdo alcanzado con Mercosur, que debe ser ratificado por las Instituciones de la UE en los próximos meses.