Derecho laboral

El Estatuto de los Trabajadores lo confirma: tienes derecho a ausentarte seis horas semanales en tu trabajo por esta causa

Dentro del escrito que regula los derechos laborales se encuentra incluido este apartado que es realmente importante tenerlo en cuenta, sobre todo, cuando se quiere cambiar de trabajo

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Conocer el Estatuto de los Trabajadores no es solo una herramienta útil para resolver conflictos laborales, sino un derecho en sí mismo. Este cuerpo legal constituye la base que regula las relaciones entre empleados y empleadores en España, y garantiza aspectos esenciales como la jornada laboral, el salario, las vacaciones, las condiciones de despido o los permisos retribuidos. Saber qué recoge y cómo interpretarlo puede marcar la diferencia entre aceptar una situación injusta o defender con fundamento lo que corresponde por ley.

Muchos trabajadores están familiarizados con artículos como el que establece los 30 días naturales de vacaciones al año, el derecho a descanso mínimo entre jornadas o la obligación de formalizar un contrato por escrito en determinadas circunstancias. Otros derechos, como el permiso por maternidad o paternidad, el límite de horas extras o el preaviso necesario para una renuncia voluntaria, también están bastante interiorizados. Sin embargo, hay aspectos menos conocidos que pueden tener un impacto real en la vida laboral de una persona, especialmente en momentos delicados como la pérdida de un empleo.

Seis horas semanales para buscar un nuevo empleo

La complejidad del entorno laboral actual hace que el Estatuto se convierta en un aliado fundamental, ya que en su contenido se recogen garantías pensadas para equilibrar la relación entre ambas partes. En momentos en los que la estabilidad laboral se tambalea, como en un despido, contar con información clara puede proporcionar seguridad, orientación y oportunidades. Una de esas medidas que pasa desapercibida, pero que puede ser determinante, es el derecho a disponer de seis horas semanales retribuidas para buscar empleo, en caso de que el trabajador sea objeto de un despido objetivo.

Este tipo de despido se da cuando la empresa alega razones económicas, técnicas, organizativas o de producción para poner fin al contrato. No se trata de una decisión disciplinaria ni voluntaria por parte del trabajador, sino de una situación que surge por causas estructurales o de viabilidad empresarial. En estos casos, la ley prevé que la persona afectada necesita un margen de maniobra para buscar su reincorporación al mercado laboral. Por ello, reconoce la posibilidad de ausentarse del puesto de trabajo sin sufrir un descuento en el salario, con el fin de realizar gestiones necesarias durante ese periodo de transición.

¿Qúe dice el Estatuto de este derecho?

El artículo 53.2 del Estatuto de los Trabajadores especifica que, en este contexto, el empleado despedido tiene derecho a disponer de hasta seis horas a la semana para asistir a entrevistas, cursos de formación o trámites relacionados con la búsqueda activa de empleo. Estas horas pueden fraccionarse según las necesidades concretas de cada jornada. En un supuesto, una persona podría llegar a usar dos horas en un día para acudir a una entrevista y reservar el resto para otras gestiones. Lo fundamental es que se respeten los límites y que el trabajador pueda justificar cada ausencia adecuadamente.

Para beneficiarse de este permiso retribuido es obligatorio comunicar previamente a la empresa las ausencias y presentar documentación que justifique su propósito. Esto puede incluir una citación oficial para una entrevista, un resguardo de inscripción a un curso o cualquier otro documento que acredite que la ausencia está vinculada a la reinserción laboral. En caso contrario, la empresa podría considerar la falta como injustificada, lo que abriría la puerta a sanciones o a un conflicto laboral innecesario.

Este derecho, aunque limitado en tiempo, tiene un valor simbólico y práctico muy importante. Reconoce que en el momento de mayor vulnerabilidad para un trabajador, como lo es un despido, el Estado debe garantizar las condiciones mínimas para que esa persona tenga una oportunidad real de volver a integrarse al mundo laboral. Lejos de ser una concesión, se trata de una herramienta legal que equilibra los intereses de empresa y empleado, y que, aunque poco conocida, puede ser decisiva para quienes atraviesan una situación de incertidumbre laboral.