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Dulces Galicia, 175 años de sabor y tradición
Durante seis generaciones, esta empresa familiar de Tordesillas ha endulzado la vida de sus clientes

Dulces Galicia ha celebrado este año su 175 aniversario, una cifra redonda que resume toda una vida dedicada al dulce arte de la confitería artesanal. Fundada en 1850 por Fermín Galicia, el legado de esta empresa familiar ha sido transmitido durante seis generaciones, manteniendo siempre viva la tradición en cada receta, cada elaboración y cada bocado.
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Desde su origen en la villa de Tordesillas, la pastelería ha construido su reputación sobre tres pilares: tradición, dedicación y artesanía. Durante décadas, la compañía ha sido reconocida principalmente por su producto estrella: el polvorón «El Toro», cuya denominación fue patentada en 1954 por Amador Galicia. Este dulce ha trascendido más allá de su comarca, gracias al boca a boca y al firme compromiso con la calidad de sus ingredientes: harina, azúcar, manteca de cerdo ibérico y canela.
Además de ese icono navideño, el catálogo de dulces incluye productos como polvorón de almendra, «Toritos de chocolate», turrones, roscones, hojaldres, rosquillas, pastas de té o la pasta para sopa de almendra. Muchas de estas elaboraciones se han ido incorporando en los últimos años como parte de una estrategia de diversificación.
El año 2025 ha supuesto un punto de inflexión, ya que ha puesto en marcha iniciativas que materializan su crecimiento y su voluntad de adaptarse a los nuevos tiempos sin perder esencia, como la ampliación de su fábrica en el polígono industrial de Tordesillas. También ha apostado por la innovación en productos, destacando el lanzamiento del Polvorón de Aceite de Oliva Virgen Extra, fruto de una colaboración con la almazara Pago de Valdecuevas. Se trata de una versión vegetal del polvorón tradicional, que sustituye la manteca de cerdo por aceite de oliva virgen extra, lo que supone una apuesta tanto por nuevas tendencias como por mercados más amplios. Asimismo, se han acometido nuevas aperturas comerciales para acercar sus productos a más público fuera de Tordesillas.
Dulces Galicia afronta el futuro con varios objetivos claros, como la internacionalización de la marca, ampliando la distribución fuera de España y aprovechando las exportaciones y los mercados gourmet, especialmente con productos innovadores. También se ha marcado como meta ampliar la gama de productos menos estacionales para no depender tanto de la campaña de Navidad; mejorar los procesos productivos y tecnológicos, manteniendo el carácter artesanal pero incorporando mejoras en envasado, logística y capacidad de fábrica para responder a las exigencias de volumen sin sacrificar calidad; y fortalecer su presencia física, abriendo nuevos puntos de venta propios y aumentando la visibilidad en ciudades clave.
La empresa también mantiene su compromiso institucional y social, preservando su identidad de empresa familiar, reforzando su arraigo local y respetando recetas y tradición, al mismo tiempo que se adapta a las tendencias de consumo actuales, como los productos vegetales, la atención al cliente y la sostenibilidad.
Después de 175 años, Dulces Galicia ha logrado preservar su legado siendo fiel a su origen, pero mirando al futuro y apostando por la innovación.
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