Santander

El bono alcanza su nivel más bajo desde antes de la crisis

El interés de la deuda española a diez años se reduce hasta el 3,71%, el mínimo desde octubre de 2006. Los inversores creen que caerá hasta el 3,5%

La Razón
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El interés de la deuda española a diez años volvió a reducirse ayer en el mercado secundario y cerró en su nivel más bajo desde octubre de 2006. En concreto, el rendimiento del bono cayó hasta el 3,71% al cierre después de marcar un mínimo del 3,67% durante la sesión. El capital de bancos, «hedge funds» y fondos de inversión sigue apostando por los bonos periféricos, y España es uno de los países más beneficiados por esta circunstancia.

La prima de riesgo de la deuda española, por su parte, se mantuvo en los niveles de la víspera –196 puntos básicos– ya que nuestros bonos a una década no fueron los únicos que vieron reducido su interés. El alemán se abarató hasta el 1,75%, con una caída similar a la experimentada por la referencia nacional, mientras que el italiano descendió al 3,82%, once puntos básicos por encima del español. Irlanda, por su parte, cayó al 3,18% y Francia, al 2,41%.

Algunos inversores internacionales que asistieron el miércoles y el jueves al Spain Investors Day coincidieron en situar el «suelo» del interés del bono español a diez años en el entorno del 3,5%, un nivel que no se registra desde marzo de 2006. Muchos señalaron que existe aún liquidez suficiente en los mercados para sostener la caída del coste de financiación de la economía europea, y ensalzaron los progresos del plan de reformas del Gobierno español y las políticas de estímulo de los bancos centrales como los factores que explican la actual situación.

En este contexto de confianza en los futuros resultados del plan económico del gabinete de Mariano Rajoy y en el «cortafuegos» del presidente del BCE, Mario Draghi, la caída del interés de la deuda española se extendió ayer por todas las referencias cotizadas en el mercado. Así, el bono a cinco años se abarató al 2,25%, mientras que a tres años se mantuvo cerca del mínimo histórico pagado ayer por el Tesoro en la segunda subasta del año. El departamento que preside Íñigo Fernández de Mesa afronta 2014 con mejores perspectivas incluso que en 2013, a la vista del comportamiento del secundario.

La rebaja en el coste de la deuda ya redujo el capítulo presupuestario de los intereses en 8.700 millones respecto a lo previsto por el Gobierno, que finalmente asumió un coste de menos de 30.000 millones frente a los 38.600 millones pronosticados. Este «ahorro» de casi el 0,9% del PIB será clave para que España se acerque lo máximo posible al objetivo de déficit del 6,5% del PIB pactado con Bruselas en 2013.

En 2012, el «agujero» presupuestario de la Administración española fue del 6,84% –sin contar con el rescate bancario– con algo más de 26.000 millones en intereses, y para el presente ejercicio el Gobierno prevé 36.590 millones de gasto público en el denominado como servicio de la deuda. De prolongarse la tendencia actual de caídas en los rendimiento de bonos y Letras, el coste será menor del previsto y ayudará a reducir el desequilibrio de las cuentas públicas hasta el 5,8%.

El Gobierno espera el espaldarazo de las agencias de rating, que actualmente sitúan a España justo por encima del «bono basura». La primera que tomará una decisión será Moody's, el 21 de febrero. La compañía norteamericana metió ayer a Irlanda en categoría de inversión al subirle la nota de Ba1 a Baa3, la misma que nuestro país.

La Bolsa sube un 1,7%

El Ibex 35 registró ayer un tímido avance del 0,1% en una sesión de toma de beneficios en la banca mediana y en el Santander, subida que le permitió cerrar la semana con un repunte acumulado del 1,7% en los 10.465,7 puntos. El nuevo máximo histórico de la morosidad crediticia lastró a gran parte del sector, pero Telefónica, BBVA e Iberdrola sostuvieron al selectivo. FCC se disparó un 7,11% gracias a la entrada de inversores institucionales en una jornada capitaneada por energéticas y constructoras.

«La semana ha servido por un lado para mostrar el apetito de los inversores por nuestra deuda y por otro lado nos ha dado pequeños síntomas de agotamiento en las subidas de la renta variable», apuntó Javier Urones, de XTB.