Empresas y rentas altas cargan con el grueso del alza impositiva

J. Martín

MADRID- En 2012, la recaudación tributaria alcanzó los 168.567 millones de euros, un 4,2% más que en el ejercicio anterior. La diferencia en términos absolutos es de 6.807 millones, algo menos de siete décimas del PIB, lo suficiente como para contribuir a delimitar la frontera entre el rescate de una economía o no.

Uno de los principales problemas con los que se encontró Cristóbal Montoro nada más hacerse cargo de la cartera de Hacienda fue encarar una disminución de los ingresos impositivos del Estado. Un dato es lo suficientemente elocuente. Entre 2007 y 2009, la pérdida de recaudación tributaria fue de 20.219 millones, dos puntos porcentuales en términos de PIB.

En alguna intervención pública, el propio ministro de Hacienda ha señalado las diferencias encontradas en su vuelta al ministerio tras su primera etapa en el Gobierno de José María Aznar. La crisis no justificaba por sí sola la caída de los ingresos impositivos. Había algo más. El Gobierno socialista intentó paliar el «agujero» tributario mediante la adopción de una serie de medidas que produjeron en 2010 y 2011 unos ingresos adicionales de 12.923 millones. Con el déficit público en el 11,2% del PIB al cerrar 2009, las medidas apenas sirvieron para reducir el agujero de las cuentas públicas hasta el 9,7% en 2010 y el 9,4% en 2011.

Agujero en las cuentas

Las primeras decisiones tomadas por Rajoy tuvieron que ver con la corrección urgente del déficit público mediante medidas de reducción del gasto y de incremento de los ingresos. Entre éstas destacó la creación de un gravamen complementario temporal –su vigencia se fijó hasta el 31 de diciembre de este año, aunque el 26 de abril Montoro anunció que se prorrogaría durante un año más para asegurar el programa de consolidación fiscal– que oscilaba entre el 0,75% para el primer tramo de la tarifa, el de las rentas más bajas, y el 7% para las superiores a 300.000 euros. Además, se estableció otro gravamen complementario para las rentas del ahorro y un incremento del tipo impositivo del IBI. En 2012, el Gobierno ha complementado sus cambios normativos en otros impuestos como el de sociedades, el IVA o los impuestos especiales. El impacto de los cambios normativos se ha traducido en 11.237 millones, 1,1 puntos de PIB.

El Gobierno ha asegurado que ha tratado de ser lo más equitativo posible a la hora de repartir los sacrificios. Rajoy así lo expresó durante su intervención en el Debate sobre el Estado de la Nación. El 71% del aumento de la recaudación, según el Ministerio de Hacienda, se ha debido al Impuesto sobre Sociedades, al que hay que atribuirle más de 4.800 millones de euros.

Buena parte de las grandes empresas han cotizado sus ganancias a lo largo de la década prodigiosa de crecimiento con tipos muy cercanos a cero, gracias a un generoso sistema de deducciones fiscales –que fue retocado por Hacienda–, que reducía su tributación desde el 30% de los beneficios a tasas no tolerables en una economía desarrollada como la española. La media de las empresas que configuran el Ibex 35, el principal índice de la Bolsa española, paga un Impuesto sobre Sociedades del 16,5%. En el caso del IRPF, su contribución a los mayores ingresos impositivos logrados en 2012 fue de cerca de 1.200 millones. El 80% del incremento aprobado en el Impuesto sobre la Renta ha sido satisfecho por el 20% de los contribuyentes, aquellos que declaran unas mayores ganancias. De los 168.567 millones ingresados por Hacienda el pasado año, 95.081 millones correspondieron a impuestos directos. De esta cifra, 70.619 millones salen del IRPF, aunque su alza fue de sólo el 1,2%.

El mayor aumento relativo se dio en el Impuesto sobre Sociedades, con un 29% tras pasar de 16.611 millones de euros en 2011 a 21.435 millones. El IVA recaudó 50.464 millones de euros, un 2,4% más. El Impuesto sobre el Valor Añadido representa el 70,4% de todos los impuestos indirectos. Los impuestos especiales, aquellos que gravan el consumo de determinadas productos con el fin de cumplir las políticas sanitarias o medioambientales, contribuyeron a la recaudación tributaria con 18.209 millones de euros. Hidrocarburos, con 8.595 millones, y tabaco, con 7.064 millones, siguen aportando su granito de arena, aunque en ambos casos, y como consecuencia de la crisis, los ingresos han bajado en relación con el año anterior: un 7,5% y un 2,6%, respectivamente.