Crisis económica

El desafío independentista costará hasta 30.000 millones

La institución contempla un impacto en la economía de entre 0,3 y 2,5 puntos del PIB hasta 2019 por la crisis en Cataluña. Señala que la aplicación del artículo 155 ha empezado ya a calmar a los mercados

El desafío independentista costará hasta 30.000 millones
El desafío independentista costará hasta 30.000 milloneslarazon

La institución contempla un impacto en la economía de entre 0,3 y 2,5 puntos del PIB hasta 2019 por la crisis en Cataluña. Señala que la aplicación del artículo 155 ha empezado ya a calmar a los mercados.

El desafío independentista no le va a salir gratis a la economía española. Durante semanas se han sucedido las informaciones que indicaban el grave impacto de la incertidumbre sobre la economía catalana: fuga de empresas, caída de las reservas turísticas, inversiones paralizadas, etc. Sin embargo, el referéndum ilegal y la posterior declaración unilateral de independencia tendrán un efecto negativo sobre el conjunto del país, según el último informe de estabilidad financiera del Banco de España. El impacto sobre el Producto Interior Bruto (PIB) entre finales de 2017 y 2019 será de tres décimas porcentuales en el mejor de los casos y de hasta 2,5 puntos si se materializa el peor escenario posible.

En concreto, hasta 30.000 millones de euros de pérdidas para la economía española por culpa de la crisis en Cataluña, que pondrían en grave riesgo la recuperación lograda en los últimos años. Las proyecciones de la institución contemplan «una continuación de la etapa expansiva, si bien se espera que en los próximos trimestres tenga lugar una moderada desaceleración a medida que pierdan fuerza algunos de los factores que han venido impulsando la actividad desde el inicio de la recuperación». En este contexto, «la incertidumbre generada a raíz del desafío independentista en Cataluña podría traducirse asimismo en un menor nivel de actividad y empleo en los próximos meses».

Para el Banco de España, existen tres factores principales de riesgo para la estabilidad del sistema financiero: el entorno actual de baja rentabilidad bancaria, un ajuste en las condiciones de financiación en los mercados internacionales por acontecimientos de naturaleza geopolítica y la tensión política en Cataluña y sus eventuales repercusiones sobre las condiciones de financiación en los mercados de capitales y sobre el conjunto de la economía española.

Sobre este último aspecto, el banco central cree que una eventual intensificación del conflicto en Cataluña o su prolongación podría tener un impacto negativo sobre las perspectivas económicas y la estabilidad financiera en España. «La mayor incertidumbre podría deteriorar la confianza de los agentes económicos y, por esta vía, afectar a sus decisiones de gasto e inversión con el consiguiente impacto negativo sobre la actividad económica y el empleo», asegura el informe. En este sentido, señala el impacto de la mayor incertidumbre creada en Cataluña en el mercado de deuda pública (comparando la peor evolución de la prima de riesgo española respecto a la italiana) y en las cotizaciones bursátiles, donde apunta al mejor comportamiento de la bolsa europea en comparación con el Ibex 35. Así, mientras que el Euro Stoxx 50 ha aumentado un 7% entre finales de agosto y el 30 de octubre, la bolsa española ha subido un 1,4 %. Además, recalca el efecto del desafío soberanista en las acciones de CaixaBank y Banco Sabadell, muy perjudicadas respecto a las del resto de bancos europeos.

Según los escenarios estudiados por el Banco de España, en el peor de los casos el crecimiento hasta 2019 se reduciría casi un 60% para el conjunto de la economía española. No obstante, el mayor daño lo sufriría Cataluña, que entraría en «recesión» durante «buena parte» de los próximos dos años. «La perturbación de incertidumbre afectaría de manera más intensa a esta comunidad autónoma», dice la institución gobernada por Luis Linde.

En el caso de las familias, una pérdida de confianza «puede motivar que éstas destinen un mayor porcentaje de su renta al ahorro por motivo de precaución, reduciendo así su consumo y posponiendo sus decisiones de adquisición de bienes de consumo duradero y de compra de vivienda». En el mismo sentido, las empresas «podrían retrasar la realización de nuevos proyectos de inversión, dada la mayor complejidad para la planificación de los costes y beneficios asociados a los mismos, y postergar sus decisiones de contratación».

En cualquier caso, el Banco de España considera que la aplicación del artículo 155 de la Constitución podría estar ya mitigando los efectos de la crisis secesionista sobre la economía, observándose «una cierta moderación en el grado de tensionamiento implícito en los precios de los activos financieros, coincidiendo con la adopción, el pasado 27 de octubre, de la Resolución por el Pleno del Senado por la que autorizó la aplicación» del artículo 155.