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Precios

La inflación dispara a cifras récord las familias que no llegan a fin de mes

La mitad de los hogares tiene dificultades y reducen el tamaño de la cesta de la compra para ahorrar. En vivienda, las rentas suben un 10% por la huida de la oferta al alquiler de temporada

Cesta de la compra JAMES HARDY ©GTRESONLINE

En miles de hogares españoles, hacer la compra se ha convertido en un ejercicio de contención, casi de supervivencia. Los precios, que siguen al alza, han reducido la cesta a la mitad de lo que era hace cuatro años, mientras el valor de cada ticket se aferra a cifras cada vez más altas. Y, como si no bastara con hacer malabares para llenar la despensa, la vivienda también se encarece sin tregua: los alquileres suben, la vivienda en propiedad se aleja y la mitad de las familias admiten que no llegan a fin de mes.

Aunque la cesta media ha menguado en tamaño casi un 50% en los últimos cuatro años, el valor ticket medio apenas ha descendido un 13% en el último año, reflejo del impacto de la espiral inflacionaria en el bolsillo de los hogares españoles. La mitad de las familias reconoce que llega justa a final de mes como consecuencia de la subida generalizada de precios, según un estudio realizado por Gelt junto con Aecoc Shopperview. Los últimos datos del INE, publicados ayer, recogen que la inflación aceleró en julio al 2,7%, cuatro décimas más que en junio, por el repunte de la electricidad y los carburantes. Estas subidas, aunque moderadas, llevan años acumulándose y encareciendo todos los gastos básicos del hogar a máximos históricos, entre ellos, la cesta de la compra.

El consumidor español ha reducido el tamaño de su cesta de la compra drásticamente, pasando de 23 a 12 productos. Las cestas son más pequeñas, pero las compras más numerosas, con un objetivo claro: maximizar el ahorro buscando todas las promociones y descuentos posibles. Sin embargo, pese a que el tamaño medio de la cesta se ha reducido a la mitad, el ticket medio apenas ha bajado en el último año de 32,5 euros a 28,2 euros, una paradoja que refleja que el precio de los productos básicos sigue una tendencia ascendente por la presión inflacionaria.

«Este encarecimiento de los precios en el último año ha hecho que los hábitos de consumo de los españoles hayan cambiado. El nuevo comprador español se ha vuelto más racional, le gusta comparar más y visita más tiendas en busca de promociones y descuentos que se ajusten a su presupuesto mensual», asegura Guillermo Peña, Global Revenue Director en Gelt.

El nuevo patrón de consumo centrado en el ahorro ha beneficiado a las marcas blancas, que siguen ganando peso en la cesta. Esta tendencia ha favorecido a supermercados con una amplia oferta de marca blanca, concentrando más del 80% de sus ventas en clientes recurrentes. El líder indiscutible es Mercadona, que encabeza el volumen de tickets provenientes de clientes frecuentes (71%).

Pero la presión sobre los hogares no se limita a la compra diaria. El índice de referencia para actualizar el precio de los alquileres subió en julio al 2,15%. Aunque su valor se sitúa por debajo de la inflación de julio, es uno de los valores más altos desde su implantación, encadenando meses de incrementos cercanos o superiores al 2%. Este índice, sin embargo, solo se aplica a contratos ya firmados. En el mercado de nuevos alquileres, la tensión sobre los precios es mayor por la escasez de oferta, en parte provocada por el trasvase masivo del alquiler residencial al de temporada para esquivar los topes de precios de la Ley de Vivienda.

En ciudades como Barcelona, Madrid, Valencia, Málaga o Bilbao, el precio medio del alquiler residencial ha subido más de un 10% interanual en 2025 por el auge del alquiler de temporada en detrimento del permanente. «El alquiler de temporada se ha convertido en una vía de escape para muchos propietarios que buscan rentabilizar sus inmuebles sin quedar sujetos a las limitaciones legales», señala Emiliano Bermúdez, subdirector general de donpiso, quien avisa de «una contracción preocupante» de la oferta de larga duración. El perfil del arrendador que opta por esta fórmula suele ser un particular con una única vivienda, mientras que los inquilinos predominantes son directivos desplazados, nómadas digitales y estudiantes internacionales con ingresos superiores a 2.500 euros al mes, capaces de asumir rentas de más de 1.200 euros, inaccesibles para la mayoría de los locales.

En cuanto a la vivienda en propiedad, la compraventa encadena un año al alza con un alza del 17,9% en junio, hasta 59.021 operaciones, el mejor dato para ese mes desde 2007. Pero la subida del precio, que en junio se encareció entre un 14% y un 14,9% según Idealista y Fotocasa, estrecha cada vez más la puerta de acceso a la propiedad. Entre la compra que encoge y la casa que se aleja, el día a día de los españoles transcurre en un equilibrio precario, donde cada euro cuenta y cada alza de precios pesa.